La directora gerente del FMI aboga por una "verdadera unión bancaria" en la zona euro
- La prioridad para Europa debe ser sanear el sector bancario
- No espera que el crecimiento global sea "mucho mayor este año que el pasado"
- Lagarde: "Está surgiendo una economía global a tres velocidades"
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, ha dicho que la zona euro necesita una "verdadera unión bancaria" que fortalezca las bases de la unión monetaria, lo que implica completar el mecanismo único europeo de supervisión y una autoridad común de resolución.
"Sólo entonces se podrá romper el vínculo envenenado entre bancos débiles y soberanos débiles. Solo entonces la política monetaria podrá ser plenamente eficaz. Sólo entonces se podrá garantizar totalmente la estabilidad financiera", ha señalado Lagarde en un discurso pronunciado en el Club Económico de Nueva York.
No obstante, ha subrayado que los países europeos han "logrado mucho" en el último año, algo digno de aplaudir, porque no es fácil que 17 países se pongan de acuerdo e implementen políticas tan importantes en tan corto plazo de tiempo. Si bien, la directora gerente del Fondo ha añadido que aún queda mucho por hacer.
En concreto, ha destacado que, especialmente en la periferia, muchos bancos están aún en una fase inicial de reparación, lo que hace que la política monetaria de bajos tipos de interés no se esté trasladando en créditos asequibles para los ciudadanos que los necesitan. Por ello, cree que la prioridad debe ser sanear el sector bancario mediante la recapitalización, la reestructuración y, donde sea necesario, liquidando bancos.
Asimismo, ha dicho que en una unión monetaria y económica, "los problemas financieros son problemas comunes", por lo que requieren más soluciones políticas colectivas. "Una opción es la recapitalización directa por parte del Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede) de los bancos con problemas que tengan implicaciones sistémicas", ha afirmado.
La creación de empleo debe ser la prioridad
La directora gerente del FMI ha señalado el problema del desempleo como una de las grandes tareas pendientes, y ha consideredo que al igual que hay que compartir el "dolor" de los ajustes también hay que compartir los beneficios del crecimiento.
“No hay una solución mágica pero lo más urgente es proteger a los más afectados por la crisis“
"No hay una solución mágica, pero lo más urgente es proteger a los más afectados por la crisis para que el ajuste sea lo más justo posible", ha añadido Lagarde, quien ha abogado por proteger los servicios sociales básicos y combatir la evasión fiscal.
Así, tras subrayar que hay más de 200 millones de personas en el mundo sin trabajo, ha dicho que la creación de empleo es una prioridad "urgente" y ha pedido a los países que se centren en el crecimiento "pero con inclusión".
"La equidad importa porque una distribución más equilibrada de los ingresos lleva a un mayor crecimiento sostenido y más estabilidad económica", ha dicho Lagarde, que ha añadido que sigue habiendo "demasiadas desigualdades en demasiados países".
La economía mundial está mejor que hace seis meses
Por otra parte, Christine Lagarde, ha reconocido que gracias a las acciones de políticos e instituciones, el estado de la economía mundial "ya no parece tan peligroso como hace seis meses", pero ha advertido de la existencia de "nuevos riesgos" que evitan que las mejoras en los mercados se trasladen a la economía real.
Por ello, aunque ha considerado una "buena noticia" que tras un periodo "particularmente volátil" las condiciones financieras estén mostrando signos de mejora, ha reconocido que no espera que el crecimiento global sea "mucho mayor este año que el pasado".
También ha llamado la atención sobre la diferencia entre regiones, que es "más marcada que nunca". Así, ha dicho que está surgiendo una economía global "a tres velocidades": los países que lo están haciendo bien, los que están en vías de recuperación y los que aún tienen un camino que recorrer.
A este respecto, ha explicado que estos tres grupos se enfrentan a "desafíos diferentes", aunque "ampliamente interconectados", pero ha señalado que comparten la necesidad de poner en marcha políticas que reparen las consecuencias de la crisis y eviten que se repita.