Ralf König: "Hago humor con aspectos trágicos de la vida, como el desamor"
- Sus cómics protagonizados por gays triunfan en Europa
- "No sólo me enfrento a mi crisis de los 50 sino también a la de mis personajes”
Ralf König es uno de los autores de cómics europeos más populares y admirados, a la vez que rompedor, que ha sabido ganarse al publico y a la crítica con su retrato humorístico de las relaciones personales, sobre todo del mundo de los Gays. Y sus cómics han sido adaptados al cine en películas como El hombre deseado (más de seis millones de espectadores en Alemania y ganadora del premio a la Mejor película de la Academia del Cine Alemán) o El condón asesino (el cómic con el que se dió a conocer en España y que consiguió el Premio a la Mejor Obra Extranjera en el Salón del Cómic de Barcelona)
Actualmente König es el humorista europeo más popular, como lo demuestran sus más de 7 millones de álbumes vendidos. Y sus tebeos han sido traducidos a 7 idiomas. Todos los cómics de Ralf König están publicados en España por Ediciones La Cúpula.
Y uno de los más reconocibles a primera vista: “Supongo que todos los autores de cómic tienen algún rasgo que hace que se los distinga a la primera, en mi caso son la nariz de patata y los penes enormes –asegura König entre risas-.
30 años haciendonos reír
En cuanto a cómo se puede seguir siendo divertido después de 30 años, König comenta que: “Hay gente que piensa que el humor es una cosa pasajera, pero yo no lo comparto. Yo me dedico a aspectos trágicos de la vida, como el desamor, problemas de pareja, las relaciones sexuales o el envejecer, y tratar estos aspectos de forma humorística es lo que me motiva y llena”.
“Ha llegado el momento de que Konrad y Paul envejezcan, el libro que escribo ahora es sobre ellos (una pareja gay que son sus personajes más popualres) y retomo una historia de hace quince años en la que se ven reflejados y tratará de la crisis de los 50, de cómo envejecer y hacernos mayores. No sólo me enfrento a mi crisis de los 50 sino también a la de mis personajes”.
“Me alegra y sorprende el buen recibimiento que tiene mi obra en España -confiesa König- apenas estoy terminando un libro, ya están comenzando con la traducción al castellano. Es mi público más fiel, junto al francés. Nunca me hubiera imaginado tener este éxito fuera de Alemania cuando comencé a escribir mis cómics”
König y el cine
Tras su paso por varios festivales de cine (entre ellos San Sebastián), el año pasado se estrenó en España Ralf König, rey de los cómics una aproximación a la vida y a la obra de este irreverente creador homosexual que agradece que se le vea como a un retratista de "las relaciones personales". Un film dirigido por Rosa von Praunheim.
El documental sobre mi está bien, está muy logrado pero la realizadora solo se interesó por lo que concernía al mundo homosexual, la parte social y política y como se recibían mis cómics en esa comunidad y la heterosexual, pero no trascendió ni se implicó en mi proceso de creación, en cómo creo los cómics. Y me hubiera gustado”.
En cuanto a las películas que se iban a rodar sobre su trilogía de la Biblia (Prototipo, Arquetipo y Antitipo –La Cúpula-) König asegura que: “Había incluso contratos firmados pero al final no pudo ser porque la productora que quería rodar las películas ha quebrado. Pero tampoco me entristece demasiado porque cuando piensan llevar mis obras a la pantalla se preparan proyectos como los de Disney o Pixar y a mi me gustaría hacer algo más íntimo, menos comercial, más sencillo”.
“No estoy completamente contento con ninguna de mis películas, los alemanes no somos buenos haciendo comedias y lo que se plasma en esas adaptaciones no es mi humor, ni mi espíritu”.
Los derechos de los homosexuales
König es un icono en la lucha por los derechos de los gays: “No puedo hablar de lo que pasa en Francia, pero en Alemania parecía que los partidos conservadores habían aceptado el matrimonio gay y conceder plenos derechos a los gays, pero han dado marcha atrás porque se han dado cuenta de que podrían perder votantes de derechas; y por eso seguimos sin tener los mismos derechos en temas como el matrimonio o la adopción. Pero la población alemana en su talante es mucho más tolerante en este aspecto que los políticos o la legislación”.
“A mí, personalmente, no me gustaría adoptar niños –confiesa König- estoy con una persona desde hace tres años y hablamos de un posible matrimonio, pero pienso que casarse antes de cinco años de relación no es bueno. Pero igual ahora que estoy en Barcelona aprovecho para hacer una petición de mano”.
“No hay tanta diferencia entre homosexuales y heteros en la vida cotidiana -comenta-, la gente se reconoce en mis persona es, lo único diferente es que mis personajes son casi todos hombres, y eso es lo que caracteriza mi obra”.
A menudo se dice que sus personajes más populares, la apreja gay formada por Konrad y Paul, son las dos partes de su personalidad: “Hace tiempo habría contestado que me sentía como Konrad en invierno, el tipo tranquilo en casa escuchando a Beethoven, y Paul en verano, buscando la fiesta y la movida; pero ahora cada vez me parezco más a Konrad, buscando la tranquilidad”