El líder norcoreano ordenó en marzo fabricar más artillería para un "ataque preventivo"
- La información llega a través de un documental de la TV estatal norcoreana
- El mismo mes, Corea del Norte ponía sus misiles "en posición de combate"
- Japón y EE.UU. planean despegar aviones para espiar a Pyonyang
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El líder del régimen de Corea del Norte, Kim Jong-un cuya edad se estima en 29 o 30 años, ordenó en marzo a los trabajadores de la industria de armas del país incrementar la producción de artillería "para asegurar un rápido ataque preventivo a nuestros enemigos", según un documental emitido por la televisión estatal norcoreana (KCTV).
Tal y como recoge el documental, el propio líder pidió el pasado 17 de marzo a los empleados "garantizar absolutamente la calidad de nuestra artillería y proyectiles para asegurar un rápido ataque preventivo a nuestros enemigos una vez que estalle la guerra".
En las imágenes se puede ver a Kim Jong-un acompañado por Pak To-chun, secretario de la industria militar del Partido de los Trabajadores, máximo órgano político del régimen comunista norcoreano y su principal pilar junto al poderoso Ejército Popular.
Fue también en marzo, concretamente el 26 de este mes, cuando el Ejército de Corea del Norte aseguró haber puesto misiles y sus unidades de artillería "en posición de combate" con el punto de mira en EE.UU. y Corea del Sur.
Aumentar la vigilancia sobre Pyonyang
Por otro lado, Japón y Estados Unidos planean desplegar aviones espía no tripulados Global Hawk desde una de las bases estadounidenses en territorio nipón, para aumentar la vigilancia sobre Corea del Norte ante sus repetidas amenazas nucleares, según informa la agencia Kyodo.
Equipados con sofisticadas cámaras y sistemas de comunicación, los Global Hawk puede alcanzar cerca de 18.000 metros de altitud, aproximadamente el doble de la que alcanza un avión de pasajeros, y volar durante más de 30 horas en piloto automático.
Este tipo de aviones ya fueron utilizados en Japón para observar la actividad en la central nuclear de Fukushima, después de que el tsunami de 2011 provocase en la planta la peor crisis atómica desde Chernóbil en 1986.
El posible despliegue de este tipo de aviones espía se enmarca en un momento de tensión sin precedentes en la península coreana después de las informaciones que revelan el posible montaje de misiles de alcance intermedio en lanzaderas móviles del Norte.