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Imputado un magistrado relacionado con el litigio por el que declaró Christine Lagarde

  • Se trata de Pierre Estoup, acusado de un presunto delito de fraude
  • Lagarde evitó la imputación y fue declarada "testigo asistido"

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Un magistrado que intervino en el arbitraje por el litigio por el que la semana pasada declaró en París la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, ha sido imputado este martes por la Justicia francesa por fraude.

Se trata de Pierre Estoup, uno de los tres árbitros que decidió conceder al empresario Bernard Tapie una indemnización de 403 millones de euros y al que ahora la Justicia le imputa un presunto delito de fraude en banda organizada.

Así lo ha anunciado el Fiscal de París, François Molins, en un comunicado en el que ha recorado que el magistrado y los otros dos miembros de un tribunal de arbitraje estaban siendo investigados además por el delito de desvío de fondos públicos.

Lagarde compareció la semana pasada ante la Justicia en París precisamente por su gestión, cuando era ministra de Finanzas en Francia, del litigio que tiene que ver con la indemnización que se pagó a Tapie.

Lagarde "testigo asistido"

La directora del Fondo Monetario Internacional evitó la imputación en este caso y solo mereció la consideración de "testigo asistido".

Lagarde decidió en 2007 que un tribunal arbitral privado resolviera el contencioso que desde hacía una docena de años enfrentaba al Estado francés con el empresario Tapie.

La investigación sobre Lagarde pretendía dilucidar si la ministra optó por el mecanismo de arbitraje y renunció a recurrir a los tribunales ordinarios en contra de los intereses públicos para favorecer al controvertido empresario.

Ese procedimiento se tradujo, en 2008, en la indemnización de 403 millones de euros que tuvo que pagar el Estado francés a Tapie porque los árbitros estimaron que el entonces banco nacionalizado Crédit Lyonnais no actuó de forma leal con ese hombre de negocios tras el préstamo que le dio para comprar la marca Adidas, de la que le despojó.

La semana pasada Lagarde presentó a los jueces diversos documentos que supuestamente probaban que diversos gabinetes de abogados de negocios le habían aconsejado el arbitraje, aunque sus técnicos en el Ministerio eran contrarios.

La actual directora del FMI siempre ha sostenido que no recibió presiones del Elíseo para decantarse por el arbitraje, que le parecía el mejor mecanismo para resolver un contencioso que se arrastraba desde mediados de los años 1990.