Obama concluye su visita a Israel con una visita a los lugares emblemáticos del estado hebreo
- Visita el Museo del Holocausto y las tumbas de Herzl y Rabin
- "Israel no es producto del Holocausto", asegura
- El mal tiempo le obliga a ir a Belén por tierra
El presidente de EEUU, Barack Obama, concluye este viernes la visita de dos días a Israel y a los territorios palestinos ocupados.
En su última jornada en Israel, Obama ha visitado varios de los lugares simbólicos para el estado hebreo.
Acompañado desde primera hora por el presidente israelí, Simón Peres, y el primer ministro, Benjamín Netanyahu, Obama ha depositado flores ante las tumbas del ideólogo del sionismo, Teodoro Herzl, y del asesinado primer ministro israelí Isaac Rabin, situadas en una colina frente al Museo del Holocausto (Yad Vashem).
"Israel no es producto del Holocausto"
Posteriormente, el presidente estadounidense ha visitado este memorial, visita obligada para todos los mandatarios internacionales. Allí Obama ha declarado que la creación del Estado de Israel en 1948 no fue producto del Holocausto, una afirmación que los líderes israelíes esperaban desde hace cuatro años.
"El Estado de Israel no fue creado debido al Holocausto", ha dicho Obama.
El gobierno israelí se sintió muy molesto cuando, el 4 de junio de 2009, en su discurso en El Cairo, Obama estableció una relación directa entre ambos episodios históricos.
Los israelíes rechazan esta tesis, porque creen que debilita el derecho histórico que, según la versión oficial, tenían los judíos para fundar un estado en el mandato británico de Palestina.
Obama ha añadido que "un Israel fuerte" es lo que garantiza precisamente que "no se producirá otro Holocausto".
Obama ha concluido su agenda de trabajo con otra entrevista con Netanyahu.
A Belén, por tierra
Posteriormente, la comitiva estadounidense tenía previsto dirigirse en helicóptero hasta la ciudad cisjordana de Belén, para visitar la basílica de la Natividad.
Sin embargo, el mal tiempo, con una tormenta de arena, ha obligado a la delegación a desplazarse de Jerusalén a Belén por tierra, un recorrido de seis o siete kilómetros.
El convoy, de más de veinte vehículos, deberá cruzar por la barrera israelí que rodea Cisjordania, que a la altura de Belén se convierte en un muro de hormigón de entre 8 y 9 metros de alto.
Israel defiende la existencia del muro para evitar que se infiltren supuestos terroristas, mientras que los palestinos denuncian que la barrera es un medio más para arrebatarles tierras y hacer imposible un estado propio.
Tras Belén, Obama termina su visita a Israel
Después de la breve visita privada a la Basílica de la Natividad de Belén, retrasada por el mal tiempo y una entrevista más larga de lo previsto con el primer ministro, Benjamín Netanyahu, Obama pone punto final a su visita de tres días a Israel.
En la basílica, el presidente palestino, Mahmud Abás, ha recibido a Obama, horas después de haberse visto en Ramala. Le han acompañado la alcaldesa Vera Babún y varios líderes religiosos.
"Es importante que venga, vea y escuche porque necesitamos hechos", ha asegurado Babún, esperanzada sobre la posibilidad de que Obama revise su postura, a pesar del desconcierto por la brevedad de la visita, que no ha llegado a media hora.
Los servicios de seguridad palestinos y estadounidenses han vaciado la plaza de la Natividad y sus alrededores antes de que llegara el presidente. Todas las calles alrededor de la plaza estuvieron cortadas desde por la mañana con fuerte presencia de la Policía y de las fuerzas especiales palestinas, bajo la vigilancia de los francotiradores apostados en las ventanas, según destaca Efe.
La ceremonia de despedida se ha cancelado con motivo de los problemas meteorológicos, por lo que Obama se ha desplazado directamente al aeropuerto de Ben Guirón para abandonar suelo israelí en el Air Force One, avión del presidente de Estados Unidos