Cómo hacer una tarjeta de visita online perfecta
- Las tarjetas de visita digitales permiten presentarse a través de Internet
- Existen servicios online para crearlas fácil y rápidamente, y gratis
- Algunas sugerencias y consejos esenciales para que sean efectivas
En internet existen servicios especializados y específicamente pensados para que cualquiera pueda configurar y mantener online una página web de presentación personal, sin necesidad de ningún tipo de conocimiento técnico ni de programación o de diseño.
La principal virtud de estos servicios es que simplifican al máximo el procedimiento para construir una especie de 'tarjeta de visita digital' desde la cual presentarse ante cualquier persona. A diferencia de las tarjetas de visita convencionales en una web personal no hay una limitación física de espacio, está siempre disponible y es fácil de compartir. Además permite que otras personas, conocidas o no, nos encuentren e inmediatamente puedan saber quiénes somos, qué hacemos y cómo contactar con nosotros.
Otra ventaja es que concentran en un único sitio web la presencia online individual, que en muchas ocasiones está dispersa entre distintos sitios de Internet. A través de este tipo de páginas es posible agregar toda nuestra identidad digital o presencia en Internet en un único lugar.
Por ejemplo, permiten vincular cuentas en redes sociales y enlazar blogs, artículos o portafolios de trabajos de fotografía, vídeo, ilustración, diseño o redacción o de cualquier otro tipo de ocupación o de obra que sea posible mostrar en internet.
Tres servicios fáciles de usar y gratuitos
Aunque existen innumerables formas de construir una página web personal, incluyendo la posibilidad de hacerla 'a mano', estos tres servicios son una muestra de aquellos más específicamente enfocados a este propósito. Los tres sirven para construir una página web sencilla de forma simple y rápida y los tres se ocupan de mantenerla online, funcionando y siempre disponible.
About.me fue una de las pioneras y es probablemente el servicio más popular y también el más utilizado para este fin. A lo largo del tiempo ha ido incorporando numerosas funciones adicionales sin renunciar a su simplicidad y facilidad de uso. Es gratuita y permite personalizar y añadir contenido a la página de forma visual y directamente desde el navegador web. Además muestra información sobre las veces que otros usuarios han visto o visitado la página y envía notificaciones sobre la actividad que sucede en ella: por ejemplo, si otros usuarios del servicio la visitan, la guardan o la comparten.
El principal inconveniente de About.me es que solo está disponible en inglés, lo que puede ser un obstáculo para algunas personas.
Flavors.me, en cambio, está disponible en español, entre otros idiomas. Funciona de forma muy similar a About.me y es igualmente muy completa y muy fácil de utilizar sin necesidad de saber programar o diseñar. También muestra información sobre las visitas que recibe la página.
Aunque Flavors.me dispone de versión gratuita, la versión de pago, que cuesta unos 15 euros al año, ofrece muchas más funciones, incluyendo la posibilidad de utilizar un dominio de internet propio (tipo: nombreapellido.com) o de ampliar la información que se mostrará en la página web.
Striking.ly es el más nuevo de los tres y se nota especialmente en que pone mucho énfasis en optimizar la página web resultante para su visualización en teléfonos y tabletas. Facilita enormemente la organización de la página web en secciones (aunque se muestran todas ellas en una misma y única página web) y tiene numerosas opciones aún en su versión gratuita. Opcionalmente se pueden elegir dos versiones de pago que amplían sus posibilidades. Como sucede con About.me está en inglés.
Aspecto, contenidos y enlaces, lo más importante
Una vez resueltos el cómo y el dónde hacerse una página web de presentación personal viene la parte más complicada del proceso: elegir qué poner, qué decir y cómo hacerlo.
Para Cristina Rodríguez, experta en talento y gestión humana de HumanLab, cuando se trata de venderse personal y profesionalmente a través de una página web hay que cuidar al máximo tres variables: su aspecto, el contenido y los enlaces.
El aspecto visual de la página es lo primero que los demás perciben, "determina la primera impresión y de forma inconsciente nos hace decidir si algo nos gusta o nos resulta atractivo", explica Rodríguez.
Por este motivo es importante elegir correctamente todos los elementos visuales: los tipos de letra -aspecto, tamaño y color- los tonos de la página y las imágenes. En caso de incluir una imagen personal hay que elegir "una fotografía que transmita confianza, que tenga cierta calidad técnica y que resulte creativa u original".
El contenido, como sucede con la imagen, debe ir en consonancia con la personalidad, profesión y finalidad de la página personal. Así, en el caso de una profesión creativa (diseñador, ilustrador, autor,…) "puede tratarse de un resumen breve y original y que además resulte fresco e ingenioso, más llamativo y que exprese por sí mismo un estilo personal y qué se puede aportar".
En cambio en el caso de un ingeniero, por ejemplo, puede ser más adecuada una imagen algo más seria y puede ser necesario dar una mayor explicación acerca de la experiencia, "pero que sea siempre lo más breve posible y centrándose es aspectos concretos y en qué se destaca".
“Se trata de conseguir que quien visita la página quiera saber más de ti“
El contenido debe ser lo más breve, claro y conciso posible, cuidando la legibilidad con frases y párrafos cortos y vigilando la ortografía. Más que contar todo con detalle, "se trata de conseguir que quien visita la página quiera saber más de ti", subraya la experta en talento.
En este sentido, se debe incluir una opción para contactar y, opcionalmente utilizar enlaces a perfiles en redes sociales y a cualquier otra página web, blog o documento online que complemente o amplíe la información mostrada en la página personal.
“Es tan importante lo que se enlaza como lo que se deja fuera“
Pero "no todo vale" y "tan importante como lo que se pone o enlaza es lo que se deja fuera", advierte Rodríguez. Por ejemplo, si la página personal tiene un fin profesional no es conveniente enlazar un perfil de Facebook que se utilice de forma personal. En cambio sí debería haber un enlace a la red LinkedIn. Sobre enlazar Twitter o cualquier otra red social o no enlazalarlas dependerá de qué tipo de uso se haga de ellas.
Al final se trata de acotar entre lo que es personal y lo que es profesional y evitar la inclusión de contenidos o enlaces que directa o indirectamente -por ejemplo, porque incluya comentarios de terceros- pueda dañar la imagen de uno. "Ponerse en el lugar de un posible 'comprador' es la mejor forma de determinar qué nos gustaría encontrar y qué querríamos saber sobre un potencial candidato", concluye Cristina Rodríguez.