¿Sigue siendo el oro un valor refugio para los inversores?
- Acumula una caída superior al 20% desde su máximo histórico de 1.921 dólares
- El precio del oro ha encadenado doce años de subidas
- Los bancos centrales atesoran un 19% de las reservas de oro del mundo
El oro es uno de los activos más castigados de 2013, con una caída cercana al 20% en lo que va de año. Pero ese descenso se ha acentuado en los últimos días, lo que ha provocado que la onza de oro registrara el pasado martes su nivel más bajo desde febrero de 2011.
“Se vendieron 124,4 toneladas en contratos de oro en una operación puntual“
"Se vendieron 124,4 toneladas en contratos de oro en una operación puntual que, con sus consecuencias, ha provocado una bajada de precio”, ha explicado la responsable de marketing de Oro Direct, Corinna Heilmann.
No obstante, desde Citi consideran que la caída del oro se debe a que los inversores dan por superada la peor fase de la crisis financiera y está perdiendo atractivo como refugio.
De la misma manera, desde el Instituto de Estudios Bursátiles, el economista José Manazanares explica el cambio de tendencia en la cotización del preciado metal como un reflejo de la situación económica actual. "Han desaparecido todos los miedos de que podía haber una quiebra del sistema financiero, entonces el oro que actúa como refugio ya no es una justificación como tal".
“El oro que actúa como refugio ya no es una justificación como tal“
Por otra parte, al inicio de la semana los inversores conocían el dato del Producto Interior Bruto (PIB) de China en el primer trimestre de 2013, cuando creció un 7,7%, dos décimas menos que en el último trimestre de 2012 y menos de lo esperado por los analistas.
Por tanto, la desaceleración económica del gigante asiático, que es el mayor consumidor de metales, hace temer un descenso de la demanda de las materias primas, entre ellas el oro, que, tras años de bonanza, puede continuar cayendo, según los analistas, al perder preponderancia entre los inversores.
Tampoco han ayudado al preciado metal los rumores sobre la previsible venta masiva de oro procedente de las reservas de bancos centrales, como el de Chipre y el cambio en sus políticas expansivas sugerido por la Fed en las actas de su última reunión.
Sin embargo, paralelamente, la actual tendencia bajista del metal precioso ha abierto otro debate entre los bancos centrales -que son poseedores de un 19% de las reservas de oro del mundo-, que se plantean ahora comprar más aprovechando su bajo precio.
"El crash del oro"
El oro caía a plomo en Wall Street el pasado lunes. Ese día registró su peor caída desde 1980 tras dejarse un 9,3%. Así, el metal precioso daba continuidad a las fuertes pérdidas de la anterior semana, cuando se dejó cerca del 5%, acumulando una caída superior al 20% desde que alcanzó el máximo histórico de 1.921,15 dólares en septiembre de 2011.
Algunos analistas han atribuido esta caída al hecho de que varios fondos de capital hayan decidido desprenderse de sus inversiones. Por lo tanto, los expertos esperan que, tras la volatilidad de los últimos días, el precio del oro, que lleva doce años de subidas, se corrija y se estabilice.
También en el mercado de Londres cayó con fuerza, lo que llevó el precio del oro al contado a situarse en 1.355,80 dólares por onza, lo que supone su nivel más bajo desde el 14 de febrero de 2011.
“No parece que haya muchos compradores dispuestos a atrapar este cuchillo en caída y prevemos más volatilidad“
A la decepción de los datos macroeconómicos, se unía la revisión a la baja que los analistas del banco de inversiones Goldman Sachs hacían la pasada semana sobre el precio medio que registrará el oro este año, estimado en los 1.545 dólares la onza, frente a los 1.610 que habían calculado anteriormente.
"No parece que haya muchos compradores dispuestos a atrapar este cuchillo en caída y prevemos más volatilidad en el oro en el futuro cercano", ha dicho a Market Watch el analista de Stutland Volatility Group, Luke Rahbari.
Desde el arranque de 2013, los mercados de valores neoyorquinos han registrado unas subidas superiores al 10%, y sus principales indicadores han llegado a conquistar máximos históricos, por lo que los inversores se han alejado de valores considerados refugio como el oro.
“Esta caída no cambia el hecho de que el oro es un valor refugio“
Algunos han decidido deshacerse de este activo por la percepción de que ya no es necesario como inversión estable frente a los vaivenes de la crisis, aunque el analista jefe de BullionVault, Adrian Ash, afirma que esta caída no "cambia el hecho de que el oro es un valor refugio".
A su juicio, la caída del metal precioso "es un suceso natural", ya que "ha subido tanto, durante tanto tiempo, que una corrección es normal y natural", y recuerda que el precio del oro se ha incrementado durante 12 años seguidos frente al dólar.
“Ha subido tanto, durante tanto tiempo, que una corrección es normal“
Por contra, para los analistas de Serenity Markets, la situación del oro como valor refugio podría estar cambiando a la vista de que en las últimas semanas grandes inversores están deshaciendo posiciones en los mercados de materias primas.
La compra de oro en España se cuadruplica
Por otra parte, la compra de oro como inversión -de 24 quilates y en forma de lingote- se ha multiplicado por cuatro en España desde el inicio de la crisis económica en 2008, tal como ha explicado el director comercial de la empresa Oro Inversor, Gabriel Ruiz, durante la presentación de una delegación de la empresa en Valladolid.
A pesar de que ha aumentado la compra de oro como inversión, España se encuentra en este aspecto muy lejos de otros países como Alemania, ha añadido.
“El oro es el único activo que ha demostrado sobrevivir ante cualquier circunstancia“
Ruiz ha señalado que los ciudadanos se plantean ahora dónde invertir y quieren tener a salvo su dinero, ante lo que el oro es "el único activo de inversión que ha demostrado sobrevivir ante cualquier circunstancia".
El directivo de Oro Inversor ha explicado que, según varios estudios de mercado, en España se vendió en 2012 oro de inversión por un valor de aproximadamente 1.000 millones de euros, de los que alrededor del 80% se ha vendido a particulares en lingotes de diez o menos gramos.