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'Stoker', el homenaje de Park Chan-Wook a Hitchcock

  • Un thriller con guión de Wentworth Miller (protagonista de 'Prison break')
  • Os ofrecemos, en primicia, una secuencia con Nicole Kidman y M. Wasikowska
  • Se estrena este viernes, 10 de mayo

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Secuencia exclusiva de 'Stoker', de Park Chan-Wook

Stoker es la esperadísima primera película en hollywood del cineasta coreano de culto, Park Chan-Wook (Seúl, 1963). Un thriller oscuro, desasosegante y sorprendente que nos recuerda a las mejores películas de Alfred Hitchcock, pero añadiendo el poderío visual y la impactante forma de dirigir y montar del director de Old Boy, Simpathy for Lady Vengeance, Sympathy for Mr. Vengeance o JSA (Joint Security Area) (la película más taquillera de la historia de Corea del Sur)

Destacar un guión clásico y contenido pero repleto de giros y sorpresas argumentales, escrito por el popular actor Wentworth Miller (el protagonista de Prison Break, una serie que no debería haber pasado de su estupenda primera temporada). Miller demuestra conocer las claves del género y, lo más importante, deja que predomine el suspense frente a la espectacularidad, aunque plantee giros realmente interesantes.

Eso sí, Park Chan-Wook consigue hacer suya la película y mantener su famoso toque, sus bellas transiciones y su forma de dirigir actores (todos estupendos)

Una película que tiene un ritmo lento, pausado, pero que sabe muy bien a donde va, y que tiene algunas escenas realmente poderosas (y no sólo las de violencia, tan famosas en el cine de Chan-Wook). Un trabajo con el que Chan-Wook homenajea a su admirado Hitchcock.

Una película que fue elegida para inaugurar el reciente festival de cine de San Sebastián.

Una historia enfermiza

La película nos cuenta la historia de India Stoker (Mia Wasikowska), una joven que pierde a su padre (Demot Mulroney) en un accidente de tráfico el día de su 18 cumpleaños. Entonces India se ve atraída por su encantador y misterioso tío Charlie (Matthew Good), ante la desesperación de su inestable madre, Evie (Nicole Kidman) a la que también le gusta Charlie.

De esta manera se forma un trío enfermizo en el que nada es lo que parece y que está abocado a la tragedia; aunque nunca sepamos por dónde van los tiros hasta el final, en una espiral de suspense muy bien construido. Y lo que empieza como la típica historia de un psicópata, se convierte, en algo mucho más retorcido. Con una notable tensión sexual en un trío tan imposible como atractivo.

"La constante tensión es casi axfisiante -asegura Park Chan-Wook. Hay algo a punto de explotar, como una tetera de agua hirviendo con la tapa puesta. Una historia que tiene lugar en un espacio limitado se convierte en un pequeño universo en sí mismo".

Una historia que habla del bien y del mal y en la que Park destaca la influencia de Vértigo. De entre los muertos, de Alfred Hitchcock, pero también de directores como David Lynch, David Cronenberg, Brian de Palma y los escritores Edgar Allan Poe, M.R. James y Wikie Collins.

Una película elegante pero escalofriante

En fin, una película en la que todo es sorprendente, con un ritmo pausado (muy poco común en historias de este tipo), un excelente retrato de los personajes, un decorado claustrofóbico que es un personaje más de la historia y bastante mal rollo.

E imágenes imborrables como las sorprendentes transiciones de una escena a otra, marca personal de Park Chan-Woon, las imágenes de la sangre acabando con la pureza (no daremos más detalles), una escena de ducha que da tan mal rollo como la de Psicosis, o sus estallidos de violencia. Una película elegante pero escalofriante. Desconcertante pero irresistiblemente atractiva.

También destacan la dirección de actores, los decorados (la casa parece un personaje más) y la interpretación del trío protagonista: Mia Wasikowska (Alicia en el país de las maravillas de Tim Burton), Matthew Goode (Watchmen, Un hombre soltero) y Nicole Kidman (de la que podéis disfutar, en V.O. en la secuencia exclusiva que encabeza esta noticia).

Algunos fans del director se quejarán, quizá, de que Park Chan-Wook se ha moderado en su salto a Hollywood y de que la película no está a la altura de obras maestras como Oldboy; pero es una estupenda historia con momentos fascinantes, grandes actores, y un soberbio manejo del suspense. Y consigue dar una vuelta de tuerca a un tema tan manido como el de los psicópatas.