El Gobierno británico pierde su último recurso para deportar al clérigo islámico Abu Qatada
- Jordania le reclama para juzgarle por delitos de terrorismo en 1999
- El Gobierno británico asegura que seguirá luchando por su deportación
Abu Qatada, el clérigo radical islámico considerado una amenaza para la seguridad nacional en Reino Unido, no podrá ser deportado por el momento.
El Gobierno de David Cameron ha perdido su último recurso para deportar al clérigo, reclamado por Jordania por delitos de terrorismo.
El Tribunal británico de apelaciones ha secundado la decisión tomada en noviembre por la Comisión especial de apelaciones de inmigración (SIAC), que desautorizó la entrega de Qatada a su país por el riesgo de que en su juicio se utilizaran testimonios obtenidos bajo tortura.
Reino Unido pretende volver a recurrir
Según los expertos, tras perder este último recurso el ministerio del Interior lo tiene difícil para deshacerse de Qatada, a quien la Justicia jordana quiere volver a procesar por delitos de terrorismo por los que ya fue condenado en rebeldía en 1999.
El ministerio del Interior, encabezado por la conservadora Theresa May, ha asegurado en un comunicado que "este no es el final del camino" y que buscará la manera de volver a recurrir.
"Examinaremos este dictamen detenidamente y tenemos la intención de pedir la venia para presentar otro recurso", se apunta en la nota.
El Gobierno británico "seguirá trabajando con los jordanos para abordar los asuntos legales que previenen la deportación", agrega el comunicado.
Hasta ahora, Qatada ha ganado todas sus batallas legales en el Reino Unido, donde ha estado encarcelado casi siete años sin cargos ni juicio.
Qatada permanecerá en Reino Unido
La decisión de hoy significa que Qatada, que llegó al Reino Unido como exiliado en el año 1994 y en este país no ha sido acusado de ningún delito, podrá permanecer en territorio británico con su familia.
Se espera que sus abogados soliciten ahora su libertad bajo fianza, que ya tenía hasta que a principios de este mes fue detenido y recluido en prisión preventiva por haber supuestamente quebrantado las condiciones de su libertad condicional que, entre otras cosas, prohibían el uso de móviles.
Durante el juicio, el Gobierno ha insistido en que "no existe un riesgo real" para Qatada en Jordania, después de las garantías diplomáticas obtenidas por el Reino Unido.
Sin embargo, la Justicia británica ha considerado hasta ahora insuficientes estas garantías, bloqueando consecutivamente su deportación en una batalla legal que dura ya más de 10 años.
Esta misma posición la tomó anteriormente el Tribunal europeo de derechos humanos, que también se opuso a la entrega del clérigo al considerar que había riesgo de que en su juicio se utilizaran pruebas obtenidas bajo tortura.