Para cenar puedes imprimir una pizza
- La NASA financia el desarrollo de un impresora 3D de alimentos
- Los cartuchos de la impresora contienen nutrientes en polvo
- El alimento sólido impreso equivale a alimentos convencionales
"Tendremos que cambiar nuestra percepción de lo que consideramos comida", dice Anjan Contractor, un ingeniero que recientemente ha recibido fondos de la NASA para que ejecute su diseño de una impresora 3D que imprime comida.
La idea es, básicamente, poner los ingredientes y nutrientes necesarios deshidratados y en polvo en los cartuchos de una impresora 3D. Estos se mezclan con aceites u otros líquidos para que la impresora los imprima en formas sólidas y tridimensionales que contengan dichos ingredientes y nutrientes. De este modo se puedan ingerir de forma parecida a como se hace con los alimentos convencionales.
En cierto modo, la idea de una impresora 3D para imprimir comida tiene sentido: de hecho una forma sencilla de explicar el funcionamiento de una impresora 3D convencional es comparar el proceso con cómo se hace un sándwich, pero en este caso colocando sucesivamente capas de material plástico derretido, una sobre otra, hasta completar un objeto tridimensional que queda más o menos sólido cuando el plástico derretido se enfría y endurece.
El interés de la NASA por el 'sintetizador de comida' de Anjan Contractor tiene que ver con los viajes espaciales de larga duración que pueden requerir transportar alimentos para varios años, y que además deben soportar y servir durante todo es tiempo. "Lo estamos desarrollando de modo que los hidratos de carbono, las proteínas y los macro y micro nutrientes se presentan en polvo. Eliminando la humedad pueden durar tal vez 30 años", explica Contractor en Quartz.
Una de las ventajas que destaca su constructor es la posibilidad de imprimir alimentos personalizados para distintas personas, dietas y necesidades. Solo hay qué indicarlo en el programa que controla la impresora para variar las cantidades y proporciones de los componentes presentes en el alimento impreso resultante.
El plan casi utópico de Contractor va más allá de las misiones espaciales. Aspira además a utilizar su idea para combatir el hambre y contribuir a minimizar, incluso eliminar, posible problemas en la disponibilidad y distribución de alimentos debido al aumento de la población mundial.
Es posible que no todo el mundo esté dispuesto a ingerir insectos como sugería la ONU recientemente, pero esta puede ser una forma de aprovechar sus propiedades nutritivas de forma indirecta.
En este sentido su intención es que el software de la impresora 3D de alimentos sea de código abierto. En el futuro la gente podrá compartir, modificar o descargar recetas para imprimir comida de la misma forma que actualmente existen sitios web como Thingiverse desde los que es posible descargar modelos 3D de objetos listos para materializar con impresoras 3D.
Así funciona la impresora 3D para comida (en inglés):