El FMI mantiene su "confianza" en Lagarde que seguirá con su declaración el viernes
- Testifica sobre el arbitraje que otorgó millones de indemnización a Tapie
- Lagarde era ministra de Finanzas y rehusó acudir a los tribunales
El Fondo Monetario Internacional (FMI) mantiene su "confianza" en su directora gerente, Christine Lagarde, quien responde ante la Justicia francesa sobre su papel en la indemnización millonaria concedida en 2008 a un empresario cuando era ministra de Finanzas en su país. La francesa seguirá con su declaración este viernes.
El portavoz del FMI, Gerry Rice, ha explicado que el Directorio Ejecutivo, el principal órgano rector del Fondo, ha sido informado "recientemente" sobre las últimas novedades del caso y mantiene su "confianza" en la capacidad de Lagarde para dirigir la institución internacional.
Rice se ha ceñido a las líneas de la declaración de confianza que el Directorio Ejecutivo emitió en marzo, cuando el apartamento de Lagarde en París fue registrado por los investigadores.
La directora gerente ha comparecido este jueves ante los jueces instructores en el Tribunal de Justicia de la República, que podrían imputarla por su papel en el caso de la indemnización pública millonaria al empresario Bernard Tapie cuando Lagarde era ministra. La declaración se reaunda el viernes.
Ha acudido acompañada de su abogado y con documentos para poder defenderse ante los tres magistrados instructores que tratan de determinar si actuó contra los intereses públicos cuando en 2007 decidió poner fin a ese litigio recurriendo a un tribunal arbitral privado y renunciando a los órganos jurisdiccionales ordinarios.
Ese procedimiento se tradujo, al año siguiente, en una indemnización de 403 millones de euros que tuvo que pagar el Estado francés a Tapie, conocido por su amistad con el entonces presidente francés, el conservador Nicolás Sarkozy.
Los jueces deciden si imputan a Lagarde
La declaración ante los jueces sigue el viernes y podría finalizar con la imputación de Lagarde por complicidad en falsificación y malversación de fondos públicos -delitos penados con hasta 10 años de cárcel y 150.000 euros de multa-, si consideran que el arbitraje fue una maniobra para favorecer a Tapie.
El controvertido empresario, que fue ministro con el presidente socialista François Mitterrand (1981-1995), se había querellado contra Crédit Lyonnais, el banco entonces nacionalizado que le había hecho un préstamo para comprar la marca Adidas y con la que se quedó tras su liquidación judicial.
Al sumario se han incorporado una serie de elementos contra Lagarde, como las conclusiones de un organismo dependiente del Tribunal de Cuentas, que había constatado numerosas irregularidades en el procedimiento de arbitraje, primero por desautorizar a los que se oponían.
Dudas sobre la mediación en el arbitraje
También por la designación, dado que hay dudas sobre la imparcialidad de alguno de los mediadores. Además, las agendas de los protagonistas muestran que Tapie era recibido con asiduidad por Sarkozy y sus colaboradores entre 2007 y 2010.
Lagarde siempre ha sostenido que no recibió presiones del Elíseo para decantarse por el arbitraje, que le parecía el mejor mecanismo para resolver un contencioso que se arrastraba desde mediados de los años 90. Sin embargo, los técnicos de su ministerio se oponían porque ese mecanismo de derecho privado debilitaba una posición del Estado sólida en términos jurídicos.
Ante su posible imputación, el actual ministro de Finanzas, el socialista Pierre Moscovici, ha reiterado su confianza en Lagarde como directora del FMI, pero ha indicado que si se confirma que hubo fraude a los intereses públicos, el Estado se constituirá en acusación particular en el procedimiento judicial y tratará de reclamar la indemnización que tuvo que pagar.