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De cocinera a Salvador Dalí en 1.648 ilustraciones en 'Dalí, la obra pictórica'

  • Taschen reedita la obra definitiva sobre la trayectoria pictórica de Dalí
  • Reúne tantas obras que la mitad de ellas apenas se conocen
  • Es un repaso exhaustivo sobre quien que solo quería "ser Dalí y nada más"

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'La persistencia de la memoria' (1931), Salvador Dalí. © The Museum of Modern Art
'La persistencia de la memoria' (1931), Salvador Dalí. © The Museum of Modern Art

Salvador Dalí (1904-1989), siempre adelantado a su tiempo, también parece haberse adelantado a las efemérides redondas y ha convertido 2013 en su año, aunque no sea hasta 2014 cuando se cumple el 25 aniversario de su muerte.

Así, el Museo Reina Sofía acaba de inaugurar la mayor retrospectiva sobre su obra realizada nunca en España y la editorial Taschen reedita la obra definitiva sobre el artista de Figueras, Dalí. La obra pictórica,  en versión económica (14,99€) -la edición original es de 1994-.

Todas, absolutamente todas, las 200 obras que se exponen en el Reina Sofía, están incluidas en la cuidada obra de Taschen porque el volumen recoge el conjunto de la obra pictórica de Salvador Dalí; un total de 1.648 ilustraciones, tantas que casi la mitad de las obras que ilustran el libro apenas se conocen, asegura la editorial.

"Esta es la primera monografía dedicada a Dalí que, salvo raras excepciones, reúne todas las pinturas verdaderamente conocidas", afirma uno de sus autores, el escritor y fotógrafo Robert Descharnes, el máximo experto en la actualidad sobre Dalí, quien lleva desde 1950 documentando y catalogando la pintura y los escritos del maestro del surrealismo, con quien trabajó codo con codo desde entonces hasta su muerte.

No obstante, Dalí. La obra pictórica,  no es una mera catalogación de la obra, sino que incluye datos documentales, dibujos, escritos y otras formas de expresión del artista como el cine o la moda, explica el autor, que añade que de los cuadros reproducidos se han excluido algunos "cuya autenticidad era cuestionable" y otros de los que Dalí no ha reconocido su partenidad. La solución de continuidad de la obra está basada en notas personales del artista coleccionadas por Descharnes.

Descharnes comparte la autoría con Gilles Néret,  historiador de arte, periodista y escritor, que se encargó del diseño gráfico.

De cocinera a Salvador Dalí pasando por Napoleón

A lo largo de sus 780 páginas, la obra de Taschen hace un exhaustivo repaso de la vida y obra de una de las grandes figuras del arte del siglo XX, a la altura de Picasso o Matisse, un excéntrico artista que nunca se cansó de repetir que no estaba loco: "La única diferencia entre un loco y yo, es que yo no estoy loco", reiteraba.

El volumen incluye el primer cuadro que pintó a los 6 añosPaisaje (Vista de los alrededores de Figueras), en 1910. Aunque a esa edad, Dalí de mayor lo que quería era ser "cocinera". A los siete años quería ser Napoleón, al que conocía de verlo en casa de unos vecinos argentinos en la etiqueta que estampaba un barrilete que contenía mate.

"Desde entonces, mi vanidad no ha dejado de crecer, lo mismo que mi delirio de grandeza: yo lo único que quiero ser es Salvador Dalí y nada más...". Y a eso, y a convertirse en genio, se dedicó toda su vida.

Maestro del surrealismo

Con un gran detalle y precisión, el volumen repasa, año a año cronológicamente, esa dedicación de Dalí, desde el joven artista de asombrosa destreza, hasta el que llega a la Residencia de Estudiantes de Madrid y que coquetea con todos los "ismos" de las vanguardias -puntillismo, impresionismo, cubismo, fauvismo, purismo y futurismo-, con los que se divierte para abandonarlos después.

El que conoce y se enamora perdidamente de Gala en 1929, cuando llegó junto a su entonces marido Paul Eluard, junto a un grupo de surrealistas; y a la que declaró su amor en un paseo por el cabo de Creus luchando contra los ataques de risa nerviosa.

Su conversión en maestro del surrealismo -"la única diferencia entre los surrealistas y yo, es que yo soy surrealista", solía decir-, su aplicación de los postulados de Sigmud Freud a la pintura, la síntesis de sus investigaciones de toda la vida y o el descubrir obras hasta ahora no reproducidas de su época tardía, como homenajes a Velázquez o Miguel Ángel...todo esto, y mucho más, lo refleja Dalí. La obra pictórica.

"Cada mañana que me despierto siento una enorme dicha: la dicha de ser Salvador Dalí", decía el genio que, jugando a serlo, llegó a serlo, y cuyos secretos están ahora a mano para cualquier lector.