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Rigoberta Menchú: "La sentencia a Ríos Montt es la reparación del dolor que nos negaron"

  • RTVE.ES entrevista a la Premio Nobel de la Paz guatemalteca
  • El pasado viernes, el exdictador Ríos Montt fue condenado a 80 años de prisión
  • "Tras la lectura de la sentencia, la sala se llenó de lágrimas", confiesa

Por
Rigoberta Menchú
Rigoberta Menchú, líder indígena guatemalteca y Premio Nobel de la Paz

Fue hace 21 años cuando la líder guatemalteca Rigoberta Menchú recibía el Premio Nobel de la Paz. Su lucha incansable por la justicia social y los derechos humanos la han convertido en una de las voces indígenas más respetadas y reconocidas en el panorama internacional.

En una entrevista concedida a RTVE.es, confiesa que se encuentra emocionada tras conocer la condena al exdictador Efraín Ríos Montt: 80 años de prisión por genocidio y crímenes de lesa humanidad. A este general retirado se le acusaba de haber ordenado la matanza de 1.771 mayas ixiles entre 1982 y 1983. Una victoria contra la injusticia en uno de los países con más elevados índices de impunidad.

Rigoberta Menchú perdió a sus padres y a dos de sus hermanos por la represión sin límites que se perpetró en Guatemala durante casi 40 años de conflicto. En total,  más de 200.000 víctimas mortales, 40.000 desaparecidos y un millón y medio de desplazados, según cifras de la Comisión de Esclarecimiento Histórico (CEH). El 93% de las muertes fueron responsabilidad directa del Ejército.

-¿Alguna vez pensó que un tribunal de su país condenaría a Ríos Montt por genocidio?

Realmente no. Era impensable. Esta sentencia condenatoria supone un precedente para toda la humanidad. Me pregunto por qué no se crearon antes tribunales especiales de Alto Impacto en países donde se cometieron crímenes y genocidios, o quién lo paró. Es una vergüenza total. También para la comunidad internacional, porque no nos defendió para afianzar la justicia.

En este juicio se juzga la matanza del pueblo maya de etnia ixil durante un periodo de 17 meses, pero... ¿cuántos genocidios más se han cometido contra los indígenas que han quedado silenciados? Eso sí, es una noticia que nos despierta una especie de 'célula anti-genocida', algo que nos hace reaccionar. Ojalá sirva para que todos los pueblos indígenas, allá donde estén, no sean más víctimas.

Me quedo, sobre todo, con el valor de las mujeres que han compartido sus testimonios. Mujeres que han cargado un dolor de décadas siendo negadas, acusadas, insultadas. Esta sentencia me hace sentir que nos hemos quitado un peso de encima. Llevábamos más de 30 años preservando la verdad y soñando con que alguien nos dijera formalmente: "vosotros tenéis la razón". Es una dignificación personal.

En Guatemala las víctimas se han atrevido a desafiar. La valentía que ha demostrado la juez Yasmín Barrios, presidenta del tribunal, no tiene precedentes. Recibió todo tipo de insultos y amenazas, pero siguió. E igual que ella la fiscal general, Claudia Paz y Paz.

La importancia de la Justicia Universal

-¿Qué importancia tuvo la Justicia Internacional en un momento en el que la sociedad guatemalteca no encontraba satisfechas sus demandas?

Una importancia enorme. Para nosotros la ventana fundamental para iniciar el proceso fue la detención del dictador chileno, Augusto Pinochet, en Inglaterra, en 1998, por orden de la Audiencia Nacional de España. Al año siguiente presenté allí un expediente, se había agotado toda esperanza en mi país. La  paz duradera que se firmó en Guatemala (1996) negaba la verdad de las víctimas y  estaba lejos de juzgar los delitos de lesa humanidad.

Si no hubiésemos acudido a la Audiencia Nacional, no se hubiera podido celebrar este juicio

Creo que si no hubiésemos acudido a la Audiencia Nacional, nunca se   hubiera podido celebrar este juicio. Y eso que fueron muchos los esfuerzos realizados durante años: el informe ‘Guatemala Nunca Más’, de monseñor Juan Gerardi (dos días después de ser conocido fue asesinado) y el informe de esclarecimiento histórico de Naciones Unidas, así como la recopilación de testimonios de miles de guatemaltecos.

La sentencia condenatoria a Ríos Montt por genocidio y delitos contra la humanidad ha sido posible por ese conjunto de acontecimientos de los últimos años. Y eso incluye la gran labor de la Comisión Internacional Contra la Impunidad de Guatemala (CICIG), llevada adelante por el señor Carlos Castresana (ex director de este organismo y actual fiscal del Tribunal Supremo español). La CICIG tuvo un impacto muy fuerte ya que fortaleció al Ministerio Público que, aunque todavía frágil y con muchos desafíos en el tema de la impunidad, ha afianzado ciertos procesos.

-Sin embargo, la sentencia no cierra el proceso...

No van a descansar. No sólo en desacreditar la resolución, sino que van a lanzar una guerra de recursos. Pero jamás van a modificar que hay una sentencia por genocidio en Guatemala.

Jamás van a modificar que hay una sentencia por genocidio

La condena a Ríos Montt -como decía- es por 17 meses de gobierno. Sin embargo, la Audiencia Nacional española tiene un expediente que abarca diez años de genocidio. Es mucho más global, esa es la diferencia. Y no sólo hay una demanda por genocidio, sino también por terrorismo de Estado, por desaparición forzosa, por tortura... El 90% de las víctimas fueron mayas, pero también están incluidos casos de sindicalistas, estudiantes, sacerdotes. Queremos que el genocidio se juzge en su totalidad y no sólo de manera parcial.

No creo que ahora en Guatemala vayan a dormir tranquilos varios oficiales y responsables del pasado, porque saben que esto no se termina con 17 meses, saben que hay otras evidencias y pruebas fehacientes de los últimos diez años de genocidio que son impresionantes.

"Tras la sentencia la sala se llenó de lágrimas"

-Usted fue una de las cientos de personas que se encontraba el pasado viernes en la sala donde la juez Yasmín Barrios leyó la sentencia... ¿cómo describiría lo que sintió en ese momento?

Lo primero que pensé es que estaba viviendo otro tiempo, no  podía creerlo. Me invadió la confusión, me costaba asimilar que  estuviera pasando. En ese momento sentí la  presencia de mi madre, que fue humillada, torturada, asesinada. Mi madre, a la que nunca  encontraré y no podré darle una sepultura digna.

Sentí también la presencia de  mucha gente. Es muy  lindo llorar cuando es de alegría. Esto no sólo es una sentencia, es algo más que eso. Es la reparación al dolor que nos negaron. Ojalá que comience un nuevo ciclo de reencuentro entre  guatemaltecos, un reinicio.  Al día siguiente pusimos velas a nuestros muertos.

-¿Y cuáles fueron las reacciones en la sala?

Y la sala... la sala se llenó de lágrimas. Teníamos un sentimiento de que por primera vez estábamos juntos en algo. Era nuestra sentencia, es nuestra sentencia. Tras su lectura se escucharon consignas como "vivos se los llevaron, vivos los queremos". Fueron momentos muy especiales.

Aunque lo cierto es que yo no ponía mucha atención en la gente porque tenía miedo de que Ríos Montt pudiera escaparse. Y si eso ocurría, no iba a pasar ninguna noche en la cárcel. Ese temor lo tuve presente porque no se hacía caso a la juez, que insistía en que se dejara libre el lugar donde estaba el general. Pero los medios se acumularon allí y también más gente de su defensa. Daba la sensación de que los abogados querían sacarlo rápidamente de la sala, ilegalmente.

El juicio salpica al actual presidente, Otto Pérez Molina

-Durante el juicio, un testigo aseveró que las masacres a los indígenas de la etnia ixil (la más castigada) fueron coordinadas por el Mayor 'Tito Arias', nombre de guerra que encubría a Otto Pérez Molina. Pocos días después de esta declaración, se anunció la suspensión de la audiencia. ¿Podría salpicar este proceso, por tanto, al actual presidente de Guatemala?

De hecho ese no es el único testimonio. Hace tiempo ya una periodista norteamericana acompañó con su equipo a Ríos Montt en algunas de sus operaciones. En los vídeos hay entrevistas a varios militares, entre ellos a 'Tito Arias'. Esa filmación fue muy importante, pasó al expediente del caso. También la entrevista que le hizo otro periodista estadounidense, Allan Nairm.

Ahora, ¿qué vino después? No quisiera pensarlo. Creo que lo que importa es dar todo el esfuerzo e implementar esta sentencia. Si hay pruebas y demandas especiales, habrá que incluirlas.

'Tito Arias' estaba allí y tenía conocimiento de lo que hacía su tropa, era un alto mando. Ríos Montt dijo en su declaración que no lo hizo solo, que se encontraba con un consejo de Estado que tomaba decisiones con él. Y tenía mandos medios que operaban en terreno. El resumen de su defensa fue salpicar a otros. Entonces, el Ministerio Público tendría la obligación de investigar, puesto que él dijo que había más gente involucrada.

-Esta semana, los principales empresarios del país pidieron la anulación de la condena a Ríos Montt, ¿cuál fue el papel que jugó el sector económico en el genocidio?

Aquí hay una parte muy interesante. La guerra en el área ixil no fue solo por razones de odio, racismo o una mente enfermiza de anti-comunismo, sino que también hubo razones económicas. Esa es una región minera muy importante.

El poder económico no estuvo ausente en el genocidio

El poder económico está detrás de esta zona por la minería. Y, tras los acuerdos de paz, en lugar de resarcir a las  víctimas, se construyó la mayor hidroeléctrica que hoy abastece Centroamérica. El poder económico no estuvo ausente en el genocidio.

-Otro de los contratiempos sufridos durante este tiempo fue la decisión de la juez Patricia Flores de anular el proceso, justificándolo por una resolución emitida por la Corte Constitucional, ¿cómo lo interpreta?

La juez Flores es muy famosa porque se dice que tiene vínculos muy importantes en el crimen organizado. Es muy evidente su corrupción. Por ejemplo, absolvió un caso que salpicaba a la familia de una persona que fue presidenta de la Corte Suprema de Justicia.

Es un caso muy conocido en Guatemala. Y hay otros similares. Es como la juez que acude a los sabuesos en algún momento para que no reciban prisión. Y lo puede hacer porque está en un tribunal de Alto Impacto.

Otra cosa que me gustaría destacar es que los abogados de Ríos Montt jamás defendieron al general. Patalearon, gritaron, insultaron, pusieron recursos y obstáculos para retrasar. Pero nunca dijeron este señor es inocente, y esto es porque están acostumbrados que así es como se imparte la justicia en Guatemala: Quien más grita, más asusta.

"Llevaré la medalla del Nobel a mi país"

-Usted fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 1992. Dijo entonces que la medalla no llegaría al país hasta que se hiciera justicia, ¿dónde está ahora?

La medalla está en Ciudad de México, en el museo de Templo Mayor. Y sí, ahora sí llegará a mi país. Esa es una de las razones por las que hoy me encuentro en México: su retorno, que pasará por la creación de un museo en Guatemala. Tomará su tiempo, pero la llevaré.

-Ni el Estado ni los responsables del genocidio han pedido todavía perdón a los indígenas... A su juicio, ¿cómo tendría que ser la recuperación de la memoria y la reparación de las víctimas para que esta fuera digna?

El tribunal dictaminó que el Estado ha de pedir perdón. Y ahí hay un contenido importante: Es su oportunidad de hacerlo y de que de una vez por todas se reconozca el genocidio. Yo espero que lo haga. Le animamos al señor presidente a que pida perdón, aunque no sea por voluntad y sea por una resolución.

Respeto a la reparación de los ixiles, ésta ha de ser integral. Es decir, han de contar con la oportunidad de seguir adelante, de tener salud, educación, empresas que les reconstruyan, que sean parte de los bienes naturales que tengan la región. Que los hijos de las víctimas alcancen la universidad y tengan la posibilidad de crecer como pueblo maya y no como supervivientes estigmatizados.

No podría aceptar que alguien pida perdón y deje muertos de hambre a nuestros hijos

No podría aceptar que alguien pida perdón y deje muertos de hambre a nuestros hijos y nuestros nietos. Tiene que haber una prosperidad, un plan de desarrollo integral manejado por los ixiles. Ya basta de foráneos que vienen a limpiar su conciencia.

"No podemos reconciliarnos si entierran la memoria"

-¿Ha recibido algún tipo de amenazas tras conocerse el veredicto?

Afortunadamente las palabras no matan, y por eso estoy viva. Me han insultado muchísimo. Es la primera vez que veo la red social llena de odio contra mi persona. Imagino que son hijos de empresarios y generales. No creo que un general se pare frente a una computadora.

Lo que más me preocupa son las mentes jóvenes que heredan las mentes anteriores. No sólo es un resarcimiento a nosotros, sino también a ellos, para que recuperen su dignidad.

-Desde entonces hasta ahora, ¿han avanzado los derechos de la  población indígena? El sometimiento histórico que padecieron -y  padecen- ha sido el responsable de un miedo y un silencio de décadas?

Apenas han avanzado los derechos de las comunidades indígenas.  Sigue habiendo mucha pobreza y hambruna, siguen siendo víctimas. Pero, por  favor, ya no más racismo, ya no más odio contra el pueblo maya, no más  ataques contra nuestras personas.

Queremos tener un entorno sano. Estamos cansados de lo enfermizas que  están las mentes que creen que nos tenemos que vencer algún día. Que  sepan que no. Que los mayas queremos al pueblo ladino (el pueblo que no  es maya) a nuestro lado. Que no nos sigan machacando.

Aún hay mucha batalla por delante. No es una persona, son pueblos  enteros. Así que deseo lo mejor para todos los indígenas: los mames, los  quichés… son tantos los hermanos nuestros que no han recuperado la  tranquilidad… El sentido de la vida es la felicidad, es lo que queremos.  Sobre la impunidad no se puede construir la paz ni la justicia. No  podemos reconciliarnos si entierran la memoria, y a la gente con ella.