Las familias de los fallecidos en el accidente del Yak 42 se unen en un emotivo homenaje
- Se han reunido en el memorial del paseo de la Constitución
- Han depositado flores y encendido 62 velas en su recuerdo
- El embajador español honra a víctimas en el lugar del accidente
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Familiares de los 62 militares fallecidos hace este domingo diez años en el accidente del Yak-42 en Turquía han rendido un emotivo homenaje a sus seres queridos en Zaragoza, unidas y dispuestas a acudir al Tribunal de los Derechos Humanos de Estrasburgo para tener el juicio justo que no han tenido en España.
Así lo ha asegurado a los medios de comunicación el presidente de la Asociación de Familiares de Víctimas del Yak, Miguel Ángel Sencianes, quien ha indicado que el despacho de abogados que lleva a las familias ha encargado un estudio económico y la solicitud para la apertura de trámites en Estrasburgo que prevé concluir en junio.
"Lo que nos toca a nosotros es defenderles y llevarles a donde sea", ha remarcado el presidente de la asociación, quien ha insistido en que las familias buscan en Estrasburgo "un simple y justo juicio" para sus familiares.
Tras una misa en la iglesia de San Miguel de Zaragoza, las familias se han reunido en el memorial a los fallecidos en el paseo de la Constitución de la capital aragonesa, en el que han depositado flores y encendido 62 velas en recuerdo de sus parientes cuando se cumplen diez años de su muerte tras estrellarse el aparato en el que viajaban de regreso de una misión internacional de cuatro meses en Afganistán.
El embajador español honra a las víctimas en el lugar del accidente
El embajador español en Turquía, Cristóbal González-Aller, ha rendido homenaje a las víctimas del accidente del avión de transporte militar Yak-42, en el que hace diez años fallecieron 62 militares españoles y otras trece personas.
Fuentes de la embajada española en Turquía informaron de que González-Aller se desplazó a la provincia septentrional turca de Trebisonda para participar en dos sencillas ceremonias organizadas en la zona donde el 26 de mayo de 2003 perdieron la vida los militares y trece tripulantes (doce ucranianos y uno bielorruso).
El primer acto se realizó en el propio lugar del siniestro, en el monte Pilav, en cuya falda se estrelló el aparato, y el segundo en Maçka, la ciudad más próxima, situada en la costa nororiental de Turquía.
En ambos lugares existen sendos monumentos que recuerdan la tragedia.
El embajador español condecoró en esta ocasión al alcalde de Maçka, Ertugrul Genç, y al de la localidad vecina de Atasu, Mustafa Kose, así como al imam local Sait Topçu, informó, por su parte, la agencia turca DHA.
Topcu fue una de las primeras personas en acercarse al lugar de lo hechos, donde pudo recoger las pertenencias personales de uno de los soldados fallecidos, que luego envió por iniciativa propia a su familia. "Recogí fotos, tarjetas de visita y la placa de un soldado. Era un acto sentimental. Estoy orgulloso de recibir la medalla, no como individuo sino como ciudadano turco y como imam. Hice lo que tenía que hacer", manifestó Topçu a la citada agencia.
La prensa local recuerda que el monumento a las víctimas en la falda del monte Pilav está construido en un terreno que pertenece a la familia campesina Karahan, quienes donaron a las familias españolas el trozo correspondiente. En declaraciones al diario local Aydinses, Abdulkadir Karahan, de 86 años, confirmó la donación, realizada en su momento.