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La Constitución islandesa: una herencia danesa reformada por la ciudadanía

  • La Constitución de Islandia, de 1944, provenía de la Carta Magna danesa
  • Tras el cambio de gobierno, en 2009, se impulsó su reforma
  • 25 ciudadanos escogidos en unas elecciones elaboraron el nuevo texto

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Los 25 miembros del Consejo Constitucional islandés.
Los 25 miembros del Consejo Constitucional islandés.

La Constitución de la República de Islandia data de 1944, año en el que la isla del noroeste europeo se independizó de Dinamarca. El país heredó la Carta Magna danesa, que se reformó hasta cuatro veces, en 1984, 1991, 1995 y 1999.

Cuando la economía islandesa se hundió en 2008 por la bancarrota de sus tres principales bancos, los ciudadanos empezaron a reclamar cambios políticos, entre otros. En ese momento -y desde 2007- estaba gobernando una coalición formada por el Partido de la Independencia, quien había ostentado el poder durante los 20 años anteriores, y la Alianza Socialdemócrata.

Tras unas duras protestas ciudadanas en enero de 2009, el Gobierno dimitió y convocó elecciones anticipadas. De esos comicios, celebrados en mayo, surgió un nuevo Ejecutivo formado por la Alianza Socialdemócrata y el Movimiento de Izquierda-Verde.

Según ha explicado el periodista de News of Iceland a RTVE.es, Einar Árnason, el nuevo Gobierno llegó a un país en ruinas dejadas por el anterior ejecutivo. La economía era un desastre, los grandes bancos islandeses estaban corruptos e incluso el propio Estado estaba perjudicado, describe.

Propuesta para reformar la Constitución

La idea de reformar la constitución en un proceso protagonizado por el propio pueblo islandés surgió de la primera ministra de la Alianza Socialdemócrata, Johánna Sigurdardóttir. En 2010, un año después de su elección, empezaron los trámites para crear un Consejo Constitucional.

Todos los ciudadanos tuvieron la oportunidad de presentarse al proceso, y surgieron 522 candidatos. Tras celebrar unas elecciones al Consejo Constitucional, se eligieron 25 delegados de diferentes edades, profesiones, educación y experiencia de vida.

Sin embargo, el Tribunal Supremo de Islandia invalidó el proceso por supuestos defectos de forma que denunciaron diversos ciudadanos. La Cámara baja creó un  Consejo Constitucional a instancias de una resolución parlamentaria con el apoyo de la mayoría parlamentaria socialdemócrata y los 25 delegados surgidos de las elecciones previas pudieron entonces iniciar el proceso.

Así se elaboró la Constitución

A lo largo de cuatro meses, los 25 miembros del Consejo se reunieron tres veces por semana para discutir los temas a revisar y/o enmendar de la constitución e ir volcando recomendaciones en un borrador.

Durante todo el proceso la ciudadanía pudo opinar sobre el proceso en la web, y en las redes sociales. Se recopilaron 3.600 comentarios y 370 sugerencias. También hubo encuentros públicos, debates en los medios de comunicación y participantes externos al Consejo ayudaron a elaborar artículos que se fueron incorporando.

Según explicó a Democracyoneday el jefe de la Oficina Tecnológica del Consejo Constitucional, Finnur Magnusson, “al menos 4 de 100 artículos en el borrador constitucional estuvieron influidos por las conversaciones online, como en datos abiertos e infancia” y unos 12 o 13 miembros del Consejo fueron muy activos en los hilos de discusión online.

Las propuestas de la Carta Magna ciudadana

El texto de la constitución ciudadana propone mejorar la división de poderes -legislativo, ejecutivo y judicial-; que un 10% del electorado pueda solicitar un referéndum y que un 2% pueda presentar una iniciativa legislativa al Parlamento; el derecho a vivir con dignidad; protección a la infancia; mayor transparencia e información por parte del Gobierno, que todo el mundo sea libre de reunir y distribuir la información y mayor libertad de prensa.

El Consejo sugirió que los recursos naturales del país no puedan estar bajo propiedad privada, sino que pertenezcan a la ciudadanía islandesa.

Asimismo, propusieron la revisión del sistema electoral: que los votos valgan lo mismo en todo el país, que haya listas abiertas y limitar el gobierno del presidente a tres legislaturas y del primer ministro -que tendría que ser elegido por el Parlamento- a ocho años.

En julio de 2011 el Consejo aprobó por unanimidad el documento resultante: un borrador de Constitución de 114 artículos divididos en 9 capítulos. El texto estuvo en el cajón del Gobierno durante más de un año hasta que se votó en referéndum en octubre de 2012. Fue aprobado por un 66% de la población votante. El resto del proceso puede leerse en la noticia 'El futuro de la Constitución islandesa ciudadana, en la cuerda floja'.