La huelga por la mejora de las pensiones paraliza las principales ciudades de Bolivia
- Exigen pensiones del 70% del salario
- El Gobierno boliviano asegura que no hay dinero
- Morales acusa al principal sindicato de querer un golpe de Estado
Las manifestaciones masivas paralizaron este jueves Bolivia en el 11º día consecutivo de protestas sindicales contra la reforma de las pensiones.
Los trabajadores, principalmente mineros, trabajadores fabriles, sanitarios y administrativos universitarios, han organizado grandes marchas que casi han colapsado las ciudades más importantes, incluyendo La Paz, y han interrumpido las rutas de transporte con barricadas.
Los policías de baja graduación también se han sumado a la huelga, dejando solos a sus mandos para contener las manifestaciones con gas lacrimógenos y cañones de agua.
Los huelguistas quieren un cambio en la ley de pensiones para garantizar entre el 70 y el 100% del salario, pero el Gobierno asegura que no tiene dinero. Actualmente, solo los miembros de las Fuerzas Armadas se jubilan con el 100% del salario. Con el sistema de pensiones actual, financiado con las aportaciones del trabajador y con un fondo de solidaridad estatal, los asalariados perciben tan solo entre un 40 y un 60% de su salario, según explica el diario La Jornada.
El mayor sindicato del país, la Central Obrera Boliviana (COP) ha instado al presidente del país, Evo Morales, a cumplir con las demandas de los trabajadores, pero los intentos de abrir el diálogo no han dado frutos.
"El presidente Morales dijo que obedecería al pueblo. Esta es una reacción legítima de la clase obrera", ha declarado el portavoz de la COB, Adolfo Montoya.
El coste de la huelga se estima en millones de euros debido a las pérdidas por el cierre de las rutas comerciales internacionales, las huelgas en las minas y otras interrupciones económicas. El pasado día 8, por ejemplo, los mineros volaron un puente en el altiplano.
Morales les acusa de planear un golpe
Morales se encontró el jueves con representantes de su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS) y acusó a la COB de querer derrocarle.
"Piden a gritos el amotinamiento de la policía para que haya un golpe de Estado", afirmó en un discurso en el Palacio de Gobierno.
Según el mandatario, la actitud de la COB "no es una reivindicación, sino una acción política". Morales hizo un llamamiento a "defender primero la democracia", lo que ha sido interpretado como un llamamiento a las bases del MAS, que ya se han enfrentado con los obreros de la COB en Potosí, con el saldo de ocho heridos.
El presidente ha acusado a los líderes sindicales de que "solo buscan más privilegios para el grupo que está en la cúpula", algunos de los cuales, según el Gobierno, ganan más que el propio Morales.
"El Gobierno lo que hace es defender los derechos de la mayoría de los trabajadores", aseguró Morales, quien volvió a insistir en que la exigencia de los sindicatos es inviable porque pone en peligro el sistema de pensiones.
Afirmó que para él sería "sencillo" ofrecer una propuesta para ganarse la confianza de la COB, pero de hacerlo "sólo estaría pensando en los intereses electorales" y no "en las futuras generaciones", agregó. "Nuestra responsabilidad siempre será favorecer a los que ganan poco", dijo Morales.