La policía reprime las protestas por los casi 300 muertos en el edificio derrumbado en Bangladesh
- Es el peor accidente industrial de la historia del país
- Aún siguen apareciendo supervivientes
- La Policía reprime la protesta de los trabajadores textiles
- Las autoridades buscan al dueño del edificio
La cifra de muertos por el derrumbe de un edificio de ocho plantas en Bangladesh es ya de 292. El saldo final podría superar los 300, porque se teme que entre 300 y 400 personas puedan estar aún en el interior. Se trata ya del peor accidente industrial en la historia del país.
En el edificio, el Rana Plaza, situado en la localidad de Savar, cerca de la capital, Dacca, se encontraban en el momento del siniestro miles de trabajadores textiles empleados en talleres que servían a conocidas marcas de ropa de Estados Unidos y Norteamérica.
Rescatados con vida
A pesar de que la cifra de muertos no deja de aumentar, aún siguen apareciendo supervivientes. Durante la noche del jueves al viernes, 62 personas han sido halladas con vida, según informa la agencia Reuters. 41 de ellas han sido encontradas en una misma habitación.
"Aún hay gente con vida bajo los escombros, y esperamos rescatarles", ha declarado el vice director de los bomberos, Mizanur Rahman. En total, han sido rescatadas con vida 2.300 personas, la mitad de ellas heridas.
En el momento del derrumbe podría haber 3.122 personas en el interior, la mayoría trabajadoras de talleres textiles, según un portavoz de esta industria, citado por Reuters.
Protestas de los trabajadores textiles
Este viernes, centenares de miles de personas han salido a las calles para protestar por las condiciones laborales de los 3.6 millones de trabajadores textiles de Bangladesh, que han vuelto a quedar en evidencia con este suceso, que se suma al de noviembre de 2011, cuando 124 trabajadores murieron en el incendio de otra fábrica.
En las protestas se han incendiado varios vehículos y se han producido daños en varias factorías. Según AFP, en Savar la Policía ha disparado balas de caucho y gases lacrimógenos contra los manifestantes a escasos metros de los escombros del Rana Plaza.
La mayoría de las fábricas del país permanecen cerradas y el domingo hay convocada una huelga nacional.
El 60% de la producción de tejidos y ropa del país se exporta a Europa; el 23% a EE.UU. y un 5% a Canadá.
La marca británica Primark, la canadiense Loblaw y la danesa PWT reconocieron el jueves que trabajaban con talleres situados en el Rana Plaza. La española Mango ha asegurado que tenía una petición de muestras con una de las empresas, pero que no se había ejecutado, mientras la italiana Benetton ha negado tener ninguna relación con el edificio.
Se busca a los propietarios
Según Mohammad Atiqul Islam, presidente de la Asociación de Fabricantes y Exportadores Textiles de Bangladesh (BGMEA), los propietarios de los cinco talleres del Rana Plaza ignoraron las advertencias de la asociación tras la aparición de grietas en la estructura.
"Les dijimos que no abrieran las fábricas, que enviaríamos a nuestro ingeniero y que no abrieran hasta que no diera la luz verde", ha declarado Islam a Reuters. "Pero desafortunadamente violaron nuestras instrucciones".
Mientras tanto, se sigue buscando al propietario del edificio. El jefe de Policía del distrito, Habibur Rahman, le ha identificado como Mohammed Sohel Rana, un líder del partido en el poder en Bangladesh.
Un asesor del primer ministro ha prometido que "no se va a perdonar a nadie".