El foro de la paz de Bogotá se muestra favorable a la entrada de las FARC en política
- El apoyo casi unánime del foro contrasta con el rechazo del 67% de la población
- Mientras tanto, en Cuba, continúan las negociaciones entre Gobierno y guerrilla
El foro de la paz de Bogotá, organizado por la ONU y la Universidad Nacional de Colombia, se ha mostrado en su segunda jornada favorable a la participación de las FARC en la vida política, una vez alcanzado un acuerdo con el Gobierno.
El director del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Proceso de Paz de la Universidad Nacional, Alejo Vargas, se ha expresado en este sentido, destacando en rueda de prensa que, aunque "hubo matices distintos", nadie se ha opuesto, lo que contrasta con el 67% de oposición popular que han marcado las últimas encuestas.
"Hay opiniones que se inclinan a una posición más cercana a la amnistía o indulto y otras que dicen que tiene que haber justicia", ha explicado Vargas al considerar que la clave está en cómo se aplicaría la justicia transicional en la etapa de postconflicto.
Segunda jornada
En el segundo día del foro, y tras escuchar experiencias exitosas de otros procesos a nivel internacional, como los de El Salvador, Uruguay, Filipinas y Sudáfrica, los delegados han iniciado el debate a puerta cerrada y en grupos reducidos.
La jornada ha estado dedicada a perfilar las propuestas finales, que se harán públicas este martes para después enviarlas, el 20 de mayo, a la mesa de La Habana, donde el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) negocian la paz desde el pasado noviembre.
El apoyo de los partidos a la participación de las FARC en la vida política contrasta con la opinión del pueblo que, según las últimas encuestas, rechaza en un 67% dicha integración.
El foro sobre participación política comenzó este domingo en Bogotá con la participación de unos 1.400 delegados de diferentes organizaciones políticas y sociales de 18 sectores (doce partidos colombianos con personalidad jurídica y seis movimientos políticos y sociales).
La gran ausencia es la de Centro Democrático, el movimiento político recién fundado en Colombia y liderado por el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010).
Desarme definitivo de las FARC, clave
Entre los invitados internacionales en el foro, con gran peso de experiencias foráneas, está el abogado sudafricano Brian Currin, que en 1994 presidió una comisión de investigación sobre el periodo del "apartheid" (segregación racial) y posteriormente participó en la creación de la Comisión para la Verdad y la Reconciliación de Sudáfrica.
Currin ha advertido en una entrevista con Efe que, para que el proceso de paz en Colombia llegue a buen puerto, las FARC deben comprometerse a "deponer las armas" de forma irreversible.
Ha añadido que, en el momento en el que se encuentra el diálogo en La Habana, "la cuestión más importante es construir confianza" ya que ésta es una garantía para que ambas partes alcancen "acuerdos duraderos" y pongan fin al largo conflicto armado.
Canalizar las reivindicaciones en programas políticos
Por su parte, el senador uruguayo y excombatiente del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros (MLN-T) Ernesto Agazzi ha instado a las FARC y al Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda guerrilla colombiana, a canalizar sus reivindicaciones en programas políticos realistas capaces de articular transformaciones sociales más allá de "la toma del poder".
El senador ha reconocido, en la misma entrevista, que la lucha guerrillera en América Latina ya "no tiene ninguna perspectiva" y mantenerla en el contexto histórico actual "es una locura".
Aún así, ha recomendado a las FARC que antes de dejar las armas se aseguren "garantías" y ha animado a creer que no "los van a matar al otro día".
Las negociaciones continúan en Cuba
En coincidencia con el foro de la paz, el jefe negociador del Gobierno colombiano, Humberto de la Calle, ha asegurado desde La Habana que "sin armas, el Estado ofrece las garantías necesarias" para que las FARC "se incorporen a la democracia".
"Es útil que el Estado amplíe el marco de la participación y consolide un estatuto que garantice los derechos de la oposición", señaló De la Calle, en una declaración leída a la prensa antes de incorporarse a la mesa de diálogo con la guerrilla.