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Rusos en la Luna

  • Desde 1978 Rusia no ha enviado ninguna misión a nuestro satélite
  • El fracaso de la Fobos-Grunt, con destino a Marte, siembra dudas sobre estos planes
  • La Luna parece un objetivo asequible para recuperar la confianza perdida

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Impresión artística de las Luna 25 y Luna 26.
Impresión artística de las Luna 25 y Luna 26.

Tras conseguir toda una serie de éxitos en la historia temprana de la exploración de la Luna la entonces Unión Soviética fue perdiendo interés en ella tras perder la carrera contra los Estados Unidos por poner un hombre en su superficie.

Pero ahora parece dispuesta a volver por sus fueros, a menos a tenor de las misiones de las que habló Igor Mitrofanov del Instituto de Investigación Espacial Ruso en un reciente simposio.

Tres más dos

El plan ruso pasa por lanzar cinco misiones entre 2015 y 2020, aunque las dos últimas dependen en gran medida del éxito de las tres primeras.

Estas serían:

2015, Luna 25, o Aterrizador Luna Glob, una misión al polo sur de la Luna que consistirá en un aterrizador de unos 530 kilos de peso que analizará el regolito lunar hasta una profundidad de unos 50 centímetros y la exosfera lunar. Es una evolución de una misión de la que se viene hablando desde 1997 y que en principio iba a consistir en un orbitador que lanzaría unas sondas que serían las encargadas de penetrar en el regolito para estudiarlo, aunque debido a la falta de financiación en su momento quedó aparcada. Aparte de los datos científicos que aporte esta misión servirá para poner a prueba sistemas de aterrizaje y comunicaciones.

2016, Luna 26, u Orbitador Luna Glob, que explorará la superficie de la Luna desde unos 100 kilómetros de altura haciendo un mapa que permitirá escoger puntos de aterrizaje para futuras misiones y permitirá también estudiar su exosfera y el plasma que la rodea.

2017, Luna 27, o Recursos Lunares 1, que será un aterrizador de unos 810 kilos que será enviado al polo sur de la Luna para estudiar el regolito, la exosfera local, y la posible existencia de gases debajo de la superficie de la Luna. También servirá para probar un sistema de taladrado para poder tomar en el futuro una muestra y traerla de vuelta refrigerada a su temperatura de origen a la Tierra.

2019, Luna 28, Recursos Lunares 2, aún con muchos detalles a especificar, pero que si es posible traerá de vuelta a la Tierra muestras refrigeradas.

2020, Luna 29, o Recursos Lunares 3, otra misión aún por especificar pero que llevaría un Lunokhod, un rover capaz de recorrer al menos 30 kilómetros sobre la superficie de la Luna.

Algunas dudas Obviamente tras el sonado fracaso de la Fobos-Grunt hay un cierto escepticismo sobre este ambicioso programa, algo que Mitrofanov dijo entender, aunque también dijo que las lecciones aprendidas acerca de la mala gestión de ese proyecto serán muy tenidas en cuenta.

Pero las prisas son siempre malas consejeras, y 2015 está a la vuelta de la esquina hablando de lanzar una misión espacial.

Quizás por eso, pensando que cualquier ayuda puede venir bien, hayan decidido poner estas nuevas misiones dentro del programa Luna, que había lanzado la que parecía ser la última sonda de su exitosa historia, la Luna 24, el 14 de agosto de 1978.

No en vano consiguieron 'estampar' el primer vehículo sobre la superficie de la Luna, el primer sobrevuelo del lado oculto de la Luna, con toma de fotografías incluida, el primer aterrizaje suave sobre el satélite, colocar la primera sonda en órbita alrededor de este, hacer el primer viaje de ida y vuelta a la Luna, la primera misión de retorno de muestras de la Luna, y colocar dos Lunokhod sobre esta.