Enlaces accesibilidad

Avanzan en el estudio de los nanotubos más adecuados para las resonancias magnéticas

  • Es un primer paso para el diagnóstico de enfermedades cardiovasculares
  • La UNED investiga desde 2007 nuevas fórmulas de los nanotubos de carbono

Por
Diagrama de un nanotubo
Diagrama de un nanotubo

Investigadores de la UNED, en colaboración con el CSIC, han dirigido una investigación donde analizan qué tipo de nanotubos de carbono son los más adecuados como agentes de contraste en las imágenes por resonancia magnética. Este estudio pre-clínico es un primer paso para el diagnóstico de enfermedades cardiovasculares.

Desde que en 1991 se descubrieron los nanotubos de carbono y, una década después, las láminas de grafeno, la investigación en ambas áreas ha sido abundante y ha abierto un amplio abanico de aplicaciones, con campos que van desde la ingeniería a la biomedicina, según ha informado la UNED en un comunicado.

Investigadores de la UNED llevan desde 2007 estudiando nuevas fórmulas de los nanotubos de carbono como agentes de contraste para imágenes por resonancia magnética. En colaboración con el Instituto de Investigación Biomédica ‘Alberto Sols’ (CSIC), han dirigido un estudio en el que analizan qué tipo de nanotubos son más adecuados, teniendo en cuenta la forma en la que se desplazan por el torrente sanguíneo.

“Los nanotubos más apropiados son aquellos que resultan de oxidación con ácido nítrico durante 24 horas”, explica Paloma Ballesteros, directora del Laboratorio de Síntesis Orgánica y MRI de la UNED y coautora principal de la investigación.

El estudio pre-clínico, publicado en la revista MedChemComm, revela que las suspensiones de estos nanotubos en geles de agarosa fundida -es un polisacárido formado por galactosas alfa y beta, que se extrae de algas y tiene con un comportamiento similar al de la gelatina-, pueden ser orientadas mediante un campo magnético externo, que en este caso sería el generado por la resonancia magnética.

La investigación, en la que participan también científicos de la Universidad Europea de Madrid y del Instituto de Microelectrónicas de Madrid (CSIC), complementa un estudio publicado en 2010 por el mismo equipo, donde se revelaba que los nanotubos de carbono aumentaban el contraste de la imagen cuando se orientaban en paralelo al campo magnético.

“Estos resultados pueden ayudar a diagnosticar enfermedades aterotrombóticas”, resume Ballesteros. La aterotrombosis -un fenómeno patológico por el que se forma un trombo sobre una lesión arteriosclerótica preexistente-, está en el origen de ataques cardíacos, infartos, trombosis o anginas de pecho.