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Federico Fellini, 20 años sin el forjador de sueños

  • Los 20 años de su muerte coinciden con el medio siglo de Fellini, ocho y medio 
  • La obra Federico Fellini. Filmografía completa repasa su vida y obra

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En el rodaje de '8 1/2' (1963). Fellini le muestra a Marcello Mastroianni y Sandra Milo cómo quiere que hagan el amor.
En el rodaje de '8 1/2' (1963). Fellini le muestra a Marcello Mastroianni y Sandra Milo cómo quiere que hagan el amor.

"Me he inventado por completo. Una infancia, una personalidad, anhelos, sueños y recuerdos, todo para poder contarlo", decía Federico Fellini (1920-1993), Il maestro y uno de los mayores cuentistas de la historia del cine, capaz de crear un adjetivo propio ("felliniano").

Aunque cualquier momento es bueno para recordarle, coincidiendo con el 20 aniversario de su muerte y el 50 aniversario de uno de sus mayores hitos cinematográficosFellini, ocho y medio (1963), la editorial Taschen ha reeditado Federico Fellini. Filmografía completa (9,99 euros), un detallado repaso por la vida y obra del cineasta italiano, firmada por Paul Duncan -autor de 50 libros de cine para la editorial alemana- y Chris Wiegand.

Celebramos el aniversario de uno de los grandes clásicos del cine: '8 1/2' de Federico Fellini, ganadora del Oscar a la mejor película extranjera

Como "uno de los maestros del relato cinematográfico" presentó a Fellini otra grande del cine italiano,  Sofía Loren -con la que nunca llegó a trabajar, aunque estaba en el proyecto de su película nunca realizada, Il viaggio di G. Mastorna- cuando le entregó su quinto Oscar, el honorífico a toda su carrera. Fue un 29 de marzo de 1993, siete meses antes de morir; y Fellini viajó a Hollywood ya con su salud afectada.

Fellini ya había recogido otros cuatro Oscar a mejor película de habla no inglesa -La strada (1954),  Las noches de Cabiria (1957), Fellini, ocho y medio (1963) y Amacord (1973)-, covirtiéndose en el cineasta más premiado en esta categoría hasta ahora. Il maestro cosechó otras doce nominaciones a la estatuilla de Hollywood, incluida la primera nominación de un extranjero a mejor director por La dolce vita (1960); además de galardones del prestigio de la Palma de Oro de Cannes por esta misma cinta.

En sus 192 páginas, el libro de Taschen recoge todos estos éxitos, y también algún otro fracaso, desde las imágenes del Fellini niño en Rímini, a las de sus rodajes, con una interesante selección de citas del propio Fellini, áquel que también afirmaba que en su obra "todo y nada es autobiográfico", creando la confusión que tanto le gustaba generar en torno a su figura. Esa "contradicción andante" que suponía el cineasta es la que pretende analizar Federico Fellini. Filmografía completa.

Álter ego y musa

Paul Duncan relata la carrera de Fellini de manera cronológica, arrancando con el Fellini que con 7 años visitó por primera vez el circo -algo que le marcaría para el resto de su vida- hasta sus primeros trabajos en el cine como guionista para Roberto Rossellini (Roma, ciudad abierta, 1945).

En su debut como codirector junto a Alberto Lattuada, Luces de variedades (1950), ya apareció su esposa y musa, Giulietta Masina dando vida a la icónica Cabiria, y dos años después en la primera película que firmó en solitario, El jeque blanco (1952).

Masina marcaría su trayectoria personal y su carrera cinematográfica, al igual que su álter ego, Marcello Mastroianni; aunque curiosamente no trabajaría con los dos cara a cara hasta su penúltima película, Ginger y Fred (1985).

Sus "películas de redención" (La strada, Almas sin cociencia Las noches de Cabiria), además de llevarle del neorrealismo al individualismo fantástico, le abrirían paso a convertirse en un director superestrella internacional con títulos tan míticos e imprescindibles en la historia del cine como La dolce vita (1960) y Fellini, ocho y medio (1962), con su doble Mastroianni en pantalla - la última, en cuyo título sumó el número de películas que había rodado hasta entonces sumando medio punto por las codirigidas, fue siempre su preferida-.

Un estupendo reportaje sobre el 50 aniversario de este clásico indiscutible de la historia del cine.

En las dos últimas décadas de su vida, Fellini firmaría títulos que contribuirían a forjar su leyenda como monstruo cinematográfico como, entre otros, Satiricón (1969), Amacord (1973), Ginger y Fred (1985) o Entrevista (1987), un homenaje a los estudios Cinecittà, en su 50 aniversario, y a sí mismo.

La voz de la luna (1990) fue la última película de este "poeta y soñador, mago y showman, titiritero y cuentista", que "contó historias sobre pueblos y grandes ciudades, sobre don nadies y celebridades, pecadores y santos. Creó iconos tan queridos como Gelsomina o Cabiria, álter egos cinematográficos como Marcello Rubini y Guido Anselmi, y reimaginó figuras históricas, como Casanova. Encumbró al estrellato a Marcello Mastroianni, Anouk Aimée, Anita Ekberg y Guilietta Masina. Y todo mientras creaba con minuciosidad su propio mito, el cual, casi una década despúes de su muerte, permanece intacto".

Así concluye Paul Duncan su repaso a la biografía de Fellini. Solo cabe actualizarla para precisar que su mito sigue "intacto" dos décadas después de su muerte.