De Guindos admite que Economía y Bankia "dialogaban" sobre el plan de Rato
- Dice que nunca solicitó "ningún plan concreto" al expresidente de Bankia
- Pero admite que se habló sobre "medidas concluyentes y creíbles"
- Contradice la versión de F.Ordóñez quien dice que perdió el conrtrol de Bankia
El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha destacado que nunca solicitó "ningún plan concreto" al expresidente de Bankia Rodrigo Rato, pero ha admitido que su departamento dialogó con la entidad sobre medidas "concluyentes y creíbles" para eliminar las dudas que pesaban sobre ella.
En las respuestas íntegras que ha remitido al instructor del caso Bankia en la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, De Guindos resalta que "nunca se presentó un plan de BFA-Bankia para su aprobación al Ministerio de Economía", puesto que el competente para ello es el Banco de España.
Una afirmación que contradice la versión ofrecida por el exgobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que en su declaración sostuvo que el supervisor "perdió totalmente el control" de Bankia cuando Economía exigió a Rato un nuevo plan de capitalización de la entidad distinto del que ya había aprobado el Banco de España (BdE) el 17 de abril.
De Guindos relata que, a lo largo de ese mes, el entonces presidente de Bankia, Rodrigo Rato, le visitó en "numerosas ocasiones" para presentarle "diversas operaciones de fusión", y en uno de los encuentros le comentó que "una de ellas estaba prácticamente finalizada", aunque a los pocos días confirmó que "se había frustrado".
El pasado 27 de marzo se dio a conocer que De Guindos dijo ante el juez que el exgobernador del Banco de España le aconsejó la nacionalización de Banco Financiero y de Ahorros (BFA) un día después de que Rodrigo Rato presentara su dimisión al frente del banco. De Guindos aseguró además que no pidió la dimisión de Rato.
Rato planteó "un conjunto de actuaciones" para garantizar la viabilidad de Bankia
Fue así como Rato pasó a plantearle "un conjunto de actuaciones" para garantizar la viabilidad del banco, entre las que se encontraban una solicitud de dinero adicional al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
En este momento de su declaración, el ministro desvela que en la tarde del 4 de mayo, el secretario del Consejo de Bankia, Miguel Crespo, envió un correo electrónico al subsecretario del Ministerio de Economía, Miguel Temboury, en el que se podía leer: "Miguel, este es el documento que hemos presentado en el BdE. Saludos".
Previamente, prosigue De Guindos, el entonces director general de Política Económica, Antonio Carrascosa, había recibido del director general adjunto del gabinete de presidencia de Bankia, Luis Maldonado, el mismo documento.
Los días 4 y 6 de mayo, horas antes de que (el 7 de mayo) dimitiera Rato, el ministro se reunió con él en su despacho junto con el presidente del Santander, Emilio Botín, el del BBVA, Francisco González y el de CaixaBank, Isidro Fainé, para analizar la situación del sector, la evolución del crédito, el acceso a la financiación y las iniciativas europeas con impacto en el sistema financiero.
De Guindos se reunió con Lagarde tres veces para hablar de Bankia
Antes de esas reuniones, las preocupaciones por el sistema financiero español se las había estado exponiendo desde principios de año la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, según el ministro.
Con ella mantuvo entre enero y abril tres reuniones, en las que "la situación específica de BFA-Bankia fue el asunto principal", tanto por "la magnitud del problema como por el riesgo de contagio al resto del sistema financiero español dado su carácter de entidad sistémica".
Pero las dudas sobe el sistema "y en particular sobre el grupo BFA-Bankia eran también compartidas por el Banco Central Europeo" y por los analistas de bancos de inversión, cuyos informes constataban que la entidad "tenía un déficit de provisiones y de capital" que, "por su carácter sistémico, estaba contaminando la percepción" del conjunto del sector.
Ante esta situación de "alarma generalizada", Economía abordó a lo largo del pasado año una serie de actuaciones como la aprobación del real decreto 2/2012, que aumentó las provisiones, en especial para los activos problemáticos ligados al crédito promotor.
Pero la solución de Bankia "requería necesariamente ir más allá" del cumplimiento de esta normativa, por lo que en las conversaciones que tuvo Economía con el Banco de España y con la entidad "se discutieron distintas estrategias globales a seguir", es decir, "medidas concluyentes y creíbles que hicieran disipar las dudas que se cernían sobre la entidad".