Las fotos de la muerte de Bin Laden seguirán siendo un secreto, según una corte federal
- Las 50 fotografías del líder de Al Qaeda se mantienen como material reservado
- El veredicto de los tres jueces de la corte federal de apelación ha sido unánime
Una corte federal de apelación ha fallado que el Gobierno de Estados Unidos hizo bien al clasificar como secretas más de 50 imágenes del líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, tomadas tras su muerte.
El veredicto de los tres jueces ha sido unánime y la Casa Blanca no está obligada a hacer públicas las fotografías. La Corte de Apelación del distrito de Columbia ha rechazado la petición de un grupo conservador sin ánimo de lucro que vigila la acción gubernamental, denominado Judicial Watch.
Esta organización quería ver las fotos y el vídeo realizado en mayo de 2011, cuando las fuerzas especiales estadounidenses abatieron a Bin Laden en la ciudad pakistaní de Abbottabad, tras un decenio de búsqueda.
Judicial Wach había invocado el acta de libertad de información, una ley de 1966 que garantiza el acceso público de algunos documentos del gobierno.
Peligro de estallidos violentos
El tribunal ha aceptado la afirmación del presidente, Barack Obama, de que las imágenes eran tan impactantes que hacerlas públicas podría provocar revueltas que representasen un riesgo para los ciudadanos norteamericanos en el extranjero.
"Está claro que el gobierno retiene las imágenes no para esconder una acción equivocada o evitar conflictos diplomáticos, sino para evitar la muerte de americanos y la violencia contra los intereses estadounidenses", apunta el fallo.
La corte establece que el riesgo de provocar estallidos de violencia justifica la clasificación de las imágenes como top secret y la CIA puede guardar las fotografías y el vídeo. Ni Judicial Watch, ni el portavoz del departamento de Justicia han realizado ningún comentario sobre el veredicto.
Las imágenes muestran el cádaver de Bin Laden en Pakistán, el transporte del cuerpo a un barco de la marina estadounidense y su funeral en el mar. Algunas fotografías se tomaron para que la CIA pudiera realizar un análisis de reconocimiento facial para confirmar la identidad del fallecido, según la documentación del tribunal federal.