'La familia de Hugo' un cuento sobre la soledad y las relaciones humanas

• Es obra de Fuencisla del Amo y Francisco Solé
• Cuenta la soledad de un niño dentro del ambiente familiar

Fragmento de una ilustración de 'La familia de Hugo', de Francisco Solé y Fuencisla del Amo

Francisco Solé (1952)

Ilustrador y arquitecto. Trabaja como ilustrador para editoriales, prensa, agencias de publicidad, productoras de cine. Algunos de sus principales trabajos son: 1991. El diseño de la escenografía de la obra de teatro “La Emoción” de Álvaro del Amo, para el Centro Nacional de Nuevas Tendencias. 1997. Por encargo de Roman Polanski, los dibujos que aparecen en la película “La Novena Puerta” (2005) y varias ilustraciones para los títulos de crédito de su película “Oliver Twist”. 2008. Las ilustraciones que acompañan a los títulos de crédito de la película “Una preciosa puesta de sol” de Álvaro del Amo. 2010. Trece ilustraciones de tema histórico para un documental sobre el antiguo reino de León.

Fuencisla del Amo (1950)

Licenciada en Bellas Artes. Empieza a ilustrar libros EN 1978. Expone en la Galería Siglo XV de Segovia. 1979. Realiza una serie de carteles de cine para las salas Alphaville: “À bout de souffle”, “Alphaville” y “La femme qui pleure”. 1981. Recibe el 2º Premio Nacional de Ilustración. 1986. Expone en el Ateneo de Madrid. En el año 2002 comienza a escribir. A partir de entonces compagina su trabajo de ilustradora con la escritura.

Cuanta gente, sobre todo niños, se sienten solos a pesar de estar rodeados de otras personas. Ese es el punto de partida de La familia de Hugo (edicions de ponent), un espectacular cuento ilustrado de Fuencisla del Amo y Francisco Solé que nos cuenta la historia de un niño que vive en una gran mansión y tiene una numerosa familia pero, a pesar de ello, se siente muy solo y tiene que crear su propio mundo de fantasía. Una obra sobre la complejidad de las relaciones humanas, con unas ilustraciones soberbias.

"Hugo es el hijo menor de una familia acomodada -comenta Fuencisla-. Vaga perdido por la mansión familiar, huyendo de sus tres hermanas mayores que le tratan como a un juguete, y alejado de sus padres que por diversas razones no le hacen caso . Únicamente, Elisa la doncella, le cuida y se preocupa por él. Poco a poco se va creando un fuerte lazo entre los dos hasta que, de forma natural, Elisa y su novio Antonio, se convierten en sus verdaderos padres ya que son los que le proporcionan el afecto que necesita.

"Cuando se encuentra en compañía de Elisa, la doncella, y su marido Antonio, es cuando le vemos sonriente".

"Desde las primeras ilustraciones -asegura Francisco- se va viendo que el niño no se encuentra cómodo ante la presencia de sus padres y hermanas. Sólo en la compañía del perrito y trabajando en sus maquetas en la soledad del torreón se encuentra a gusto".

La vida familiar como algo ajeno

"Fuencisla y yo -asegura Francisco- queríamos crear un álbum ilustrado, dirigido en principio a los niños, que fuera una obra personal realizada con total libertad, tanto en la narración como en la ilustración. Desde el punto de vista de las imágenes, pretendía que los fondos negros de los dibujos crearan un efecto misterioso y teatral, similar al que podemos ver en una representación escénica, donde los focos iluminan a los personajes y la escenografía, consiguiendo ese efecto algo fantasmal, acentuado en algunos dibujos por elementos surrealistas, que siempre me ha gustado en las obras de teatro".

"Efectivamente, en ciertos momentos el niño observa o escucha la vida familiar como algo ajeno a su propia vida. En la escena de la playa, el pequeño Hugo imagina, como una escena proyectada sobre una pared, el veraneo de sus padres y hermanas, que no cuentan con él para sus planes estivales. De esta manera se muestra de una forma rotunda la enorme distancia entre él y su familia".

Unas ilustraciones espectaculares

A pesar de que también es una gran ilustradora, Fuencisla ha dejado la responsabilidad de los dibujos a Francisco Solé, uno de los mejores artístas españoles, que fue elegido personalmente por Roman Polanski, para realizar los dibujos que aparecen en la película La Novena Puerta y varias ilustraciones para los títulos de crédito de Oliver Twist.

El artista nos ha comentado cómo ha conseguido estas espectaculares ilustraciones: "He realizado los dibujos sobre cartulinas negras, utilizando en primer lugar lápiz blanco para definir las figuras y los fondos, coloreando después con lápices de color y añadiendo finalmente algunos toques de gouache, de un tono blanco amarillento principalmente, para resaltar las partes más luminosas de las figuras o del fondo".

"El uso del color varía según los dibujos: en unos lo he utilizado con más profusión que en otros, pero en casi todos ellos he procurado que los toques de color dejaran un amplio espacio protagonista al negro y a los efectos dorados de la luz que ilumina las figuras".

Un cuento ambientado a comienzos del siglo XX

"La familia del niño pertenece a una clase social alta, con cocinera y doncella, así que, como el texto del cuento no especifica cuándo transcurre la historia, elegí esta época (principios del Siglo XX) porque me permitía ambientarla en una mansión antigua y lujosa, como las grandes residencias inglesas; un tipo de arquitectura que me resulta atractiva y que me daba pie a situar los dibujos en espacios como el salón, el torreón, la escalera de caracol, y habitaciones circulares".

"Conservo el gusto por la arquitectura desde los años en que me dediqué a ella, y además de las construcciones, la ubicación de este cuento en los comienzos del siglo XX me ha permitido dibujar algunos temas que también me resultan atractivos, como los juguetes antiguos, la estación de ferrocarril y los trenes de vapor, la estatua de la esfinge en el parque, el malecón de madera en el puerto... La contemplación de fotografías antiguas proporciona un punto de partida que luego vas adaptando o recreando según las necesidades del dibujo concreto".

Hemos preguntado a Francisco cúal sería su ilustración favorita del libro: "Me resulta difícil elegir. Quizá una de las primeras, la del salón de juegos con la pared rota y todos los niños en escena. Creo que tiene fuerza plástica y expresa con rotundidad la indiferencia de las tres hermanas hacia el hermanito, cuya sensación de desamparo se refleja en el desgarro que ha sufrido el muro del fondo de la estancia". (Es la ilsutración que encabeza esta entrevista)

El resultado de esta colaboración ha sido tan bueno que ambos preparan una nueva obra: "Fuencisla y yo estamos trabajando en otro proyecto de álbum basado también en uno de sus relatos que tiene a los niños como protagonistas".