Enlaces accesibilidad

Obama firma la ley que permite financiar al Gobierno federal hasta octubre

  • El Congreso ya aprobó esa norma, que evita la quiebra de la Administración
  • La ley también mantiene los recortes de gasto público aplicados desde el día 1

Por

El presidente de EEUU, Barack Obama, ha firmado este martes una ley aprobada la semana pasada por el Congreso que otorga financiación al Gobierno federal hasta el próximo 30 de septiembre y deja en pie los recortes del gasto público que entraron en vigor el pasado 1 de marzo. Sin esa ley, la Administración estadounidense se habría visto abocada a un cierre parcial de sus operaciones desde este mismo miércoles debido a su incapacidad para afrontar pagos.

La medida, aprobada primero por el Senado, fue ratificada la semana pasada por la Cámara de Representantes y otorga fondos para financiar las operaciones diarias del Gobierno federal hasta el próximo 30 de septiembre, cuando concluye en EE.UU. el presente año fiscal.

Además, deja en pie los recortes automáticos del gasto público de más de 85.000 millones de dólares que entraron en vigor el pasado 1 de marzo, aunque da mayor flexibilidad al Gobierno -y en particular al Departamento de Defensa- para llevarlos a cabo.

Sigue adelante la batalla presupuestaria

Esta ley es un pequeño respiro dentro de las continuas batallas entre demócratas y republicanos sobre el presupuesto y sobre cómo rebajar el abultado déficit público del país.

El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo en su rueda de prensa diaria que el presidente sigue teniendo voluntad de llegar a un acuerdo presupuestario con la oposición republicana.

Como parte de esa guerra, la Cámara de Representantes, bajo control conservador, aprobó la semana pasada un plan presupuestario promovido por el legislador Paul Ryan -excandidato republicano a la Vicepresidencia- que contiene fuertes recortes de gasto a los programas sociales y la promesa de abolir la reforma sanitaria aprobada en 2010 y promovida por Obama. Esa propuesta fue rechazada por el presidente, quien -sin embargo- se ha mostrado dispuesto a reducir el gasto en programas sociales, aunque también exige aumentos impositivos para los ciudadanos más ricos dentro de un "enfoque equilibrado" para reducir el déficit.

Esa línea de la Presidencia se recoge en un proyecto aprobado por la mayoría demócrata en el Senado, que incluye incrementos de impuestos por casi un billón de dólares en la próxima década.