El líder rebelde Michel Djotodia se autoproclama presidente de la República Centroafricana
- El hasta ahora jefe de Estado ha huído del país tras el avance rebelde
- El líder rebelde ha impuesto el toque de queda en todo el territorio
Michel Djotodia, líder de la coalición rebelde Séléka, se ha proclamado este domingo nuevo presidente de la República Centroafricana (RC), tras la toma de Bangui por parte de la rebelión y la huida del hasta ahora jefe de Estado, François Bozizé, a la vecina República Democrática del Congo.
En una declaración realizada en un hotel de lujo en la capital centroafricana, Djotodia ha anunciado también la declaración del toque de queda en todo el territorio nacional.
Asimismo, el nuevo presidente ha manifestado su intención de mantener como primer ministro al abogado Nicolas Tiangaye, quien cuenta con el visto bueno de la oposición política y la rebelión armada, y que fue nombrado el pasado día 17 de enero como resultado de los acuerdos firmados en Gabón entre el Ejecutivo de Bangui y la Séléka.
Djotodia, que fue nombrado viceprimer ministro para Defensa Nacional merced a esos tratados, ejerció de jefe de la delegación rebelde desplazada a Libreville a principios de año.
Antiguo funcionario del Ministerio centroafricano de Asuntos Exteriores, Djotodia cuenta con un largo pasado como rebelde y es un desconocido para la mayor parte de sus compatriotas.
El cabecilla y fundador de la rebelión de la Unión de Fuerzas Democráticas por la Unidad consiguió unificar las distintas rebeliones del país en una coalición (Séléka) y comenzar las hostilidades contra el gobierno de Bozizé el pasado diciembre.
Sucede a Bozizé, que también gobernó a través de un golpe de Estado
Djotodia sucede así a Bozizé después de que este tomara el poder también a través de un golpe de Estado en marzo de 2003, exactamente hace ahora 10 años.
Tras la toma este domingo de Bangui por parte de los milicianos de la Séléka, Bozizé buscó refugio en la localidad noroccidental congoleña de Zongo, adonde ya ha llegado su familia.
El pasado viernes, la Unión Africana condenó los enfrentamientos armados y rechazó cualquier vía violenta de acceso al poder.
En enero se inició en Gabón un proceso negociador entre el Gobierno centroafricano y la Séléka, que culminó con la firma de unos acuerdos de paz el día 11 de ese mes y que contemplaban un alto el fuego y una transición de un año con un gobierno de unidad nacional que no ha satisfecho las exigencias de la rebelión.
Los rebeldes reiniciaron su actividad el pasado miércoles, después de haber dado un ultimátum a Bozizé para cumplir una serie de reivindicaciones -retirada de las tropas extranjeras del país y la liberación de presos políticos, entre otras- que expiró el día 20, y han avanzado rápidamente hasta Bangui.
La coalición Séléka, compuesta por cuatro grupos rebeldes, se alzó en armas en el norte del país el pasado mes de diciembre al considerar que Bozizé no había respetado unos acuerdos de paz firmados en 2007.
Estos tratados contemplaban -entre otros asuntos- la integración de combatientes rebeldes en el Ejército centroafricano, la liberación de una serie de presos políticos, y el pago a los milicianos sublevados que optaran por el desarme.