Un año de la nacionalización de Bankia: luces y sombras de la nueva vida de la entidad
- Hace un año Rato dimitó al frente de la entidad, que fue nacionalizada
- El agujero de Bankia provocó el rescate del sistema financiero español
- A Bankia se le ha inyectado casi 18.000 millones del fondo europeo
- Un ERE para 4.500 trabajadores y el cierre de oficinas, contrapartidas
- El Consejo de Administración de Bankia, imputado por la Justicia
- Miles de ahorradores, aún atrapados en las participaciones preferentes
En los primeros días del mes de mayo del año pasado se desató una tormenta sobre Bankia que acabó con el relevo en su dirección y con un plan para su saneamiento. Fueron unos días en los que la incertidumbre sobre la entidad disparó la prima de riesgo española y, como reconocía este miércoles el presidente del Gobierno, estuvo a punto de provocar la intervención total de nuestro país.
"Por estas fechas estuvimos a punto de ser intervenidos por los problemas de una parte de nuestro sistema financiero. El que para algunos era el mejor sistema financiero del mundo estuvo a punto de tumbarnos sobre la lona", dijo Mariano Rajoy en el Congreso.
Las dudas y la desconfianza pesaban ya sobre el sistema financiero español. Analistas y medios internacionales dudaban del impacto que el ladrillo podría tener en nuestros bancos y, sobre todo, en las cajas.
Pero todo se aceleró a finales de abril cuando el Fondo Monetario Internacional (FMI) señaló a Bankia como una entidad con problemas. En un informe demoledor, el FMI alertaba (sin citar expresamente a Bankia) de los peligros que acechaban sobre alguna entidad española. El organismo que dirigió el propio Rodrigo Rato, entonces presidente de Bankia, criticaba la gestión de la entidad y pedía la inyección de dinero público.
La salida de Rato y la llegada de Goirigolzarri
Los auditores se niegan a firmar esos días las cuentas de 2011: creen que la matriz de Bankia, BFA, donde se aglutinan los activos tóxicos de los que se desprende Bankia para salir a Bolsa, tiene un capital inferior al que dice: un desfase de 3.500 millones de euros.
El Gobierno y el Banco de España plantean un plan alternativo en el que la inyección de dinero público parece inevitable. Una decisión de calado solo comparable a la expropiación de Rumasa en los 80 o a la intervención de Banesto en los 90.
Para empezar, Luis de Guindos fuerza la salida de Rodrigo Rato, el que fuera su jefe en la etapa anterior en el Ministerio de Economía. Esa misma tarde, en mitad de la tormenta, Rodrigo Rato lanza un mensaje de calma: "Bankia es una entidad con un nivel de solvencia muy alto, con una muy robusta situación de liquidez... ".
Toma el relevo al frente de la entidad José Ignacio Goirigolzarri, un hombre de prestigio en el sector con más de 30 años de experiencia y que había sido consejero delegado del BBVA, entidad de la que se fue con una jubilación de más de 58 millones de euros. Goirigolzarri decía asumir el reto con ilusión y esperanza: "Asumo el puesto con un gran sentido de la responsabilidad, pero al mismo tiempo con mucha ilusión porque tenemos un proyecto de extraordinario futuro".
Rescate de la banca
En pocas semanas Bankia pasó de dar unos beneficios de 300 millones de euros a unas pérdidas de más de 3.000 millones. Ante las dudas sobre el estado real de la entidad se encargó a Oliver Wyman que hiciera un análisis de sus necesidades de capital, una fotografía fiel de las necesidades de capital de las cajas con problemas y que en un análisis preliminar dijo que Bankia necesitaba 26.000 millones de euros.
Este ejercicio de estrés test se hizo en el mes de junio y fue la base para solicitar el rescate europeo a la banca española. Bruselas ofreció una línea de hasta 100.000 millones para sanear al sector financiero.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, hablaba de línea de financiación de crédito que, aseguraba, daría credibilidad a nuestra economía. "Yo no voy a entrar en debates nominalistas. Yo lo que quiero decir es que Europa va a poner a disposición de las entidades financieras españolas que lo necesiten una línea de crédito que tendrán que devolver. Eso es exactamente lo que hay", dijo.
Tras una dura negociación, plasmada en el MoU, el memorándum de entendimiento con Bruselas, España recibió 37.000 millones para recapitalizar las entidades con más problemas.
Para Bankia estaban destinados más de 17.000 millones que llegaron, como el turrón, poco antes de Navidad. El ministro de Economía, Luis de Guindos, en presencia de José Ignacio Goirigolzarri, le hacía este guiño en un acto público: "Por fin han llegado al FROB y rápidamente, no te preocupes, se inyectarán".
ERE para 4.500 trabajadores y cierre de oficinas
Bruselas inyectaba una una importantísima cantidad de dinero en Bankia pero, como suele decirse, nada es gratis y exigía contrapartidas. Fundamentalmente exigía a Bankia que adelgazase y centrase su negocio en las zonas naturales de influencia. El plan inicial contemplaba el cierre de más de 1.000 oficinas, casi una de cada tres.
Y, además, exigía aprobar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que, finalmente se cerró con acuerdo con los sindicatos. En febrero y tras unas semanas de conflicto social en la entidad, se llegaba a un pacto con los sindicatos para la salida de 4.500 trabajadores. Muchos se irían con prejubilaciones y la indemnización rondaría los 30 días con un tope de 22 mensualidades.
El cierre de sucursales estaba previsto que culminase en un plazo de tres años, pero se ha decidido acelerar el proceso y la idea es que antes de un año se haya terminado la restructuración.
Objetivo de la entidad para 2013
El objetivo de la entidad es darle la vuelta a una situación que terminó 2012 con unos resultados récord en lo negativo. Bankia registró unas pérdidas de más de 19.000 millones de euros, las mayores de la historia empresarial española. Aún así, en la presentación de resultados anuales, su presidente resaltaba la solidez de la entidad y se comprometía a intentar devolver las ayudas a los contribuyentes.
Este 2013 ha comenzado con números verdes para Bankia. En el primer trimestre, el grupo ha obtenido un beneficio atribuido de 177 millones de euros, y eso que el contexto económico ha sido especialmente complicado. La entidad asegura que reduce costes y que mantiene estable la mora. Su director general de presidencia, José Sevilla, confía en que este año sea el de la vuelta a la normalidad.
El plan estratégico de la entidad contempla obtener unos beneficios de 800 millones para este año. Por delante quedan grandes retos, entre ellos la venta en las mejores condiciones posibles de algunas de sus participadas. Obliga Bruselas. Hay que recordar que Bankia tiene que participaciones en empresas cotizadas como Iberdrola, Mapfre, IAG, Indra o NH.
Bankia en los tribunales
La entidad también ha saltado al primer plano de la actualidad por la querella presentada contra sus gestores en la Audiencia Nacional. UpyD y el 15-M han conseguido llevar a los tribunales a la cúpula de Bankia. El juez Andreu imputó al expresidente Rodrigo Rato y al antiguo consejo de administración de la entidad por, entre otros delitos estafa, falsedad contable con el fin de captar inversión y administración desleal.
El meollo del caso es la salida a Bolsa de la entidad en el verano de 2011 y las diferentes cuentas de resultados que presentó Bankia las semanas previas a su intervención por el Estado. Por la calle Prim de Madrid, donde se encuentra ahora la sede de la Audiencia Nacional, han pasado en los últimos meses todo el que tuvo algo que ver en el caso Bankia: todos los consejeros, Rato y Olivas incluidos; el anterior gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez; o el ministro de Economía, Luis de Guindos.
Los últimos que han sido citados a declarar como testigos han sido los presidentes del Santander, Emilio Botín; del BBVA, Francisco González; y el de CaixaBank, Isidro Fainé, que acudirán a la Audiencia el próximo 24 de mayo. El juez Andreu les preguntará por las reuniones que mantuvieron con Guindos y Rato los días previos a la nacionalización de la entidad.
Protestas contra Bankia: las preferentes
Sólo de Bankia se dice que hay unos 300.000 afectados por las participaciones preferentes, inversiones que creían seguras y que podrían recuperar en cualquier momento, pero que finalmente no ha sido así. Ahora tienen que asumir una quita que en algunos casos podría llegar al 70% de su inversión inicial.
Para los casos en los que se demuestre que hubo una comercialización indebida, que el cliente no tenía conocimientos financieros y que hubo lo que se denomina "mala praxis" se plantea el procedimiento de arbitraje que, hasta el momento, han solicitado ya 29.000 clientes.
Además de las críticas de los clientes, movimientos ciudadanos como el 15-M han sido muy activos en sus protestas contra la entidad. Consideran que inyectar 18.000 mil millones a esta entidad, mientras se recorta en sanidad o educación, es una estafa.
Y por eso, hoy mismo han convocado una acción en las sucursales de Bankia. Se llama "Toque a Bankia" y consiste en ir a las oficinas y de manera pacífica "ser cansinos", preguntar por productos y mostrar su malestar.