Obama califica el proyecto presupuestario para 2014 como "fiscalmente responsable"
- Los hogares que ingresen más de un millón de dólares tributarían un 30%
- Obtendría 580.000 millones de dólares en ingresos por reformas impositivas
- Propone un recorte de 400.000 millones de dólares en el programa Medicare
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha presentado este miércoles su proyecto presupuestario para el año fiscal 2014 y lo ha calificado como un plan "fiscalmente responsable" que permitirá crear empleos para la clase media y hará crecer la economía.
"Podemos hacer crecer nuestra economía y a la vez reducir nuestro déficit", ha dicho Obama en una comparecencia en la Casa Blanca al presentar un plan que hace concesiones a la oposición para intentar un acuerdo presupuestario a largo plazo.
La propuesta que Obama ha enviado al Congreso contiene un presupuesto de 3,77 billones de dólares, con inversiones modestas en infraestructura y educación, nuevos impuestos a los más ricos y reformas encaminadas a reducir el costo de la Seguridad Social y del programa de salud para jubilados Medicare.
Con el proyecto de Obama para el año fiscal 2014 -que va del 1 de octubre de 2013 al 30 de septiembre de 2014- se logrará una reducción de deuda de 1,8 billones de dólares en la próxima década, según la Casa Blanca. Se conseguirá, además, que el déficit, que se prevé que este año llegue al 5,5% del Producto Interno Bruto (PIB), se reduzca al 4,4% en 2014 y hasta el 2,8% en 2016.
“Nuestra economía está preparada para el progreso, siempre y cuando Washington no se interponga en el camino“
"Nuestra economía está preparada para el progreso, siempre y cuando Washington no se interponga en el camino", ha afirmado Obama en referencia a los continuos desacuerdos entre la Casa Blanca y el Congreso sobre el tema presupuestario y la forma de reducir el abultado déficit.
Se trata de "demostrar que es posible reducir el déficit de una forma suave y continuar invirtiendo en la creación de empleos para la clase media", ha explicado este martes un alto funcionario de la Casa Blanca en una conferencia telefónica con periodistas. "La cuestión es si los republicanos tienen voluntad de trabajar con nosotros para la reducción del déficit", ha agregado.
Los republicanos, por boca del presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, ya dejaron claro la semana pasada que el presupuesto de Obama no les convence. Boehner ha declarado que los republicanos no aceptarán más carga fiscal para los ciudadanos y ha considerado que el "modesto" ahorro en gasto social ofrecido por Obama no es razón para hacerles "rehenes de una subida impositiva".
Obama rebaja la previsión de crecimiento para 2013 y 2014
Por otro lado, el Ejecutivo de Obama ha reducido sus previsiones de crecimiento para la economía estadounidense del 3% al 2,3% para el presente año, y del 3,6% al 3,2% para 2014.
Estas previsiones van en línea con lo pronosticado por la Reserva Federal (Fed), quien también ha reducido recientemente sus expectativas sobre el desempeño económico de EE.UU. y calcula que este año el producto interior bruto (PIB) crecerá entre un 2,3% y un 2,8%, y entre un 2,9% y un 3,4% para 2014.
Sin embargo, en el plano laboral, la Administración Obama se ha mostrado más optimista al reducir la tasa de desempleo esperada para fin de 2013 desde el 8,6% estimado en julio pasado, hasta el 7,7%. Para 2014, también muestra un mejor comportamiento respecto al esperado un año atrás: del 8,1% al 7,2%.
Ambas cifras son algo más cautas que lo pronosticado por la Fed hace un mes, que ubicó el índice de desempleo para 2013 entre el 7,3% y el 7,5%, y de entre el 6,7% y el 7% para 2014.
Recortes en programas de salud y subida de impuestos
El plan de Obama incluye más de dos dólares de recortes de gastos por cada dólar que el Estado espera recaudar mediante la reducción de beneficios impositivos a los ciudadanos más ricos, ha destacado la Casa Blanca al adelantar algunos detalles del presupuesto.
La oferta de Obama incluye un recorte de 400.000 millones de dólares en el programa de salud para ancianos y jubilados conocido como Medicare.
También contempla una reducción de 200.000 millones en subsidios agrícolas y beneficios de jubilación, así como otros 200.000 millones en recortes "discrecionales", el 50% de los cuales se aplicarán en el presupuesto para Defensa.
Por otro lado, Obama aspira a obtener 580.000 millones de dólares en ingresos por medio de reformas impositivas. La fundamental es la conocida como "regla Buffett", inspirada en el multimillonario Warren Buffett y que establece que los hogares que ingresen más de un millón de dólares al año deben tener una carga impositiva de al menos el 30%.
Además, el proyecto del presidente plantea limitar los beneficios fiscales a las familias que están entre el 2% y el 28% más rico.
Ventajas fiscales e inversiones
En el plan de Obama aparecen, asimismo, ventajas fiscales para los pequeños negocios que contraten a empleados nuevos y la propuesta de incrementar el salario mínimo a 9 dólares la hora, lanzada por el presidente en febrero pasado en su discurso sobre el Estado de la Unión.
También se plantea una inversión de 50.000 millones de dólares para proyectos de infraestructura y otra de 1.000 millones para la creación de 15 institutos dedicados a potenciar la producción manufacturera. Asimismo, el presidente busca mayor financiación para la educación preescolar a través de incrementar los impuestos federales al tabaco.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, ha recordado este martes que el plan de Obama pondría fin a los recortes automáticos del gasto por valor de 1,2 billones de dólares en 10 años que se ejecutan desde marzo y que fueron ideados como medida de presión para forzar un acuerdo presupuestario.
El presupuesto del presidente llega dos meses más tarde de lo que es costumbre y su meta es lograr que por primera vez desde hace cuatro años la Cámara de Representantes y el Senado aprueben las cuentas federales a largo plazo. Pero los republicanos no quieren ni oír hablar de subir impuestos.
El plan presupuestario de los republicanos, ideado por el legislador y excandidato a vicepresidente Paul Ryan, contempla reducir el gasto en docenas de programas para los más pobres, derogar la reforma sanitaria promulgada por Obama en 2010 y privatizar parcialmente el Medicare.