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El presidente de la República Centroafricana huye del país ante el avance rebelde

  • "Los rebeldes controlan la ciudad", confirma un portavoz de la Presidencia
  • François Bozizé cruza a la vecina República Democrática del Congo

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El presidente centroafricano huye del país ante el avance rebelde

Los rebeldes de la República Centroafricana se han hecho con el control de Bangui, la capital del país, por lo que el presidente François Bozizé ha huido a la vecina República Democrática del Congo, según confirman a Reuters funcionarios del gobierno.

"Los rebeldes controlan la ciudad", ha dicho el portavoz de la Presidencia Gaston Mackouzangba.  "Espero que no haya represalias".

El portavoz del Gobierno Crepin-Mboli Goumba ha añadido que los rebeldes controlan todos los lugares estratégicos de la ciudad. Un asesor presidencial, quien prefiere mantener el anonimato, ha explicado que Bozize ha cruzado el río Congo para salir del país este domingo por la mañana.

Enfrentamientos en el Palacio Presidencial

Las milicias de la coalición insurgentes Séléka han tomado el Palacio Presidencial, en Bangui, y según los vecinos se han producido intensos enfrentamientos entre las fuerzas sublevadas y las tropas gubernamentales en la zona.

"Están ya en el centro de la ciudad, donde se encuentra el Palacio Presidencial (...). Hay muchos tiroteos en torno al palacio e incluso aquí,  donde estamos nosotros", ha relatado un trabajador de un hotel situado a unos 300 metros de la sede presidencial.

Asimismo, los rebeldes se han hecho con el control de la Asamblea Nacional y de la Gendarmería.

El sábado los rebeldes entraron en la capital por el norte tras la llegada de una segunda columna de milicianos. Francia ya ha enviado tropas al país para evitar que el aeropuerto de la capital caiga en manos de los sublevados y ha pedido al Consejo de Seguridad de la ONU que convoque una reunión de urgencia.

La coalición Séléka se sublevó en diciembre del año pasado, pero acordó en enero un alto el fuego con el Gobierno del presidente François Bozizé, que a cambio se comprometía a integrar a los guerrilleros en el Ejército o la vida civil. Sin embargo, ahora los rebeldes denuncian la pasividad del Gobierno y han anunciado su intención de derrocarlo.