José Villarrubia, un colorista español que triunfa en el cómic norteamericano
- "En los últimos treinta años el color ha cambiado muchísimo en el cómic"
- Ha colaborado con estrellas como Richard Corben o Alan Moore
José Villarrubia (Madrid, 1961) es uno de los mejores coloristas del cómic norteamericano, con una dilatada carrera profesional que abarca incursiones en el mundo de la pintura, la fotografía y la docencia – actualmente es Director del Departamento de Ilustración del Maryland Institute Collego of Art- y ha colaborado con casi todos los grandes dibujantes y guionistas norteamericanos, como Richard Corben, Alan Moore, Paul Lee o Paul Pope.
“En estos últimos treinta años el trabajo de un colorista ha cambiado muchísimo –asegura José-. Desde el comienzo de la impresión a color, a finales del Siglo XIX, hasta el principio de los años 90 fue un trabajo que se hacía en fotomecánica. Pero cuando los ordenadores personales se hicieron asequibles y Photoshop avanzó hasta el punto de que un colorista podía hacer sus propias separaciones de color. Fue un cambio brutal en el color en el cómic”.
“De los colores planos hechos con puntitos, que fueron popularizados por artistas como Roy Lichtenstein (que exageraban los puntos de las tramas), hemos pasado al look del cómic actual, que es totalmente distinto, y donde se puede imitar a cualquier tipo de estilo, desde plano a animación, tendencias o corrientes pictóricas… etc”.
"Los coloristas siguen siendo desconocidos para el gran público"
Aún así, los coloristas siguen siendo desconocidos para el gran público: "Los que son muy frikis si nos conocen –asegura Villarrubia”- pero hay dos tipos, los que sólo siguen los cómics de superhéroes por personajes como Batman y Spiderman, que no se fijan nunca, y otros que son los frikis de autores, que normalmente nos conocen más”.
Y eso que con las nuevas técnicas, su trabajo ha ganado en importancia: “El color afecta muchísimo al aspecto final de la imagen porque podemos jorobar una obra o mejorarla mucho. Aparte de aplicar el color, dibujamos en esos originales, porque al poner las luces, las sombras, los detalles, estamos añadiendo una capa más al dibujo. Depende de como seas de bueno como colorista y dibujante puedes afectar al resultado final para mejor o para peor”.
“El trabajo del colorista empieza cuando se reciben las páginas para ser coloreadas y el guión. Las páginas nos llevan escaneadas de dibujos pasados a tinta, como documenttos digitales. Y el guión suele tener indicaciones del guionista y del dibujante. Entonces hago el trabajo en Photoshop, en capas que luego se unen todas. Y el documento resultante se manda al editor y al artísta y, si dan el visto bueno, se manda a la imprenta”.
El primer colorista español en triunfar en EE.UU
“Los coloristas trabajamos a distintas velocidades. Yo soy bastante rápido y puedo colorear una página en un intervalo entre media hora y dos horas”.
“Yo comencé en el mundo del cómic porque me hice amigo de un dibujante que quería color pintado para sus cómics –comenta Villarrubia-. Al principio hacía trabajo en acuarela, con un poquito de guache y acrílico; y luego lo retocaba con ordenador en el photoshop. Y luego, según ha ido avanzando la tecnología, he investigado nuevas técnicas y he adaptado mi forma de colorear a cada artísta y cada proyecto, para ser lo más vérsatil posible, lo que es muy importante en el mercado actual”.
Villarrubia fue el el primer colorista español en triunfar en EE.UU. “Creo que ahora hay algunos coloristas españoles nuevos, pero no son muy conocidos todavía. Pero con la tradición pictórica que tenemos en España, será fácil que haya muy buenos coloristas españoles. Ya hay dibujantes como Daniel Acuña, que trabaja con su propio color, que son absolutamente geniales, lo que pasa que se los conoce como dibujantes, aunque hagan todo”.
"Soy un friki de Richard Corben, es el mejor"
“Soy un friki total de Corben y acabo de hacer la traducción del libro que ha sacado Planeta DeAgostini de sus trabajos para Creepy y Eire, he trabajado con el muchas veces, y para mí es el mejor” –confiesa-.
“Cuando descubrí sus trabajos, en mi adolescencia, fue un shock total. Era un color que no había visto nunca, ni en cómics ni en ningún otro medio, con unos colores saturados, muchas veces complementarios que bañaban las páginas en tintas, a veces tan fuertes, que cargaban el impacto emocional de las imágenes. Y los dibujos eran tan tridimensionales, que estaban a años luz de lo que había visto hasta ese momento".
"La sensualidad de su arte, el dramatismo, el valor de atreverse a traspasar los límites del buen gusto y las combinaciones sensibles de color, me influenciaron mcuhísimo como artísta, antes de dedicarme a los cómics. Y ahora las vuelvo a ver con gran admiración por todo el trabajo de investigación que hacía en esas obas”.
“Ahora Corben sigue coloreando sus trabajos más personales, pero los de encargo lo coloreamos otros como yo, de hecho a veces me consulta sobre cómo conseguir los colores y para mí es un honor haber podido ayudarle con la parte digital, ya que el nos ha ayudado tanto a todos con la parte artística”.
"Estoy trabajando en Conan y con Carlos Pacheco"
“Ahora estoy coloreando la nueva serie de Conan de Dark Horse, basada en los relatos clásicos de Robert E. Howard, que están siendo adpatados por Timothy Truman y el argentino Tomás Giorello. Hemos empezado por la única novela que escribió Howard, La hora del dragón, vamos por el tercer episodio y es muy fiel al original. Además trabajo en una serie de Marvel, Legión, sobre el hijo del profesor Xavier, y con Carlos Pacheco en una serie para Marvel de Los Vengadores y Lobezno, que se llama La era de Ultrón y estoy muy contento porque siempre había querido trabajar con Carlos que es un gran amigo y un artista excelente”.
“Hay muchos cómics en blanco y negro que ami me encantan y que no me gustaría que fuesen coloreados nunca, como el trabajo de Adrian Tomime, los Hermanos Hernández… -confiesa Villarubia-.
"El trabajo del colorista se empieza a valorar en España"
“El trabajo del colorista, que hasta hace poco estaba poco reconocido en Europa, se empieza a valorar incluso en el mercado francés o belga, donde nunca se ponía el nombre del autor que lo coloreaba. Lo más importante es que el estilo de color se integre; y que ambos artístas se entiendan, para conseguir un producto coherente, cuando los equipos son impuestos hace por los editores pueden salir combinaciones bizarras con estilos que no se adpatan entre sí. Es como un grupo de música donde cada uno toca una música distinta. Eso se evita creando lazos entre los artístas. Y yo he tenido la suerte de trabajar así con Jae Lee, Paul Pope, J.H. Williams o Richard Corben, o con Jeff Lemire con el que he hecho Sweet Tooth, la serie más larga en la que he trabajado (40 Números) y ahora vamos a hacer una serie que se llama Trilium”.
Además, Villarrubia transmite sus conocimientos a las nuevas generaciones: “Soy profesor, llevo 25 años dando clases y las he dado de dibujo, de fotografía, de diseño, arte digital… Desde hace tres años soy el director del Departamento de Ilustración del Maryland Institute Collego of Art, una de las mejores escuelas de Arte de EE.UU. y como profesor enseño ilustración en distintas técnicas, acuarelas, dibujo, arte digital… y con temática distinta: ilustración infantil, de cómic, concept art para videojuegos, etc… Doy una visión general de las posibilidades de la ilustración para que los estudiantes puedan elegir lo que les gusta más y puedan ganarse la vida con ello”.