El Ecofin, dividido sobre el papel de los grandes depositantes en los rescates bancarios
- Unanimidad sobre la protección total a los depósitos inferiores a 100.000 euros
- De Guindos pide proteger todos los depósitos sin tener en cuenta sus fondos
Los ministros de Finanzas y Economía de la UE (Ecofin) no han logrado un consenso sobre el papel que deben jugar los depositantes de más de 100.000 euros en los rescates bancarios y el grado de protección del que deben disfrutar, pero sí hay "casi total" acuerdo sobre la necesidad de garantizar plenamente los ahorros inferiores.
"Hay casi total acuerdo sobre que los depósitos por debajo de 100.000 euros quedarán plenamente garantizados y también hay un apoyo considerable a la preferencia de depositantes" superiores, es decir, que éstos sean los últimos en una jerarquía preestablecida en sufrir pérdidas en los futuros rescates internos de la banca, ha dicho el ministro irlandés de Finanzas, Michael Noonan, que ha presidido el Ecofin.
“Debemos garantizar que los depósitos de más de 100.000 euros no se vean afectados nunca“
También la Comisión Europea (CE), piensa que "la preferencia de los depositantes es la solución más adecuada", tal como ha señalado el comisario de Mercado Interior y Servicios, Michel Barnier.
"Debemos garantizar que los depósitos de más de 100.000 euros no se vean afectados nunca, solo después de todos los demás acreedores", ha añadido.
España apuesta por proteger todos los depósitos
Por su parte, el ministro español de Economía y Competitividad, Luis De Guindos, ha pedido que "todos los depósitos queden adecuadamente protegidos" en los futuros rescates de los bancos, en los que pagarán la factura los accionistas y acreedores y no los contribuyentes.
Los techos que se han establecido para los depositantes, ha dicho, son en parte artificiales, porque "si un banco sufre una fuga de depósitos por encima de 100.000 euros, los de menos también se verán afectados".
No obstante, Holanda, Dinamarca y Alemania se han decantado más por situar a los depositantes con más de 100.000 euros al mismo nivel que los demás acreedores sénior no asegurados. Pese a ello, tanto el titular germano, Wolfgang Schäuble, como su homólogo holandés, Jeroen Dijsselbloem, se han mostrado abiertos a un compromiso sobre la preferencia de depositantes.
El holandés, también presidente del Eurogrupo, ha recalcado que, si se excluye a los grandes depósitos, entonces tendría que haber un "colchón" de instrumentos financieros alternativos en los balances de los bancos a los que recurrir en caso de una reestructuración.
A este respecto, De Guindos ha propuesto arreglos financieros que velen por "el nivel apropiado de recursos" y fijar un "nivel mínimo" de otros instrumentos sujetos a quitas en caso de rescates internos.
De Guindos pide una armonización máxima del nuevo sistema
El ministro de Economía ha pedido una armonización máxima en el nuevo sistema para evitar la fragmentación del mercado que se reproduciría de nuevo si se introducen "elementos discrecionales" en la directiva. "Cualquier flexibilidad solo la puede aplicar una institución europea", ha sostenido, con lo que en este punto se opone a París.
Guindos ha dicho que la directiva de resolución, que a su juicio no debe entrar en vigor hasta 2018, es un "elemento esencial" de la unión bancaria, pero "no puede sustituir a los otros dos pilares": la creación de una autoridad única de resolución y de un sistema común de garantía de depósitos. Todas estas piezas deben negociarse "en paralelo".
La mayoría de los países está también de acuerdo en que la nueva directiva de resolución debe entrar en vigor en 2018. Algunos Estados miembros, como Alemania, había sugerido adelantar la fecha hasta 2015, pero el resto alegan que no hay tiempo y que existe el riesgo de un nuevo agravamiento de la crisis bancaria en los países periféricos.
La norma obligará a todos los Estados miembros a crear fondos de resolución prefinanciados por la banca, smiliares al fondo español de garantía de depósitos. La mayoría de ministros está de acuerdo en que el nivel de prefinanciación debe situarse en el 1% de los depósitos cubiertos, salvo Reino Unido, que no ve necesario este fondo.
Luxemburgo y Austria bloquean una norma contra la evasión fiscal
El Ecofin ha respaldado el mandato que permitirá a Bruselas iniciar las negociaciones con Suiza, Andorra, Mónaco, San Marino y Liechtenstein para tratar de cerrar un acuerdo sobre la fiscalidad de los ahorros bancarios.
La luz verde de los Veintisiete ha sido posible después de que Luxemburgo y, finalmente, Austria abandonaran sus reticencias, aunque ambos países sí mantuvieron su veto sobre la reforma de la directiva propuesta por la Comisión Europea en 2008 para ampliar su definición del pago de intereses e introducir un mecanismo mejorado para identificar a los propietarios de cuentas.
"Mientras progresamos con la Comisión en las especificaciones del mandato, creo que Austria no bloqueará más el mandato y que también veremos la directiva (sobre la fiscalidad de los ahorros) de una manera un poco más positiva de lo que lo hicimos en el pasado", ha dicho la ministra de Finanzas austríaca, Maria Fekter, durante el debate público del encuentro.
La normativa vigente obliga a los Estados miembros a enviar información sobre los intereses que se pagan a las cuentas bancarias de no residentes a las autoridades fiscales del país de procedencia. No obstante, contempla una alternativa para los países que quieran preservar el secreto bancario que consiste en aplicar una retención en origen de hasta el 35% y enviar una parte al país de procedencia de los ahorradores.
Sin embargo, según el examen de Bruselas, resulta fácil para las personas físicas escapar a la norma recurriendo a estructuras interpuestas (como algunas fundaciones o trusts), cuyos ingresos no están gravados. Por ello, la nueva directiva se aplica también a estas estructuras interpuestas y no cubre solo los ahorros, sino también otros instrumentos como seguros o fondos de inversión.
Por otra parte, los ministros de Economía y Finanzas de la UE han cerrado un acuerdo político, pese a la oposición del Reino Unido, para dotar el presupuesto comunitario de 2013 con 7.300 millones de euros adicionales para cubrir las necesidades más urgentes y negociar más adelante un posible segundo desembolso.
Sin embargo, son 3.900 millones menos que los 11.200 millones que la Comisión consideraba el "mínimo necesario" para cumplir con las obligaciones financieras de la Unión en el presente ejercicio.