El papa Francisco, a políticos y empresarios: "No tengáis miedo a la bondad y a la ternura"
- Dice que su poder es el servicio a los otros, "especialmente a los más pobres"
- El papa se ha dado un baño de multitudes en un jeep descapotable
- Asisten 132 delegaciones internacionales han anunciado su asistencia
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Ante miles de fieles y más de un centenar de representantes políticos, el papa Francisco ha hecho un llamamiento a "custodiar" la creación y a proteger a los eslabones más débiles de la sociedad. "No temáis a la bondad y a la ternura", ha afirmado, al tiempo que ha asegurado que quiere ser el papa de los "pobres".
"Quisiera pedir, por favor, a todos los que ocupan puestos de responsabilidad en el ámbito económico, político o social, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad: seamos custodios de la creación, del designio de Dios inscrito en la naturaleza, guardianes del otro, del medio ambiente; no dejemos que los signos de destrucción y de muerte acompañen el camino de este mundo nuestro", ha señalado en la solemne misa de inicio del pontificado.
El papa argentino, de 76 años, ha asegurado que cuando el hombre falla en esa responsabilidad, "cuando no nos preocupamos por la creación y por los hermanos, entonces gana terreno la destrucción y el corazón se queda árido". "Por desgracia, en todas las épocas de la historia existen Herodes que traman planes de muerte, destruyen y desfiguran el rostro del hombre y de la mujer", ha manifestado ante las delegaciones de 132 países.
“Francisco quiere ser el papa de los pobres, los débiles y los enfermos“
Francisco ha subrayado que el poder del papa es el servicio a los otros, "especialmente a los más pobres, los más débiles, los más pequeños, el hambriento, el sediento, el forastero, el desnudo, el enfermo y el encarcelado".
Fiel a su estilo sencillo, ha pronunciado una homilía breve y cercana. "Ha hecho una síntesis magnífica dirigiéndose a todo el mundo de forma muy clara. Se aprecia un nuevo lenguaje, muy coherente. Sus gestos y acciones coinciden con sus palabras. Ha puesto el acento lo positivo. Ha sido un mensaje iluminador", afirma a TVE Ninfa Watt, vicedecana de la Facultad de Comunicación de la Universidad Pontificia de Salamanca.
El obispo de Roma también ha tenido unas palabras de recuerdo al papa emérito, Benedicto XVI, que hoy celebra su santo, san José. "Doy gracias al Señor por poder celebrar esta Santa Misa de comienzo del ministerio petrino en la solemnidad de san José, esposo de la Virgen María y patrono de la Iglesia universal. Es una coincidencia muy rica de significado, y es también el onomástico de mi venerado Predecesor: le estamos cercanos con la oración, llena de afecto y gratitud", ha señalado.
Esta misa ha sido diferente a la de otros inicios de papado por expreso deseo del papa Francisco, que hasta ahora ha predicado la humildad y la sencillez. El evangelio se ha leído en griego y no en latín, el pontífice ha pronuncido la homilía en italiano y han sido 500 sacerdotes y no él quienes han impartido la comunición. Además, no ha habido una procesión de ofrendas de los fieles sino de monaguillos, al final de la ceremonia se ha cantado un Te Deum de acción de gracias y no ha habido ángelus y las lecturas no han estado relacionadas con el rito de la Inauguración del Pontificado sino que han sido las que corresponden a la festividad de San José.
El palio y el anillo del Pescador
La misa de inicio de pontificado del papa Francisco es la primera en la que se reza en árabe. También se ha rezado en suajili y en chino. Y, además, ha participado el patriarca de la Iglesia de Constantinopla, Bartolomé I. "La primera vez desde el cisma en 1054", apunta el corresponsal de RNE en Roma, Iñaki Díez.
Antes de la ceremonia, el cardenal protodiácono Jean Louis Tauran ha colocado a Jorge María Bergoglio el palio, antigua insignia episcopal, y el decano, Angelo Sodano, el anillo del Pescador, símbolos del pontificado, con lo que comienza oficialmente el papado del primer pontífice jesuita y latinoamericano.
El cardenal Tauran -el mismo que anunció el habemus papam- ha impuesto el palio, una estola de 2,60 metros de largo sobre la cual hay cinco cruces rojas. Esta insignia episcopal, tejida con lanas de ovejas y corderos, simboliza al Buen Pastor que carga sobre sus hombros al hombre al que ha encontrado como oveja perdida.
“El palio (estola) simboliza el Buen Pastor que carga a su espalda con la oveja perdida y el anillo del pescador representa a Pedro como pescador de hombres“
El papa Francisco ha elegido un palio diferente al que vistió Benedicto XVI, de mayor longitud. Se distingue del que portan los arzobispos metropolitanos en que las cinco cruces de éstos últimos son de color negro, mientras que las del papa son de color rojo en recuerdo a las cinco llagas de Cristo.
El cardenal Sodano le ha entregado el anillo del Pescador dónde se muestra el apóstol Pedro con las llaves del reino de los cielos y las redes para pescar, tal y como lo llamó Jesús para ser "pescador de hombres".
Francisco llevará el anillo hasta su muerte o renuncia, cuando el camarlengo se lo retire y lo machaque o anule para que nadie pueda usarlo y, a la vez, para simbolizar el final del Papado. El propio Bergoglio ha elegido el anillo de “plata dorada” del artista italiano Enrico Manfrini. Anteriormente a Francisco, perteneció al arzobispo Pasquale Macchi, secretario de Pablo VI, y después pasó a Monseñor Ettore Malnati, que se lo ofreció al cardenal Giovanni Battista Re.
Papamóvil sin protección
A pesar de que todos los cardenales electores han declarado ya obediencia al papa en la Capilla Sixtina al final del cónclave, seis purpurados han prestado de nuevo su obediencia, dos por cada orden de los presentes, en nombre de los 207 que conforman el Colegio Cardenalicio. De la orden de los obispos, el Cardenal Giovanni Battista Re y el cardenal Tarcisio Bertone; de la orden de los presbíteros, el cardenal Joachim Meisner y el cardenal Jozef Tomko; de la orden de los diáconos, el cardenal Renato Raffaele Martino y el cardenal Francesco Marchisano.
Miserando atque eligendo (Le miró con misericordia y le eligió) será el lema de su Pontificado y el emblema de la Compañía de Jesús sobre un sol radiante será su escudo papal.
Antes de la misa, los actos han comenzado en el Vaticano con la llegada del pontífice a la plaza de San Pedro, donde se ha dado un baño de multitudes. Francisco ha llegado a la plaza, abarrotada de fieles en un jeep sin urna de cristal, una imagen que no se veía desde que la seguridad de Juan Pablo II reforzó el vehículo oficial tras el atentado de Ali Agca en 1981.
Asisten representantes de todo el mundo
Al final de la misa, Francisco ha saludado en el interior de la basílica de San Pedro a los representantes de las 132 delegaciones de países y organizaciones internacionales que han confirmado su asistencia. Entre ellos, el príncipe Felipe, vestido de gala, y la princesa Letizia, con un vestido oscuro y velo, y el jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, junto a su mujer, Elvira Rodríguez.
La pasada semana, Jorge María Bergoglio pidió a civiles y religiosos de todo el mundo que hicieran un acto de caridad en lugar de viajar a Roma a la ceremonia de su inicio de pontificado.
No obstante, la mayoría de los mandatarios de América Latina han viajado a Roma, entre ellos los presidentes de México, Chile, Brasil y Panamá. La presidenta argentina, Cristina Fernández, también está en Italia, dónde ha sido recibida este lunes por Bergoglio, con el que protagonizó sonados desencuentros cuando era cardenal de Buenos Aires a razón del matrimonio gay y el aborto.
La delegación argentina está compuesta por 140 personas y entre ellas, hay un "cartonero" que se gana la vida recogiendo basura en Buenos Aires y es representante del Movimiento de Trabajadores Excluidos.
"Sergio viajó por pedido del Arzobispado y porque la Comitiva Oficial lo aceptó", ha explicado Juan Grabois, abogado del Movimiento de Trabajadores Excluidos, a la radio Del Plata.