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La batalla por al Al Quseir continúa y la oposición siria pide la apertura de un corredor humanitario

  • Desde hace cuatro días el régimen y los rebeldes combaten en este enclave
  • Es una ciudad estratégica fronteriza con el Líbano, donde también hay choques

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Las fuerzas del régimen sirio bombardean por cuarto día consecutivo Al Quseir

El presidente interino de la Coalición Nacional Siria, George Sabra, ha pedido la apertura de un corredor humanitario para sacar a los heridos e introducir medicinas en la localidad de Al Quseir, cuyo control se disputan el régimen y los rebeldes desde hace cuatro días.

En un comunicado, Sabra ha solicitado a la comunidad internacional la creación del pasillo humanitario para "prestar ayuda a 50.000 personas cercadas en Al Quseir y actuar para que se retiren las fuerzas iraníes y sus agentes del territorio sirio".

El líder opositor se refería a los combatientes del grupo chií libanés Hizbulá, aliado de Teherán y de Damasco, que supuestamente respaldan a las fuerzas del régimen de Bachar al Asad que luchan en Al Quseir, cerca de la frontera con el Líbano.

Sabra ha hecho un llamamiento a los estados árabes y a la secretaría general de la Liga Árabe para que reaccionen porque "el país invadido es Siria, pilar del panarabismo" y se corre el peligro de que se extienda la violencia sectaria por la región.

Choques mortales en Líbano

De hecho, al menos diez personas han muerto y 126 han resultado heridas desde el domingo pasado en choques entre partidarios y detractores del régimen sirio en la ciudad libanesa de Trípoli, que todavía continúan hoy, informan medios locales.

Los enfrentamientos comenzaron entre los vecinos de los barrios de Bab el Tebaneh, de mayoría suní, y de Yabal Mohsen, de predominio alauí (chií), secta a la que pertenece el presidente sirio, Bachar al Asad, pero se extendieron este martes a otras áreas de Trípoli, donde se registran disparos de obuses y de balas de francotiradores. La vida en Trípoli está paralizada, ya que los colegios y universidades mantienen sus puertas cerradas, mientras que las calles están casi desiertas.

Frente a esa situación, el ministro saliente de Defensa, Fayez Ghosn, ha afirmado en declaraciones a la emisora de radio La voz del Líbano que lo que sucede en Trípoli es un reflejo de la evolución de la situación en Siria.

La batalla por Al Quseir

Sabra, por su parte, ha instado "al Líbano y sus instituciones políticas y de seguridad a respetar la soberanía de Siria y la santidad de sus fronteras". Y ha exigido al Consejo de Seguridad de la ONU que celebre una reunión urgente sobre el asedio de Al Quseir, y que la preocupación sobre la situación en esta población se traduzca en hechos porque "se están violando las fronteras, la soberanía y las vidas de los ciudadanos".

Asimismo, Sabra ha pedido al Ejército Libre Sirio (ELS) que envíe refuerzos y armas a los combatientes insurgentes en Al Quseir.

El domingo pasado, el régimen sirio, con la ayuda de milicianos de Hizbulá, según ha denunciado la oposición, lanzó una ofensiva sobre Al Quseir, en la que hasta el momento han fallecido decenas de personas.

Esa localidad es clave por su proximidad a la frontera con el Líbano y su localización entre este país y la ciudad de Homs, y entre Damasco y los feudos del régimen de la costa mediterránea, donde vive una mayoría alauí, confesión de la familia Al Asad.