Un policía municipal dice al juez que alguien debió de olvidarse de la fiesta del Madrid Arena

• Había 12 agentes pero debería haber habido centenares, según el testigo
• También han declarado ante el juez dos agentes de la policía nacional
• Reconocen que no sabían qué documentación tenían que recoger

El policía municipal que ha declarado como testigo este jueves ante el juez que investiga la muerte de cinco jóvenes en el Madrid Arena el pasado 1 de noviembre ha asegurado que alguien se olvidó de que había una fiesta de Haloween y de que había que preparar un dispositivo de seguridad para el evento, según han explicado a los medios de comunicación los abogados de dos de las víctimas.

El agente municipal ha explicado al titular del Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid, Eduardo López-Palop, que la noche de la tragedia hubo 12 agentes municipales en el Madrid Arena, otros dos en la Plaza de los Cubos y se requirió el apoyo de otros dos para la Plaza de España, según Abdón Núñez, el abogado de la familia de Belén Langdon, una de las fallecidas.

Al parecer, un día antes de la fiesta, el 30 de octubre, el suboficial de la Policía Municipal Emilio Rodríguez Corral le comunicó a la jefa de Unidad Cándida Jiménez que tenía que hacerse cargo de los distritos de Centro y de Moncloa-Aravaca, pero se le debió pasar la fiesta del Madrid Arena, de acuerdo con el testimonio del agente municipal.

El juez ha comentado que le parecía "increíble y demencial" que la Policía Municipal no tuviera suficientemente previsto un evento de las características de la fiesta del Madrid Arena, con el aforo y la peligrosidad que podía conllevar, ha apuntado Felipe Moreno, el abogado de la familia de Rocío Oña, una de las víctimas.

Ha reconocido que la dotación de la Policía Municipal era "totalmente insuficiente", ya que en ocasiones anteriores y en otros eventos similares se había previsto el despliegue de cientos de policías municipales para poder intervenir en varios "botellones", incluso a caballo y con perros.

Además, el agente municipal ha puesto de manifiesto que no hubo cambio de nivel de riesgo del evento de medio a alto porque no se alcanzó el número de agentes requerido y tampoco hubo sargento, ni oficial.

Tanto Núñez como Moreno han destacado que la declaración del policía municipal demuestra que "no hubo previsión, ni organización, ni adopción de medidas a posteriori".

Dos policías nacionales declaran como testigos

Además de este policía municipal, han declarado también como testigos dos policías nacionales que han asegurado que ellos se limitaron a recoger la documentación del evento antes de la fiesta.

Ambos han destacado que no tenían capacidad para inspeccionar el recinto ni para desautorizar la apertura de puertas del pabellón porque hubiera más aforo o porque faltara documentación.

Uno de ellos ha indicado que, junto a un compañero, se limitó a recoger documentación del evento antes de la fiesta, que luego depositó en "una bandeja" en la oficina de la Policía, según María José Siñeriz, la abogada de Cristina Arce, una de las víctimas de la tragedia.

Ha detallado que le entregaron la documentación en un sobre y que no sabía qué papeles tenía que pedir, ya que, en su orden de servicio, no estaba especificado.

Siñeriz ha señalado que, según la Ley de Espectáculos, los agentes debían solicitar la licencia de funcionamiento del pabellón y comprobar el plan de seguridad, mientras que, de acuerdo con el Reglamento de la Policía, debían inspeccionar la enfermería.

El agente ha ratificado su declaración ante la Policía, aunque se ha retractado al indicar que no vio el "botellón" y fue el coordinador de seguridad de Madrid Espacios y Congresos, José Rodríguez Caamaño, quien le advirtió de ello, según el abogado de la familia de Belén Langdon.

Ha subrayado que no tenía ni formación técnica, ni experiencia para inspeccionar el recinto y que no tenía capacidad para desautorizar la apertura de puertas del pabellón en función de que hubiera más aforo o faltara documentación.

La Policía Científica no puede identificar a Flores retirando una valla

Las partes han visionado en el juzgado las imágenes de las cámaras del pabellón en las que la Policía Científica no puede identificar al organizador del evento, Miguel Ángel Flores, retirando una valla que facilitó el acceso de cientos de jóvenes al recinto.

Moreno ha detallado que las imágenes revelan la entrada masiva de personas al pabellón por la zona VIP, sin ningún tipo de requisas ni control, así como "riadas" de gente que se desvían de la zona VIP al portón de emergencias.

La Policía Científica entregará próximamente en el juzgado el informe que ha elaborado tras visionar unas mil horas de grabación de las 123 cámaras de vigilancia del Madrid Arena.