El presidente de Pescanova vendió casi la mitad de sus acciones sin informar a la CNMV
- La ley vigente obliga a comunicar estos movimientos en el momento de venta
- Asegura que usó el dinero para resolver problemas de liquidez de la empresa
La presentación de la solicitud de concurso de acreedores de Pescanova se ha producido en medio de la polémica surgida por el anuncio del presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, de que había vendido cerca de la mitad de su participación accionarial en la empresa en diciembre, enero y febrero pasados, justo antes de la presentación del preconcurso de acreedores que provocó a una caída del 60% de sus acciones en Bolsa.
Esta venta no fue comunicada en su momento a la CNMV lo que vulnera la Ley del Mercado de Valores, por lo que puede llevar a que el regulador bursátil a sancionar a Fernández de Sousa, al menos, por una falta muy grave, ya que los administradores y los inversores relevantes están obligados a comunicar a la CNMV los cambios en sus participaciones y tienen para hacerlo cuatro días hábiles bursátiles.
Una venta de casi dos millones de acciones
El presidente de Pescanova comunicó este lunes a la CNMV que vendió durante diciembre, enero y febrero "un paquete significativo de sus acciones", casi dos millones de títulos. Según asegura en su nota, esa venta le "generó importantes pérdidas" y redujo su participación al 7,45%, un porcentaje que le mantiene como principal accionista.
En el comunicado remitido a la CNMV, Fernández de Sousa insiste en que, "preocupado por la situación de tesorería del Grupo y las dificultades que Pescanova tenía para financiarse, decidió poner su patrimonio a disposición de la compañía para resolver problemas urgentes de liquidez. Y, por tanto, dio instrucciones a los administradores de sus sociedades para que el dinero neto resultante de la venta se utilizara de esta manera".
En esa misma nota, Pescanova asegura que su presidente aportó al supervisor "los documentos que acreditan la entrega a la Compañía de estos préstamos a principios de febrero". Y esto, señala la empresa, "es muy significativo porque, en aquellos momentos, seguía intacta la imagen de Pescanova", ya que aún no había trascendido su delicada situación financiera.
Accionistas "indignados"
La cervecera Damm, una de las empresas accionistas de Pescanova, ha manifestado estar "sorprendida e indignada" ante la revelación hecha por Fernández de Sousa.
Según han explicado a Efeagro fuentes de Damm, al ocultar sus ventas a la CNMV, el presidente de Pescanova pudo mantener los cuatro puestos en el consejo de administración de la firma, un derecho que le otorgaba la participación del 14% que se pensaba tenía hasta ahora.
El Grupo Pescanova emplea directamente a más de 10.000 personas en todo el mundo -1.500 de ellos en Galicia- y es la primera firma pesquera a escala europea. Se encuentra entre los diez mayores conglomerados del sector a nivel internacional, según ha detallado en un comunicado.
Entre sus activos, la empresa incluye una flota de más de 90 barcos, el valor de sus licencias de pesca, más de cincuenta instalaciones de acuicultura, las fábricas de procesamiento de pescado y la penetración de su marca en el mercado.