Ruby declara por primera vez en el juicio por las fiestas del "bunga bunga"
- Se juzga a quienes facilitaban chicas a Silvio Berlusconi
- Tras cada encuentro recibía bolsas con miles de euros
Ruby se sentía muy extraña. Estaba en casa del presidente del consejo de ministros, Silvio Berlusconi. Se saludaron y ella entró a la mansión. En el comedor había ya unas 15 o 20 chicas, todas bien vestidas, jóvenes y guapas. Ningún hombre salvo Il Cavaliere y su amigo el cantante Apicella. Era el 14 de febrero.
Es una parte de la declaración de Karima El Marough, más conocida como "Ruby robacorazones". Por primera vez Ruby declara ante el tribunal. En este caso es en el proceso paralelo que se sigue contra tres personas a las que se acusa de suministrar chicas a Silvio Berlusconi. Son la que fuera consejera de Sanidad de Lombardia, Nicole Minetti, el presentador de televisión Emilio Fede y el vividor Lele Mora.
La joven marroquí tomó el nombre del personaje de una telenovela. Salió de Sicilia para ir a Milán a buscarse la vida. En principio pensaba trabajar como dependienta en una tienda. Pero empezó a conocer a gente en las discotecas y así llegó, en poco tiempo, a la casa del primer ministro italiano.
Aquella primera noche en la mansión de Berlusconi empezó a contar su historia, toda inventada. Dijo que era sobrina de Mubarak que había huído de casa porque quería convertirse al cristianismo.
Al marcharse aquella noche, Berlusconi le entregó una bolsa diciéndole que era una pequeña ayuda. Dentro había 2000 o 3000 euros. También le dijo que le gustaría volver a verla.
Luego volvió y en aquella ocasión hubo baile. Las chicas estaban disfrazadas. Alguna de enfermera, otra de monja, otras con vestimenta sexy… Eran las fiestas del "bunga bunga".
Estuvo cinco, seis o siete veces en la villa de Berlusconi. A la salida siempre le esperaba la bolsita con 2.000 euros en cheques de 500.