El telescopio espacial Herschel muestra las altas temperaturas del centro de la Vía Láctea
- Ha permitido a los astrónomos conocer una parte recóndita
- La región Sagitario A* ha permitido estudiar el centro de la galaxia
- Un investigador del Centro de Astrobiología de Madrid ha dirigido al equipo de astrónomos
El telescopio espacial Herschel, que recientemente ha llegado al final de su vida útil, ha brindado uno de los últimos descubrimientos en relación con la Vía Láctea. Ha ayudado a los astrónomos a a detectar una rica variedad de moléculas a altas temperaturas (hasta 1.000 K) en el centro de nuestra galaxia, lo que llevaría a conocer qué es lo que calienta el gas cercano a los agujeros negros en el centro de las galaxias.
Los nuevos datos sugieren que el gas molecular se calienta por choques que se añaden a la radiación ultravioleta de las estrellas gigantes que están cerca del centro de la galaxia.
Los choques se producen en el gas cuando el material se dispara hacia Sagitario A* -una fuente de radio muy compacta y brillante en el centro de la Vía Láctea que forma parte de una estructura mayor llamada Sagitario A-, la región que alberga el enorme agujero negro en el centro de la Vía Láctea, según revela la Agencia Espacial Europea.
Sagitario A* ayuda a estudiar los agujeros negros
A unos 26.000 años luz de distancia, la región central de la galaxia conocida como Sagitario A*, aloja el agujero negro más grande cercano a la Tierra, que se estima tiene una masa equivalente a cuatro millones de veces el Sol. Este agujero negro fusiona materia de sus alrededores a un ritmo moderado.
Sagitario A* proporciona a los astrónomos, por su cercanía, una oportunidad única para estudiar el entorno de los agujeros negros gigantes con gran detalle, afirma la ESA.
Sin embargo, apuntan, el centro galáctico se observa a través del disco denso de la Vía Láctea, donde el gas y el polvo en los brazos en espiral de la galaxia absorben la luz visible. Por eso la mejor manera de estudiar el material interestelar es a través de Sagitario A* y con observaciones por infrarrojos y radiofrecuencia.
Estudio de una parte recóndita de la Vía Láctea
Una nueva investigación basada en datos espectroscópicos -la espectroscopia es el estudio de la interacción entre la radiación electromagnética y la materia, con absorción o emisión de energía radiante- del observatorio espacial Herschel, ha revelado conocimiento sobre la parte más recóndita de la Vía Láctea, y por primera vez a través de longitudes de onda infrarrojas lejanas.
El equipo liderado por el investigador del Centro de Astrobiología de Madrid, Javier Goicoechea, pudo aislar la emisión infrarroja lejana de los componentes interestelares que rodeaban a Sagitario A*, gas atómico neutral, molecular e ionizado, así como polvo. Concretamente, aprovecharon la firma característica de múltiples moléculas para trazar la temperatura, densidad y otras propiedades del material que orbita el centro del agujero negro y que posiblemente caiga dentro de él.
"Detectamos una sorprendente y rica variedad de moléculas en el entorno de Sagitario A* que superaron nuestras expectativas", ha comentado Goicoechea a la ESA. "La gama de moléculas que va de monóxido de carbono muy alterado y vapor de agua hasta cianuro de hidrógeno y moléculas de luz, juegan un rol principal en la química del medio interestelar. Algunas de ellas no se habían detectado antes de la existencia de Herschel", añade.
"En observaciones previas hechas desde la Tierra con telescopios de longitudes de onda cercanas al infrarrojo estudiamos el movimiento de estas estrellas con gran detalle, pero con el telescopio Herschel hemos sido capaces de complementar los estudios examinando las condiciones físicas y la composición química del medio interestelar en la misma región", ha indicado Goicoechea.
Asimismo, han podido detectar las nubes individuales de gas que fluyen desde la cavidad central hasta el agujero negro, desde radiofrecuencias hasta rayos X y gamma. Lo que, afirma la ESA, es coherente con las emisiones de gas atómico e ionizado cercano a Sagitario A* que también fueron detectadas por el telescopio de la ESA, que descubrió serpentinas de gas moviéndose a una velocidad superior a 300 km/s.
Altas temperaturas en el centro de las galaxias
Por otra parte, otro resultado destacado por el investigador del Centro de Astrobiología de Madrid ha sido la "excepcional alta temperatura" de gas molecular hacia la cavidad central. "El monóxido de carbono alcanza hasta 1.000 K, es varios cientos de veces más cálido que el gas molecular en una típica nube interestelar", ha indicado y ha añadido que "abre una puerta a los astrónomos para abordar el problema para encontrar qué calienta el gas en el centro de las galaxias. El efecto de enormes agujeros negros a su alrededor es un tema clave en el estudio de la evolución de la galaxia".
El equipo de investigadores estudió varios posibles mecanismos de calentamiento, y descartaron el rol principal de la radiación ultravioleta cercana a las estrellas gigantes, los rayos X emitidos en los alrededores del agujero negro e interacciones con los rayos cósmicos. La razón de la exclusión fue que no explicaba la alta temperatura del gas de monóxido de carbono.