Spirou cumple 75 años
- Lo celebra con una gran exposición en Bélgica
- La editorial Dupuis lanza 'Spirou.Z', una versión para tablets
A sus 75 años, el botones pelirrojo Spirou mantiene su espíritu jovial y aventurero tras pasar por el pincel de 22 dibujantes diferentes y dejar atrás al otro gran icono del cómic belga, Tintín, y se enfrenta ahora al nuevo reto de adaptarse a la era digital.
El Centro Belga del Cómic (CBBD) ofrece desde hoy un recorrido a través de tan dilatada trayectoria en la exposición Spirou, de mano en mano, organizada en el marco de su 75 aniversario y con la colaboración de la editorial Dupuis.
Para desvelar el secreto de su eterna juventud hay que remontarse a los orígenes de este personaje, uno de los pocos en el cómic europeo que pertenece a un editor en lugar de a su creador.
Spirou significa "Ardilla"
Spirou vio la luz el 21 de abril de 1938 en la revista infantil del mismo nombre lanzada por el editor valón Jean Dupuis, quien encomendó al dibujante francés Rob-Vel la tarea de llevar a las viñetas su idea de personaje hiperactivo, travieso y aventurero, o como se solía llamar en el sur de Bélgica a los jóvenes revoltosos: un spirou ("ardilla" en dialecto valón).
Rob-Vel (1909-1991), quien también trabajaba en la hostelería, decidió darle el aspecto de un botones con uniforme y gorro rojos, y su creación conectó pronto con un público joven que se vio identificado en el carismático personaje.
Desde entonces, no ha parado de evolucionar a lo largo de más de sesenta aventuras recogidas en otros tantos álbumes y tras pasar por manos de diversos dibujantes, desde «papas» del cómic franco-belga como Jijé o Franquin hasta reconocidos autores contemporáneos como Schwartz, Emile Bravo o Yoann.
Los tesoros de la exposición
Esta evolución puede observarse en algunas de las planchas originales exhibidas en la muestra, como la dibujada por Jijé en 1951 para la historieta Spirou et les hommes-grenouilles (Spirou y los hombres rana).
Jijé (1909-1951) fue precisamente quien dotó al personaje de un aspecto más depurado y vanguardista que el de Rob-Vel, quien tuvo que abandonar sus trabajos para la revista y ceder su personaje al editor al alistarse en las filas francesas durante la Segunda Guerra Mundial.
El dibujante belga fue también el creador de Fantasio, compañero inseparable de Spirou pero con un carácter más gruñón y alocado que el del botones.
Otra de las joyas de la exposición es la primera plancha de Spirou realizada por en 1948 por Franquin, padre de otros personajes inolvidables como Gaston Lagaffe (publicado en España como Tomás el gafe) y Marsupilami, que también vieron la luz en las páginas del Journal de Spirou.
La evolución de Spirou
Tanto Jijé como su discípulo Franquin definieron las bases del personaje y fueron los principales responsables de la "era dorada" de Spirou pasada la mitad del siglo XX y del éxito editorial de la revista homónima, progresivamente enriquecida con otras series de historietas como Los Pitufos o Lucky Lucke.
El Journal de Spirou sufrió una importante caída de ventas con la marcha de estos dos grandes creadores a finales de los años sesenta.
Pero logró repuntar captando nuevos autores como el galo Jean-Claude Fournier, el belgo-argentino François Walthéry o el belga Jacques Le Galle, que reinventaron al personaje estrella e introdujeron protagonistas femeninos en otras historietas, una novedad significativa.
Spirou y su revista también resistieron el bache de la década de los ochenta, cuando la evolución del mundo editorial -marcada por la irrupción del cómic underground y de series más orientadas al público adulto- provocó la desaparición de sus grandes competidores francófonos, Le Journal de Tintin, cuna del célebre personaje de Hergé, y Pilote, donde se publicó Astérix y Obélix.
Spirou entra en la era digital
Ahora, en plena era digital, Spirou afronta el gran desafío de seguir adaptándose a los gustos y hábitos de las nuevas generaciones.
Aprovechando su 75 aniversario, Dupuis ha lanzado Spirou.Z, una versión interactiva de la revista para tabletas digitales, cuyo primer número puede descargarse por internet, anunció la editorial en su página web.
Esta edición "piloto" utiliza las técnicas de lectura "turbomedia" y "scrolling" para permitir al lector saltar entre viñetas o hacerlas desfilar como secuencias animadas, y ha sido desarrollada por jóvenes creadores provenientes del cómic, la ilustración, la fotografía y la animación.
Spirou.Z tendrá una periodicidad mensual mientras que la edición en papel continuará saliendo cada semana, y sólo el tiempo dirá si el sale también airoso de esta nueva aventura.