Obama no estaba informado sobre la supuesta discriminación de Hacienda a los conservadores
- La Agencia Tributaria realizó "escrutinios excesivos" a grupos conservadores
- Altos funcionarios del ejecutivo de Obama decidieron no informar al presidente
- El portavoz de la Casa Blanca lo considera "una decisión acertada"
Algunos altos funcionarios del ejecutivo de Barack Obama, presidente de Estados Unidos, conocían la investigación por supuesta discriminación en el Servicio de Recaudación Impuestos de Estados Unidos (IRS) contra grupos conservadores, pero decidieron no informar al presidente, según ha comunicado este lunes el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
Según Carney, una de las asesoras del presidente, Kathryn Ruemmler, decidió en abril que el presidente no tenía por qué conocer la marcha de una investigación aún inconclusa. También según Carney, el máximo mandatario de Estados Unidos conoció la información de investigación por la prensa, en el mismo momento en que se convertía en un escándalo para el IRS y la Casa Blanca.
Tres años de investigación "a espaldas de Obama"
La investigación del Inspector General sobre el asunto estuvo en conocimiento también del jefe de gabinete de la Casa Blanca, Dennis McDonough, y otras personas del círculo más cercano al presidente.
"Conocíamos el objeto de la investigación y la naturaleza de las potenciales conclusiones", ha asegurado Carney, que ha añadido que el presidente no fue informado porque el informe no era definitivo y carecía de detalles o información de las motivaciones de ese acoso del IRS contra grupos afines al movimiento conservador del Tea Party.
Desde 2010 hasta mayo de 2013, el IRS ha impuesto un escrutinio especialmente exigente a grupos conservadores, que tenían las palabras "Tea Party" o "patriota" en su nombre, pero también a otros que eran simplemente críticos con el Gobierno de Obama.
"Una decisión acertada"
Carney ha explicado que la decisión de no informar a Obama fue la acertada, ya que, en su opinión, actuar de otro modo hubiese sido visto como una injerencia en una investigación independiente, "especialmente cuando las conclusiones no se han conocido".
Tras la dimisión del comisionado interino del IRS, Steven Miller, por el acoso y excesivo escrutinio a grupos conservadores, hay voces que piden también la renuncia de la asesora Ruemmler por no haber avisado al presidente de lo que ahora se ha convertido en un escándalo que afecta al Gobierno.
Aún persisten las dudas sobre quién ordenó y quiénes conocieron las medidas de acoso a grupos conservadores con las que se pretendía denegar exenciones fiscales.