Las autoridades de Bangladesh pierden la esperanza de encontrar supervivientes
- Las grúas comienzan a retirar los escombros en el edificio derruido
- La cifra de muertos es de 381 personas
- Nuevo día de protestas de los trabajadores textiles
Las autoridades de Bangladesh han afirmado este lunes que es improbable que puedan hallarse más supervivientes entre los escombros del edificio que el pasado miércoles se derrumbó en la localidad de Savar, matando al menos a 381 personas.
"Hemos asumido que no queda nadie con vida", dijo el general de brigada Ajmal Kabir, que dirige las operaciones de auxilio, al portal de noticias bdnews24.com.
Las grúas han empezado a trabajar para levantar grandes bloques de cemento entre los restos del Rana Plaza, en el que se ubicaban varios talleres textiles que abastecían a conocidas marcas de Europa y Norteamérica.
Hasta el momento 2437 personas han sido rescatadas de entre los escombros, pero en el momento del desastre se encontraban en su interior más de 3000, en su mayoría mujeres que trabajaban en los talleres.
Durante la noche, un incendio causado por la chispa de una herramienta de los equipos de rescate ha complicado aún más las labores de búsqueda. Una mujer, atrapada por la cintura, no pudo ser salvada debido al fuego.
"No pudimos salvar a esa mujer. Se llamaba Shashina y era de Kushtia", ha declarado a la prensa local un bombero que resultó herido, según recoge la agencia Efe.
Según informa Reuters, el gobierno bengalí habría rechazado un ofrecimiento del Reino Unido de asistencia técnica en las labores de búsqueda de supervivientes.
Las protestas continúan
Mientras tanto, continúan las protestas de los trabajadores textiles por las condiciones laborales que han provocado tragedias como la del Rana Plaza.
Tropas paralimitares se han desplegado en el centro industrial de Gazipur, donde los manifestantes han destuido coches y han prendido fuego a una ambulancia. La Policía ha usado gas lacrimógeno para dispersar a la multitud. En Ashulia, otro polo industrial, 15 personas han salido a la calle, según informa AFP.
Las protestas han forzado a las autoridades a cerrar varias fábricas que habían reabierto este lunes, tras dos días de cierre. La oposición política ha convocado una huelga nacional para el 2 de mayo.
Este lunes, la primera ministra, Sheikh Hasina, ha visitado por primera vez el lugar del accidente y ha hablado con las víctimas en el hospital Enam Medical de Savar.
Las autoridades afirmaron que los dueños de los talleres ignoraron las grietas que aparecieron un día antes del accidente en el edificio y obligaron a los trabajadores a entrar en él. La Policía ha arrestado al dueño del edificio, que habría intentado huir a India, y a tres propietarios de los talleres, así como a dos ingenieros municipales.
La Policía sigue buscando al empresario español David Mayor, director general de Phantom-Tac, una de las fábricas textiles que se alojaban en el edificio, que se encuentra en paradero desconocido.
El desastre ha vuelto a poner de manifiesto las malas condiciones laborales y de seguridad que sufren los trabajadores de talleres textiles en el país asiático, que abastecen a multinacionales occidentales.