Al menos 13 muertos en un atentado suicida de ocho talibanes en Afganistán
- Ha ocurrido en Jalalabad, la ciudad más grande al este del país
- Los terroristas han causado cinco bajas en las fuerzas afganas
- A pesar de las tropas y el dinero, la OTAN no ha conseguido pararlos
Ocho talibanes cargados con explosivos se han inmolado en una base de la policía en Jalalabad, la ciudad más grande en el este de Afganistán, matando al menos a trece personas, cinco de ellas pertenecientes a las fuerzas de Afganistán.
Los talibanes han reivindicado el atentado en un mensaje de móvil enviado a France Presse, afirmando que el ataque iba dirigido a una academia de policía en la que instructores extranjeros e israelíes enseñaban a 300 reclutas. El atentado, cometido por “un gran número de asaltantes” ha causado “graves pérdidas” al lado de la policía.
El primer atacante detonó el vehículo que conducía, lo que permitió a otros dos talibanes entrar en el sitio y detonar su carga. Otros cinco terroristas fueron abatidos por la policía, que cuenta con cinco bajas en sus filas, según Afp.
Ahmad Zia Abdulzaï, el portavoz del gobierno de Nangarhar, cuya capital es Jalalabad, ha confirmado el ataque sin dar más detalles. Jalalabad, la ciudad más grande al este de Afganistán, se ha visto afectado por varios ataques cada año.
A finales de febrero, un atacante suicida se inmoló delante de un complejo de servicios secretos afganos, matando a dos agentes e hiriendo a tres. En 2012, el aeropuerto de la ciudad, que alberga una gran base militar, fue atacado dos veces.
Más de una década de conflicto
Los talibanes, cuyos refugios se encuentran en el este y el sur del país, encabezan desde hace once años una guerrilla contra las fuerzas de seguridad afganas y de la coalición. Los atentados suicidas y las bombas artesanales son sus principales métodos.
Al acercarse la retirada de las tropas internacionales a finales de 2014, los insurgentes ya no centran sus ataques en las tropas de la OTAN que sostienen el débil gobierno de Kabul sino en las fuerzas afganas llamados a soportar la carga del país en menos de dos años.
El año pasado, cerca de 3.000 soldados y policías afganos fueron asesinados, una cifra similar a los militares de la coalición muertos en once años de conflicto (un poco menos de 3.300 muertos, según la web icasualties.org).
A pesar de los cientos de miles de millones de dólares invertidos en Afganistán y la presencia de más de 130.000 soldados internacionales, la OTAN no ha podido someter a los talibanes.