España continúa entre los mayores consumidores de cocaína y cannabis de la Unión Europea
- Solo los británicos consumen más cocaína, según un informe de la UE
- En cannabis, España ocupa el tercer lugar, por detrás de Dinamarca y Francia
- En el conjunto de Europa, la cocaína baja y el cannabis se mantiene estable
Los españoles se mantienen entre los mayores consumidores de dos de las drogas más populares en la Unión Europea, la cocaína y el cannabis, aunque son superados en cocaína por los británicos y en cannabis por los daneses y los franceses.
Así se desprende del informe anual del Observatorio Europeo de Drogas y Toxicomanías (OEDT), la agencia de la UE con sede en Lisboa que estudia el consumo de estupefacientes y que sitúa a España como la mayor puerta de entrada de cocaína del Viejo Continente.
Según el documento, en el caso de España, la droga más extendida es el cannabis, cuyo consumo se mantiene estable en general en los países europeos, donde la cocaína continúa a la baja después de haber tocado techo en 2011 tras una década de auge.
El hachís, lo más consumido
Un 27 % de los adultos españoles consumen cannabis alguna vez a lo largo de su vida, sobre todo en forma de hachís, un nivel que en Europa superan en tres puntos porcentuales Dinamarca y Francia.
En el sector de población más joven, de los 15 a los 34 años, el consumo de esa sustancia se registra en un 17 %, nivel casi idéntico, y de los más altos en Europa, al de Francia y Polonia.
En cuanto a la cocaína, ha sido consumida alguna vez por un 9 % de los adultos españoles frente al 10 % que alcanza en el Reino Unido. Entre la población más joven, los españoles mantienen porcentajes muy próximos a los ingleses en el consumo de esa sustancia, que se sitúan en torno al 4 %.
Puerta de entrada hacia Europa
El informe europeo confirma que España continúa siendo la mayor puerta de entrada de cocaína de Europa, aunque subraya que hay nuevas vías de acceso en puertos de Bélgica, Países Bajos y otros países de Europa occidental.
En general, el informe constata, según datos de 2011, una persistente caída de las incautaciones en Europa, que disminuyeron hasta bajar a 62 toneladas ese año, la mitad respecto a las aprehensiones que se registraban cinco años antes, en 2006. La mayor reducción se vivió en España y Portugal, donde se pasó de 84 toneladas de 2006 a solo 20 toneladas en 2011, mientras que las incautaciones aumentaron en Bélgica y los Países Bajos.
El OEDT considera, sin embargo, que "no está claro" si esos cambios se deben a nuevas tendencias globales del mercado, a la actuación de las fuerzas de seguridad, o a las estrategias del narcotráfico.
Respecto al cannabis, destaca que en aprehensión de hachís -la resina de esa droga-, España encabeza las estadísticas de Europa, con 355 toneladas incautadas. Esta es una cifra significativamente superior al resto de los países comunitarios, los cual es atribuido por el informe a la proximidad de Marruecos, de donde procede buena parte de esa sustancia.
Aumentan las imitaciones de drogas que burlan las leyes
La agencia sobre drogas de la UE alerta en su ultimo informe anual de la evolución "muy rápida" de sustancias que imitan a los estupefacientes tradicionales y se venden a veces como "euforizantes legales" sin conocerse su composición química.
El organismo señala que, mientras el consumo de cocaína y heroína sigue en descenso y el de cannabis se mantiene, solo en lo que va de 2013 se ha detectado, de media, la aparición de una de esas nuevas sustancias psicotrópicas cada semana.
Esas drogas, advierte, cambian tan rápidamente como sus proveedores, y suelen ser vendidas en el mercado ilegal, pero a veces, por ser de difícil control, se distribuyen de forma más abierta e incluso como productos "legales". Además, estas nuevas drogas pueden ponerse de moda y dar un salto en el consumo, como es el caso de la mefedrona, conocida como miau miau y vendida libremente en algunos países europeos como fertilizante vegetal hasta 2011.
La mayoría son mezclas basadas en sustancias procedentes del cannabis y otros grupos químicos "menos conocidos y más oscuros", según el documento, que reconoce la falta de datos farmacológicos y toxicológicos precisos. A pesar de esas dificultades para conocer la composición de las sustancias, el Observatorio señala los cada vez más numerosos datos que demuestran sus problemas para la salud y que se han registrado incluso casos de muerte asociada a su consumo.
Las nuevas tendencias de las drogas están cada vez más determinadas por las posibilidades que supone internet para ese mercado, al que facilita la difusión rápida de nuevas sustancias y modas cuyo rastreo se complica por la facilidad del anonimato en la red. Según el OEDT, internet crea una nueva relación entre el consumo y la oferta de drogas con la proliferación de proveedores minoristas que comercian en línea.