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Cascos para bicicleta plegables con todas las medidas de seguridad

  • Es un casco de polipropileno expandido que queda plano
  • Han desarrollado cuatro modelos con tallas estándar
  • Ha pasado todas las pruebas de ensayo según la normativa europea

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Una ciclista poniéndose el casco desplegado.
Una ciclista poniéndose el casco desplegado.

Los cascos plegables para bicicletas ya existen en algunos países, como Alemania o Dinamarca, pero no han llegado a desarrollarse hasta el punto de quedar planos al plegarlos. Tres ingenieros industriales que residen en Valencia han desarrollado, en los últimos dos años, un casco para ir en bicicleta que se puede llevar en el bolso plegado y que ha sido homologado oficialmente.

El creador de la idea, Carlos Ferrando, quien lleva años desplazándose en bicicleta, ha explicado a RTVE.es que el proyecto surgió por una cuestión de comodidad personal. El casco no se puede dejar atado a la bicicleta y prácticamente no cabe en una mochila y mucho menos en un bolso. Por eso a Ferrando se le ocurrió diseñar un casco que se pudiera plegar hasta quedar plano y que se pudiera llevar en un bolso de mujer.

Investigación de materiales y test de seguridad

Los tres ingenieros han investigado materiales y han hecho pruebas de geometría durante dos años. Finalmente, el equipo optó por hacer el casco con polipropileno expandido, un polímero termoplástico, cuya densidad y características hacen que tenga la flexibilidad suficiente como para poder absorber el impacto.

Para definir el tamaño que debían tener los cascos han contado con la aportación del Instituto de Biomecánica Valenciano (IBV), que les facilitó información sobre sus estudios de tamaños de cabeza. Así, han podido trabajar mejor el dimensionamiento interno del casco y el  tallaje, que han establecido en cuatro tallas: XS para niños y para adultos las tallas pequeña, mediana y grande.

El equipo también ha trabajado para cumplir los estándares de seguridad que establece la normativa europea EN 1078  en cuanto a los requisitos y métodos de ensayo para garantizar la  calidad y seguridad del caso para ciclistas y para usuarios de  monopatines y patines de ruedas.

Ferrando ha indicado que hace dos meses el casco superó todos los test de ensayo con la compañía de ingeniería, ensayos y servicios de homologación para la industria del automóvil Applus+IDIADA. Llevaron a cabo tres intentos hasta dar con el modelo correcto, después de ir mejorándolo.

Ejemplos de estas pruebas son someter el casco a una  temperatura de 50 grados, colocarlo en un maniquí y lanzarlo de cabeza a un yunque, simulando un choque con un bordillo. También pasó las pruebas en las que se medía la capacidad del casco de no salir disparado o la sujeción de la correa.

Casco de estilo urbano

El casco de la start-up Closca tiene la característica, además, de que se puede cubrir con una funda lavable e intercambiable

Estará disponible próximamente en la talla mediana (poco a poco irán ofreciendo el resto de tallas) y en seis colores: uno impermeable gris oscuro; otro color mostaza con visera y sin visera de pico de  pato; uno gris unisex que se puede llevar con traje y otro entre malva y violeta. Los dos colores restantes se darán a elegir a los usuarios en las redes sociales. El precio para el casco de adulto será de 58 euros, mientras que el de niños está por definir. 

El uso del casco en ciudad es un tema polémico en la actualidad, ya que la Dirección General de Tráfico, que se dispone a reformar el Reglamento General de Circulación de España, quiere que sea obligatorio. 

Aunque el proyecto aún tiene que pasar por Consejo de Ministros y tramitarse en el Congreso de los Diputados, ha encontrado oposición entre asociaciones de usuarios de bicicletas y algunos ayuntamientos ya que temen que la obligación disuada a los usuarios de desplazarse en bicicleta, entre otras razones.