Echanove daría la vida "por levantar un telón"
- El actor asegura que "por encima de todo", se siente actor de teatro
- Estrena Conversaciones con mama en el Teatro Principal de Alicante
Si hay algo por lo que Juan Echanove estaría dispuesto a dar su vida, una cuestión que él mismo se plantea en voz alta, es "por levantar un telón". "Sí, rotundamente sí", insiste quien no duda ni un segundo en reconocer que, "por encima de todo", se siente actor de teatro.
Pero también tiene muy claro por quién daría esa vida: "por mi hijo. Es ley natural", destaca Echanove en una entrevista, en la que ha hablado de su nuevo reto teatral, Conversaciones con mamá, en el que se muestra en su doble condición de actor y director de escena.
Un espectáculo que le permitirá compartir escenario, por vez primera, con alguien con quien lleva ya muchos años compartiendo plató de televisión en la exitosa serie de La 1 Cuéntame como pasó y con quien ha trabajado antes en el cine: la actriz María Galiana.
Conversaciones con mamá, que vivirá su estreno el próximo 5 de abril en el Teatro Principal de Alicante primera etapa de una aventura que confía que tenga larga vida, y que les llevará a Madrid con toda probabilidad el próximo otoño, es la adaptación para el teatro de la película del mismo título que dirigió el cineasta argentino, fallecido en 2010, Santiago Carlos Oves.
Una adaptación "espléndida", hecha por Jordi Galcerán, de una no menos "espléndida" película protagonizada por dos grandes de la interpretación en Argentina: la actriz China Zorrilla y el actor Ulises Dumont.
'Conversaciones con mamá' es una comedia que conmueve
Una pieza "delicada", "romántica", una comedia que conmueve, y que cuenta la historia, "muy oportuna", de un hijo que, víctima de una crisis económica como la que hoy viven muchos españoles, visita a su madre para intentar convencerla de que es necesario que venda su casa y se vaya a vivir con él y su familia. "Amable invitación" a la que ella se opondrá.
"Quiero -dice el actor metido a director- contar historias que conmuevan, que hagan sonreír al espectador, pasar un rato agradable. Historias optimistas, inteligentes y que cuenten la realidad de los seres humanos, en las que los espectadores se vean y se sientan reflejados".
“Quiero contar historias que conmuevan, que hagan sonreír al espectador“
Este es, en definitiva, el teatro que le gusta hacer e interpretar a este "cómico" curtido. Un teatro que debe hacerse, en su opinión, con dos ingredientes fundamentales: pasión y paciencia.
"El teatro me templa, me disciplina y, sobre todo, da sentido a mi vida. Hay muchas cosas -continúa- que dan sentido a mi vida, pero en grandes letras mayúsculas sólo dos: mi hijo y un telón que se levanta", vuelve a insistir.
Habla con entusiasmo Echanove de este proyecto teatral que está a punto de hacerse realidad y de un personaje, un pusilánime Jaime, con el que sólo tiene una cosa en común: "queremos enormemente a nuestras madres".
Actor y director en la obra, trata de encontrar la elegancia en la escena
"Hay una cosa maravillosa antes de vivir el estreno de la función. Y es que -se sincera- cuanto más la ensayo más quiero a mi madre. Y cuanto más quiero a mi madre mejor hago la función". Algo parecido le ocurre a este apasionado de la gastronomía cuando le dedica tiempo a una de sus últimas obsesiones: hacer pan.
"Es lo mismo. Cuanto más tranquilo lo hago (el pan), cuanto más lo amaso, cuanto más lo huelo y lo estiro,...mejor me sale", asegura quien, a pesar de esta su segunda incursión en la dirección teatral, se siente cada vez "más actor". Y de teatro, que quede claro, aunque le encante también hacer televisión y cine.
El hecho de que él y María Galiana se conozcan bien, por haber trabajado tanto tiempo juntos, ha facilitado las cosas durante los ensayos. También ha contribuido a ello el respeto mutuo que se tienen. Ahora bien, cuando ha surgido "el conflicto" quien tomaba las decisiones era el Echanove director, "sin duda alguna".
"Siempre, en cualquier espectáculo, la última palabra es del director. Y en esta ocasión no podía ser de otra manera". "El Echanove actor por supuesto que ha tenido que respetar también esas decisiones del director".
Y es que, asegura, "existe" una línea divisoria entre uno y otro, aunque "seamos la misma persona".
"El Echanove director es el resultado de todo un cúmulo de aciertos y desaciertos del Echanove actor. El actor es enormemente dubitativo y bastante escéptico. El director cree que la única manera que hay de vivir el teatro y de estar en esta profesión es ponerse el mono, subirse al andamio y tirar ladrillos para arriba".
Juan Echanove dice que ha tenido suerte por haber trabajado a las órdenes de muchos grandes de la dirección teatral, y cita a Jorge Eines, Lluis Pasqual, Calixto Bieito y José Luis Castro, que le dirigió en el que ha sido uno de sus grandes éxitos: El cerdo.
De él aprendió algo que entiende debe ser fundamental sobre un escenario, algo en lo que un director está obligado a insistir: lograr "la elegancia escénica, la elegancia de las formas, la limpieza". Él desde luego lo ha intentado en "Conversaciones con mamá".
Una función de alta comedia, con trascendencia. "Prefiero -dice- ochenta minutos de sonrisa a tres de carcajadas. Y si me apuras, esa ensalada de sonrisa me gustaría que tuviera en algún momento una miajita de sal de lágrima. Una de las mejores cosas que hay después de la risa es el llanto".