Enlaces accesibilidad

Una nueva ola de atentados sectarios sacude Irak y Al Maliki anuncia cambios en la seguridad

  • Han explotado coches-bomba en numerosos barrios de Bagdad y Basora
  • Más de 70 personas han muerto en 24 horas, incluida una veintena de policías

Por
Nueva cadena de atentados sectarios en Irak

Más de 70 personas han muerto de forma violenta en Irak en las últimas 24 horas. La mayoría han sido atentados con coche bomba de carácter sectario y además han fallecido más de una veintena de policías en otros ataques. El primer ministro ha anunciado "cambios" en materia de seguridad.

En Bagdad han estallado bombas en numerosos barrios: Al Kamaliya (este); Al Kazimiya (norte); Al Alam (suroeste), Yesr Diyala (sureste), Al Shola (noroeste), Al Shorta al Raba (suroeste) y Al Zafaraniya (sureste) y Chaab (noreste), según las informaciones de las agencias de prensa internacionales, que dan cuenta de un número variable de muertos en estos ataques.

El penúltimo ataque del que se ha dado cuenta ha sido también al norte de la capital contra peregrinos chiítas llegados de Irán. Han muerto al menos ocho.

El último ha ocurrido en  Hilla, unos 100 kilómetros al sur de Bagdad, donde ha habido dos explosiones casi simultáneas en sendas mezquitas chiítas a la hora del rezo.

Por la mañana, en el centro de la ciudad de Basora (sur del país) otros dos coches bomba han explotado de manera consecutiva y han causado al menos diez muertos y 30 heridos.

En la mayoría de los otros ataques el objetivo parece haber sido la población chií. Más de 700 personas han muerto por la violencia sectaria el pasado abril, según la ONU, la figura más alta en casi cinco años.

Este ciclo de violencia se inició en diciembre, cuando la minoría suní inició protestas callejeras contra el primer ministro, Nuri Al Maliki (chií), al que también los kurdos iraquíes acusan de autoritarismo.

Una veintena de policías muertos

En incidentes separados, al menos 24 policías han muerto en la provincia de Al Anbar, un bastión de la oposición suní, según han informado fuentes médicas y policiales a AFP.

Hombres armados secuestraron a agentes de policía el sábado en la carretera que conecta Irak y Jordania en la que es una de las mayores provincias suníes al oeste del país. Esta madrugada un comando conjunto de la policía y el ejército trató de liberar a los rehenes en una zona desértica. Sin embargo, durante la operación "se produjeron enfrentamientos",  ha afirmado el teniente coronel de policía Majid al-Jlaybaoui. Según él, doce policías murieron y otros cuatro resultaron heridos.

En otros dos incidentes el domingo por la noche, unos desconocidos atacaron dos comisarías de policía en Haditha, a unos 337 kilómetros al noroeste de Bagdad. Doce policías murieron en los ataques, según un oficial de policía y una fuente médica.

En total, el balance de víctimas por la violencia desde la pasada noche y en solo un día es de unos 80 muertos, según AFP, cifra ligeramente rebajada por Reuters y Efe.

Al Maliki anuncia cambios

Bajo la presión del creciente número de víctimas mortales y de las provincias suníes que le instan a una reforma federal del Estado, Al Maliki ha anunciado en una rueda de prensa que realizará cambios en su estrategia de seguridad. Entre estas modificaciones, el jefe de Gobierno ha señalado que se efectuarán "remodelaciones en los puestos de la responsabilidad para enfrentar a los grupos terroristas".

Ha dicho que los "terroristas" regresaron al país a causa de la inestabilidad política, por lo que ha llamado a los líderes políticos, tribales y religiosos a unir esfuerzos para recuperar la estabilidad, al tiempo que ha acusado a "agendas extranjeras" de esconderse detrás del aumento de la violencia

Sin embargo, al tiempo que llamaba a la unidad, Al Maliki ha lanzado una durísima crítica contra el Parlamento del país, al que acusa de alimentar las tensiones sectarias. Para el primer ministro iraquí, el Legislativo forma parte de la crisis actual "debido a los discursos sectarios de algunos diputados".