Resurge la necesidad de plutonio para las misiones espaciales
- Este nuevo plutonio es de tipo no-militar (plutonio-238)
- Se utiliza en los robots y sondas de largo alcance
Hasta ahora la NASA lo obtenía de Rusia, pero esa vía de suministro se agotó
Desde que en los años 80 Estados Unidos dejara de de producir plutonio-238 con fines no-militares las sondas espaciales y robots que ha lanzado al espacio han venido utilizando el plutonio suministrado por Rusia para alimentar de electricidad a estos aparatos de forma autónoma.
Pero hace tres años que esta ruta de suministro se cortó dado que el parlamento ruso no aprobó el presupuesto para continuar con su tratamiento. De hecho se cree que sus reservas han debido disminuir considerablemente. Con este proveedor agotado y ante la falta de alternativas, la NASA tuvo que replantear al Departamento de Energía la necesidad de producir plutonio para poder continuar con su programa espacial.
¿Dónde se utiliza este plutonio? Normalmente los satélites emplean baterías y energía solar; son solo los robots y las sondas de largo alcance que viajan a otros planetas los que necesitan de una fuente de energía estable cuando no es posible o práctico hacerlo con la luz solar únicamente.
Cuando una sonda como las Pioneer o Voyager alcanza los planetas exteriores, el Sol es tan solo un diminuto puntito luminoso como cualquier otra estrella. Sus rayos son insuficientes para alimentar los paneles fotovoltaicos. De modo que la única forma de disponer de energía para transmitir información o mover los motores para llevar a cabo correcciones de rumbo es mediante fuentes eléctricas.
El plutonio no genera electricidad de por sí, pero a cambio mediante un generador termoeléctrico se puede convertir el calor producido por la desintegración radioactiva en electricidad.
El plutonio-238
Actualmente se utiliza plutonio-238 producido a partir de neptunio-237; los científicos están trabajando con un método que además permite "revivir" cierta cantidad de plutonio que se guardaba en los laboratorios y que tras 20 años había sufrido un proceso de decaimiento (algo parecido a superar su "fecha de caducidad") de modo que por cada gramo de plutonio nuevo que se produce se pueden "revivir" otros dos gramos del antiguo. Según la NASA el objetivo es poder generar aproximadamente un kilo y medio de plutonio al año.
El plutonio-238 con el que trabaja la NASA es un isótopo distinto del que se emplea en las armas nucleares, conocido como plutonio-239. De hecho es un subproducto resultante de su fabricación. Ante la escasez de plutonio y con el objetivo de optimizar todo el proceso, la NASA ha trabajando también en un nuevo tipo de generador capaz de producir el cuádruple de electricidad con la misma cantidad de plutonio que modelos anteriores.
Entre los nuevos robots que necesitarían de plutonio para sus generadores termoeléctricos estarían un sucesor del Curiosity que actualmente explora Marte (hacia 2020); los nuevos generadores estarán listos hacia 2016, pero las especificaciones técnicas de estos robots deben completarse mucho antes, de modo que no están todavía oficialmente asignados a ninguna misión.