La jefa del operativo policial del Madrid Arena dice que pidió refuerzos pero se le denegaron
- Ha declarado como testigo en el caso del Madrid Arena
- Asegura que su jefe le dijo que "se le pasó" organizar el dispositivo
- El operativo contó con 12 policías, en anteriores eventos llegaron a 60
La jefa de la Unidad de Policía Municipal de Moncloa-Aravaca, Cándida Jiménez, encargada del operativo policial en la fiesta de Halloween del Madrid Arena, ha declarado este jueves ante el juez que pidió refuerzos a sus superiores, pero se los denegaron, y que no hubo un cambio de nivel de riesgo del evento.
Abdón Núñez, el abogado de la familia de Belén Langdon, una de las víctimas de la tragedia, lo ha explicado así durante un receso de la declaración de Cándida Jiménez como testigo ante el titular del Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid, Eduardo López-Palop, que investiga la muerte de cinco jóvenes en una avalancha humana en el Madrid Arena el pasado 1 de noviembre.
Según el abogado, Jiménez ha explicado que el 29 de octubre se recibió un oficio que le comunicaba que la Unidad de Moncloa-Aravaca debía ocuparse de la seguridad del evento, un extremo que consideró un error porque en otros eventos similares se ocupaba la Unidad de Medio Ambiente del Ayuntamiento y las Unidades Centrales de Seguridad de la Policía Municipal.
Asegura su jefe le dijo que "se le pasó" organizar el dispositivo
De este modo, esperó hasta el 31 de octubre, la misma mañana de la fiesta, para ratificar el oficio ante su jefe, el subinspector de la Inspección Territorial I, Emilio Rodríguez Corral. Según su testimonio, éste le habría manifestado entonces que "se le había pasado" esa previsión para organizar el dispositivo.
Además, Jiménez ha apuntado que el número de agentes municipales en el exterior del recinto no tuvo ninguna influencia en lo ocurrido en el interior del pabellón, según el letrado Luis Rodríguez Ramos, que representa al Ayuntamiento de Madrid.
La responsable policial también ha reconocido que en la noche de la tragedia solo contó con un operativo de doce policías municipales y un cabo al frente del mismo, cuando en anteriores eventos se han llegado a desplegar hasta 60 agentes, para combatir la práctica del "botellón".
Durante la fiesta, ha señalado que fue tres veces al pabellón y que se acreditará por la posición del vehículo policial a través del GPS. A las dos y media de la madrugada, Jiménez se sorprendió de la gente que entraba y le preguntó por el aforo al entonces responsable de Seguridad de Madrid Espacios y Congresos, Rafael Pastor, quien le contestó que estuviera tranquila, que quedaba gente por acceder al recinto y que todo estaba controlado.
El policía municipal que declaró como testigo ante el juez ha asegurado que alguien se olvidó de que había una fiesta de Haloween y de que había que preparar un dispositivo de seguridad para el evento.
Las acusaciones pedirán una pieza separada por falsedad documental
Las acusaciones particulares pedirán la apertura de una pieza separada por falsedad documental de los textos de la Policía Municipal supuestamente inventados sobre el cambio de nivel de riesgo del evento. Núñez ha opinado que la Policía Municipal no preparó un dispositivo adecuado para la fiesta y hubo "una falta de previsión total y absoluta".
El abogado del Ayuntamiento de Madrid, Luis Rodríguez Ramos, ha considerado "aberrante" la estrategia de las acusaciones particulares de "poner en la picota" a la Policía Municipal y a sus mandos, desde el punto de vista de la investigación de la muerte de cinco jóvenes en la madrugada del 1 de noviembre.
"Lo que se debe investigar es cuál fue la causa de esas lesiones, quién generó el riesgo correspondiente y cómo se podría haber evitado ese riesgo", según Rodríguez Ramos, quien ha puesto en duda que si la Policía Municipal hubiese desplegado más efectivos hubiera evitado la catástrofe, por el exceso de aforo que hubo.