Horacio Cartes: un empresario recién llegado a la política e investigado en varias ocasiones
- Posee un emporio comercial y un equipo de fútbol
- Ha sido investigado por diferentes delitos pero nunca condenado
- Diriges del propio Partido Colorado se opusieron a su ascenso
El nuevo presidente de Paraguay, Horacio Cartes, entró en el Partido Colorado en 2009 y ha conseguido en apenas tres años hacerse con su liderazgo. Según la prensa, el ahora presidente habría votado por primera vez en estas elecciones.
El Partido Colorado ha controlado la política paraguaya durante 60 años y sostuvo la dictaudra de Alfredo Stroessner (1954-89). Cartes se afilió al Asociación Nacional Republicana (ANR, nombre oficial del partido) en 2009, y en 2010 fundó una corriente interna, Honor Colorado (HC, como sus propias iniciales), y desde allí ha preparado su campaña.
Su ascenso, sin embargo, contó con la oposición inicial de dirigentes colorados históricos, que Cartes se ha ido ganando para su causa prometiendo "un nuevo rumbo para el Paraguay".
Sus oponentes del Partido Liberal le acusan de vínculos con el narcotráfico, evasión de divisas y lavado de dinero, algo que él ha negado y ha achacado a una "guerra sucia". Sólo una vez fue procesado y quedó absuelto.
El expresidente Fernando Lugo, por su parte, le señala como el organizador del juicio político en el que fue destituido, en junio de 2012.
Empresario investigado por diferentes delitos
Nacido en Asunción el 5 de julio de 1956, Horacio Manuel Cartes Jara completó la educación secundaria y se trasladó a EEUU para hacer estudios técnicos (motores de aviación) y una trabajar en Kansas con la empresa aeronáutica Cessna, de la que su padre era representante en Paraguay.
Con 19 años, según su biografía oficial, regresó a su país y "comenzó sus actividades de emprendimiento comercial" en una casa de cambios que después se convirtió en el Banco Amambay, pilar del Grupo Cartes, un emporio de 25 empresas (tabacos, bebidas, ganadería, transporte, comercio) que le ha convertido en millonario, en el que trabajan unas 3.000 personas. Desde 2001 preside el club de fútbol Libertad.
El episodio más oscuro de su biografía es su fuga tras ser acusado de participar en un esquema ilegal de obtención de dólares preferenciales. Sus abogados aseguran, por el contrario, que fue "perseguido" de la dictadura de Stroessner, a cuyo término en 1989 Cartes regresó, se entregó y fue absuelto.
A lo largo de la pasada década, Cartes ha sido investigado en Brasil y también por la DEA estadounidense por lavado de dinero y contrabando de cigarrillos. En Paraguay ha sido objeto de pesquisas por la aparición de cargamentos de droga en alguna de sus propiedades, aunque nunca ha sido procesado.
"Yo no estaría pretendiendo ser presidente si tuviera relación con narcotraficantes y tampoco pretendo legalizar nada. Tuve amigos y compañeros de promoción con quienes jugaba al fútbol que malograron sus vidas", ha declarado Cartes en una entrevista durante la campaña.
Oposición dentro y fuera de su partido
El expresidente paraguayo Nicanor Duarte dijo que, con el ingreso de Cartes en la ANR comenzaba "la era de la pornografía política" y la presidenta del partido, Lilián Samaniego, aireó también sus supuestos vínculos con el narcotráfico, pero ambos terminaron sumándose a su proyecto.
Su rival derrotado, el liberal Efraín Alegre, además de llamarlo "narco", se burlaba de él asegurando que era un "muñeco" que se tiene que aprender de memoria los discursos.
Aunque Cartes ha rehuido el debate y se le percibe incómodo ante la prensa, su costosa campaña de publicidad ha conseguido trasladar a buena parte de la ciudadanía una imagen de frescura y una promesa de eficacia frente a la corrupción.
Separado hace años de su esposa, María Montaña, con la que tiene tres hijos de 15 a 28 años, se le han atribuido varias relaciones sentimentales. La mujer siempre a su lado es su hermana, Sara, que estudió Administración de Empresas y ocupa un despacho junto a él en el Grupo Cartes.