Guy Delisle: "Ahora en vez de observar países observo a mis hijos"
- Asegura que. "Después de 'Crónicas de Jerusalén' necesitaba algo más ligero
- Es uno de los autores de cómics más populares y premiados del momento
Guy Delisle (Quebec, 1966) es uno de los grandes del cómic actual por sus libros en los que narra, en primera persona, sus viajes y experiencias. En Asia, como supervisor de un taller de animación, Shenzhen (2000) y Pyongyang (2003), con los que se dió a conocer al gran público. Y junto a su compañera, miembro de Médicos sin Fronteras, a Birmania y Jerusalén, experiencias que recogió en Crónicas Birmanas (2008) y Crónicas de Jerusalén (2011). Este último le valdría el premio al Mejor Álbum en el Festival de Angoulema y la nominación a Mejor Obra Extranjera en el Salón de Barcelona de 2012. Este año, el canadiense ha presentado en el Salón su nuevo trabajo, Guía del mal padre. Toda su obra está publicada en España por Astiberri.
“Guía del mal padre lo he hecho para divertirme –confiesa Delisle-, después de un libro muy intenso como Crónicas de Jerusalén. Ahora, en vez de dedicarme a observar un país me dedico a observar a mis hijos. Ahora mismo estoy trabajando en el segundo tomo”.
Además, la paternidad va a significar un cambio de estilo en sus libro, ya que se ha establecido en Francia con su familia y, de momento, no tiene pensados grandes viajes: “Ya no voy a hacer más libros de viajes, al menos de momento, pero yo ya he tratado muchos otros temas, como los cómics infantiles o la serie negra, así que voy a cambiar de género“
"Mi primer trabajo tuvo muy pocas ventas"
“Confieso, ya que estamos en Barcelona –asegura Delisle-, que incluso alguna vez he intentado hacer algo sobre los salones de cómic, pero generalmente yo doy vueltas a los temas durante años antes de hacer un álbum; y quizá con el de los salones también lo haré”.
“Me decidí a hacer cómics cuanado conocí L’Association, hace 15 años, porque por fin había una editorial que se dirigía al público adulto y que me hablaba a mí personalmente de temas que me interesaban, no de Ciencia Ficción etc…”
Su primer trabajo de relevancia fue Pyongyang: “Así como Shenzhen tuvo pocas ventas, unas dos mil copias, Pyongyang atrajo la atención de numerosos periodistas que nunca se habían interesado por el cómic, y se empezaron a fijar en estos cómics que tenían contenidos periodísticos, y que también abordaban el trasfondo personal del autor. Entonces se abrió el abanico de medios que publicitaban estas obras y también se creó un mercado para este tipo de reportajes en cómic”.
‘Crónicas birmanas’
En Crónicas birmanas, Delisle consiguió retratar una dictadura llevada hasta al absurdo. “El libro muestra una progresión desde que llegué a Corea y me lo pasé bien con mi amigo (los primeros días) hasta que poco a poco, a lo largo del libro, va aumentado la sensación de opresión de este régimen sobre sus habitantes y sobre los viajeros que residíamos allí temporalmente. Un agobio que va aumentando a lo largo del libro y que termina significando el abandono total de esta gente. Al final, cuando me fuí del país, tenía muy claro que los abandonaba para siempre y que nunca volvería”.
“En cuanto a la situación actual en Corea del Norte –continúa- cuando yo estuve allí no sabía nada de armas nucleares, de hecho las pruebas las han hecho más tarde. Además siempre han mostrado este sistema de negociación, primero meten miedo a todo el mundo y luego consiguen lo que quieren, que suelen ser ventajas económicas”.
“No sé nada sobre la adaptación de Pyonyang que prepara Gore Verbinski (Piratas del Caribe, El llanero solitario) no se han puesto en contacto conmigo y sólo sé lo que se ha publicado en la prensa”-asegura-.
Mientras que en sus anteriores trabajos, Delisle se había mostrado como un simple espectador de la realidad de cada país, sin intervenir, eso cambia en Crónicas de Jerusalén, en el que toma partido: “La situación de Birmania se conoce poco, pero cualquier lector sabe lo que pasa en Jerusalén, por eso busqué los aspectos que no conocemos, pero tampoco quería hacer una tesis demasiado seria sobre la el problema palestino-israelí. Por eso me centré en aspectos más desconocidas para los occidentales”.
Y sobre el actual auge del cómic periodístico nos comenta: “Me gusta mucho, sobre todo los libros de Joe Sacco, aunque hacemos un trabajo muy diferente porque yo no soy periodista y cuento cosas personales, de mi familia. El hace periodismo y yo una postal dirigida a mis conocidos”.