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'Scary movie 5', más chistes, menos gracia

  • Parodia películas como 'Mamá', 'Paranormal activity' o 'Posesión infernal'
  • Destacan las breves apariciones de Charlie Sheen y Lindsay Lohan
  • Se estrena este miércoles, 1 de mayo

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Días de cine: Tráiler de 'Scary Movie 5'

Han pasado 33 años desde que Jim Abrahams, David Zucker y Jerry Zucker revolucionaron la comedia cinematográfica con la fórmula de la parodia de gags acumulativos de Aterriza como puedas, la primera y (todavía) el modelo por el que se miden todas sus imitadoras. Una fórmula que el director productor y guionista David Zucker sigue poniendo en práctica con estupendos resultados de taquilla y cada vez peores resultados artísticos, como en Scarie Movie 5, que produce y escribe.

Y es que, si Aterriza como puedas tenía dos chistes por minuto y al menos uno era bueno, en Scary Movie 5 apenas hay chistes buenos en una hora y veinte de película. La culpa es de un guion poco trabajado que incide en la parodia y en los chistes escatológicos sin aportar nada de originalidad. Parece que el creador de éxitos como Top Secret, Por favor, maten a mi mujer o Agárralo como puedas se está quedando sin ideas.

Aún así le auguramos un enorme éxito, como al resto de la saga, cuyas primeras cuatro películas han recaudado más de 800 millones de dólares en todo el mundo. Y es que, en época de crisis, reírse un rato no tiene precio.

Cuando el terror da risa y la risa da terror

Como las entregas anteriores, Scary Movie 5 parodia algunas de las películas más destacadas de los últimos años, en el terror y el cine fantástico en general. Principalmente, siete películas de gran éxito: Mamá (producida por Guillermo del Toro), Posesión infernal (producida por Sam Raimi), Cisne Negro (dirigida por Darren Aronofsky), El origen del planeta de los Simios (Rupert Wyatt) y Origen (Christopher Nolan), Paranormal activity (Oren Peli) y Sinister (Scott Derrickson)

De esta manera nos cuenta cómo el joven matrimonio formado por Dan (Simon Rex) y Jody (Ashley Tisdale) se ven obligados a acoger en su casa a los hijos del hermano de Dan (Charlie Sheen) fallecido en un extraño suceso. unos niños que han pasado tres años en el bosque. Entonces el caos se ceba en la vida laboral de Dan como primatólogo y de Jody como bailarina de danza clásica.

Lo mejor de la película son los primeros minutos protagonizados por Charlie Sheen (que ya aparecía en la tercera y cuarta partes de la saga) y Lindsay Lohan, en los que se ríen abiertamente de sí mismos y de sus problemas legales (auténticos) y con el sexo. Pero luego la película se va volviendo rutinaria a medida que pasa el tiempo, salvo algunos chistes puntuales, pero predomina el tedio, lo ya visto.

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Un reparto de celebridades

Sheen ya ha demostrado sobradamente sus dotes para la comedia en películas como Hot shots y su secuela, y las series Spin City: Loca alcaldía y Dos hombres y medio, en la que se parodiaba a sí mismo y su imágen de chico malo, al igual que en esta película. Y que le valió tres premios Emmy, dos nominaciones a los Globos de Oro y ser el actor mejor pagado de la televisión americana (hasta que lo echaron de la serie por sus escándalos, las drogas y un comportamiento errático y agresivo). Y la verdad es que su breve aparición es de lo mejor de Scary Movie 5.

En su escena le acompaña otra de las chicas malas de Hollywood, Lindsay Lohan, que también se autoparodia sin olvidar sus problemas con la policía ni con las drogas.

Luego, ambos son sustituidos por la chica Disney Ashley Tisdale, a la que conocimos por la serie Hotel, Dulce Hotel: Las Aventuras de Zack y Cody; y que saltó a la fama gracias a la película High School Musical, donde interpretó el papel de Sharpay Evans, lo que le permitió emprender una carrera paralela como cantante. Ashley es una estupenda cómica y se mete de lleno en su papel, lástima que el guion no esté a su altura.

Y entre los habituales cameos destacamos el de Heather Locklear, a la que conocimos en España haciendo el papel de sobrina de Linda Evans en Dinastía y , sobre todo, como Amanda Woodward en otra popular serie, Melrose Place.

En fin, uno de los momentos más bajos de una saga paródica que cada vez tiene menos gracia.